La infanta Cristina y la infanta Elena no están enfrentadas por sus hijas

Mucho se ha comentado en estas últimas semanas de la relación entre las hermanas Borbón Grecia. Unos supuestos desencuentros entre Elena y Cristina donde las hijas, Irene y Victoria Federica, son las protagonistas de esos desfases.

La razón de los enfados fraternales tendría como punto de arranque la vida más fiestera de la joven Marichalar, que habría trasladado a su prima Irene, que ya es mayor de edad.

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Paloma Barrientos

Hasta hace poco, la existencia de la hija de la infanta Cristina era prácticamente invisible. Aparecía en reportajes veraniegos en Bidart con su abuela paterna, su padre y sus hermanos. La veíamos cada verano cómo se iba convirtiendo en “de niña a mujer”, como cantaba Julio Iglesias a Chábeli. Después, regresaba a Suiza para retomar sus estudios y nada más se sabía de ellas salvo las informaciones publicadas en Vanitatis, donde Silvia Taulés daba cuenta de sus viajes a Barcelona.

Su prima Victoria ya había decidido convertirse en personaje de una manera profesional. En la actualidad, tiene una agencia de comunicación que le cierra los contratos tanto para eventos como para reportajes varios.

Las primas siempre han mantenido una relación espléndida y ha sido este verano cuando ambas han hecho planes lúdicos juntas. Nada fuera de lo común en dos chicas jóvenes y más cuando mantienen una relación fantástica desde que eran pequeñas.

Estas salidas públicas han sido las que han provocado que se centre la atención en Irene Urdangarin y que incluso se haya dicho que Victoria era una mala influencia para la joven. Y de ahí que la infanta Cristina estuviera preocupada por la deriva festiva de su hija. Incluso que hubiera dado un toque a la infanta Elena para que Victoria no “maleara” a Irene.

Vanitatis puede confirmar que la relación entre las hermanas de Felipe VI está intacta.

Cristina fue un apoyo incondicional de Elena cuando llegó el divorcio de Jaime de Marichalar. Ahí estaban la hermana y don Juan Carlos para animarla a romper su vínculo matrimonial. La reina Sofía, en cambio, fue menos empática con su hija y le aconsejó que aguantara. Hay que recordar que era la primera infanta de España que se divorciaba tras la separación de la infanta Eulalia que nunca se hizo efectiva.

Pasó el tiempo y fue Elena la que estuvo con su hermana en los inicios del caso Nóos. Sus visitas a Ginebra con sus hijos, Victoria y Froilán, eran habituales. Y lo mismo sucedió cuando Iñaki Urdangarin escenificó su amor por Ainhoa Armentia paseando por una playa cercana a Bidart.

El nexo fraternal entre en las hermanas Borbón Grecia es indestructible, como aseguran desde el entorno de ambas.