El Falcon, un pabellón de autoridades y un ventilador portátil: la vuelta exprés de doña Sofía a Mallorca desde Grecia
Vanitatis ha podido saber, en exclusiva, cómo fue el regreso de la Reina emérita a nuestro país, tras un viaje exprés a Atenas para asistir al funeral de Miguel de Grecia
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Las vacaciones de la madre de Felipe VI en Marivent se veían este jueves interrumpidas por un triste motivo, ya que se veía obligada a viajar a Grecia para dar el último adiós al príncipe Miguel, primo del rey Pablo. Y, aunque en su país de origen se siente como en casa y pasa muchas temporadas, esta vez la vuelta de doña Sofía a Mallorca fue exprés. Vanitatis tiene todos los detalles de su regreso en el Falcon, en el pabellón de autoridades y con un ventilador portátil.
Eran las 18:27 en Grecia, una hora menos en nuestro país, cuando doña Sofía y la princesa Irene llegaban al pabellón de autoridades del aeropuerto heleno. Lo hacían en una furgoneta, un vehículo idóneo para transportar a la hermana de la Reina emérita, a la que veíamos en silla de ruedas durante el funeral por problemas de movilidad.
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De hecho, esos problemas hacían que la princesa Irene no se volviera a montar en la furgoneta para cubrir el trayecto entre el pabellón de autoridades y el avión, como sí hacía la reina Sofía. Por cuestiones logísticas, resultaba mucho más fácil que uno de sus asistentes la condujera en su silla de ruedas hasta el Falcon que la comitiva ha utilizado para este viaje y que esperaba justo en frente de la salida por la que pasaron antes de embarcar.
En total, hasta el aeropuerto fueron la citada furgoneta y dos coches de seguridad. En total, unos diez escoltas, tanto españoles como griegos según testigos presenciales. La reina Sofía, pendiente en todo momento de su hermana y con un ventilador portátil en la mano para refrescarse ante las altísimas temperaturas que azotan al país heleno y para las que no ayudaba, precisamente, el atuendo de riguroso luto, obligado en un funeral como el que tenía lugar este jueves.
Del pabellón de autoridades al que llegaba toda la comitiva salían 15 minutos más tarde, después de que el ocupante de un coche con matrícula diplomática pasara a saludar tanto a la reina Sofía como a su hermana. Y, como decíamos, la reina Sofía sí se montaba de nuevo en la furgoneta, pero no la princesa Irene, ya que bajarla no había sido fácil, por lo que, conduciéndola en su silla de ruedas hasta el avión se ahorraba tiempo y esfuerzo.
Tras embarcar, aún doña Sofía tenía que esperar un poco más al despegue del Falcon 900, un avión a disposición del Ejército, Gobierno y Casa Real, que no tenía lugar hasta las 19:25 en Atenas, una hora antes en nuestro país. Un vuelo sin incidencias de ningún tipo que aterrizaba en Mallorca tres horas después, trayendo de nuevo a la Reina a su querido Marivent, donde está previsto que esté hasta finales de verano.
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No será este viaje exprés a Grecia el único de la reina Sofía, ya que como sus dos nietas pequeñas y su nuera, la reina Letizia, también prestará su apoyo al equipo olímpico en los Juegos de París, concretamente en la ceremonia de clausura, tomando así el relevo de los Reyes, que estuvieron presentes en la de inauguración.
Volviendo al funeral de Miguel de Grecia, ese motivo de peso que ha hecho a la Reina moverse de Marivent, fue el pasado domingo cuando se enteró de la noticia, estando de compras por Palma. Desde entonces, permaneció atenta a la información que le proporcionara su familia sobre la despedida al primo de su padre, ya que no podía faltar, debido al estrecho vínculo que tenían.
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Al fallecer el padre de Miguel cuando este solo contaba un año y su madre cuando tenía 14, los padres de la reina Sofía lo acogieron como uno más. De hecho, la reina Federica fue la madrina en su boda.
Así, este jueves podíamos ver a gran parte de la familia griega despidiendo al príncipe Miguel en Tatoi, el palacio en el que la reina Sofía creció y donde están enterrados tanto sus padres como el rey Constantino.
No faltaron al sepelio sus cinco sobrinos: el príncipe Pablo, que acudía junto a Marie-Chantal Miller; el príncipe Nicolás; la princesa Alexia; el príncipe Philippos; y la princesa Teodora, que protagonizará la próxima boda real griega en el mes de septiembre y hará que doña Sofía emprenda un nuevo viaje a Atenas, esta vez sí, quedándose varios días y por un motivo mucho más alegre que el que le llevaba este jueves de forma exprés a su país.
Las vacaciones de la madre de Felipe VI en Marivent se veían este jueves interrumpidas por un triste motivo, ya que se veía obligada a viajar a Grecia para dar el último adiós al príncipe Miguel, primo del rey Pablo. Y, aunque en su país de origen se siente como en casa y pasa muchas temporadas, esta vez la vuelta de doña Sofía a Mallorca fue exprés. Vanitatis tiene todos los detalles de su regreso en el Falcon, en el pabellón de autoridades y con un ventilador portátil.