Meghan Markle, ajena a las críticas en Canadá: cerveza en mano y con un anorak de más de 1.000 euros
Los duques de Sussex están siguiendo de cerca los Invictus Games. Meghan disfrutó junto al príncipe Harry de la ceremonia de bienvenida con una cerveza y muchas sonrisas
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Los Invictus Games han llevado a Harry y a Meghan a Canadá, un país muy importante para ellos. No solo fue allí donde vivieron los primeros meses de su relación, cuando ella se encontraba todavía grabando la serie 'Suits', también se convirtió en su refugio temporal cuando decidieron abandonar Londres y empezar una vida alejados de la familia real británica en enero de 2020. Ahora, cuando ya han pasado cinco años del Megxit y ya son totalmente independientes de la Corona, la pareja ha vuelto para esta importante cita.
Y es que la sede de este año de los Invictus Games ha sido Whistler, cerca de Vancouver, por lo que Harry y Meghan se encuentran en la ciudad desde hace unos días, dejándonos con imágenes entrañables y románticas de ellos besándose, o de la exactriz visitando una escuela para leer un cuento a los más pequeños. No obstante, las críticas contra la duquesa no se han hecho esperar, ya que todo lo que hace o dice es analizado hasta el mínimo detalle.
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Se ha hablado en medios y redes sobre un gesto que tuvo al empujar a una mujer en silla de ruedas para colocarla bien en la fotografía, o a sus cambios de actitud cuando cree que la cámara no la está grabando. A pesar de estos ataques, Meghan Markle está disfrutando de estos juegos que creó su marido para militares heridos en guerra ajena a todo, como bien mostró este lunes por la tarde.
La pareja asistió a la ceremonia de bienvenida de los Juegos, en la que actuó su amigo Michael Bublé. Harry y Meghan se subieron al escenario para dar el pistoletazo de salida a tres días de competición, y en una de sus bromas, frente a un recinto lleno de gente, el príncipe aseguró: "Ahora Meghan va a cantar". Esto causó el sonrojo de la duquesa y la risa de los allí presentes.
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Tras esta anécdota, los duques siguieron la fiesta con cerveza y más carcajadas. A Meghan se la vio muy contenta y charlatana, con una bebida en la mano, al igual que su marido.
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Meghan se protegió de las bajas temperaturas, unos -11 grados, con un anorak blanco de la firma Mackage. Bautizado con el nombre de Calino, es un diseño largo confeccionado con plumón brillante reciclado. Con un corte entallado en forma de A, el cinturón a tono y el acolchado en contraste definen la llamativa silueta. Presenta también capucha ajustable con visera antitormentas, bolsillos aislantes y puños de punto acanalado. Su precio es de 1.150 euros.
Los Invictus Games han llevado a Harry y a Meghan a Canadá, un país muy importante para ellos. No solo fue allí donde vivieron los primeros meses de su relación, cuando ella se encontraba todavía grabando la serie 'Suits', también se convirtió en su refugio temporal cuando decidieron abandonar Londres y empezar una vida alejados de la familia real británica en enero de 2020. Ahora, cuando ya han pasado cinco años del Megxit y ya son totalmente independientes de la Corona, la pareja ha vuelto para esta importante cita.