Naruhito de Japón cumple 65 años: de su vida entre lujos a los planes por salvar a la corona de la extinción

Son pocas las monarquías que han logrado que su soberano sea venerado como un Dios. Tampoco es usual que sea festivo nacional el día en el que nació su monarca. Sin embargo, la Familia Imperial de Japón puede alardear de ello. Señalar que se trata de la monarquía más antigua del mundo. Este domingo, Naruhito de Japón cumple 65 años convertido en el emperador más excéntrico, disfrutando de una vida de lujos y entre planes para salvar, de la extinción, la corona japonesa.

Las estrictas normas que imperan en la Familia Imperial japonesa han puesto en jaque su continuidad. Y es que, sus reglas están marcadas por el conservadurismo. Tanto que se excluye que las mujeres puedan ascender al trono. También dejan de formar parte de esta las que deciden darse el 'sí, quiero' con plebeyos. Durante décadas, esto no ha supuesto un problema para la corona japonesa. No obstante, estos preceptos están terminando con la línea de sucesión.

La presión por traer un heredero al trono, causaron mella en la salud de Masako de Japón. Todo se incrementó cuando, fruto de su matrimonio con el emperador, nació su única hija, la princesa Aiko. El hecho de que no fuera un varón y que no tuvieran más descendencia, motivó que la emperatriz consorte estuviera en el punto de mira. Las continuas críticas propiciaron, entre otras cosas, que cayera en una depresión contra la que lleva luchando desde entonces. Incluso se ha visto limitada, en más de una ocasión, a cumplir con sus compromisos institucionales.

Ante la preocupación de una posible extinción de la corona, en 2004, el primer ministro instó a la revisión de la ley que impedía que una mujer ascendiera al trono. Con su cambio, la princesa Aiko se hubiera convertido en futura gobernante. No obstante, el intento fue en vano. En 2006, nació Hisahito, vástago del príncipe de Fumihito, el único hermano varón de Naruhito de Japón, y se convirtió en el primero en la línea de sucesión, solo seguido de su progenitor y del príncipe Hitachi, de 89 años. No quedan más.

El millonario gasto público para su coronación

Aunque el actual emperador de Japón es un hombre muy querido por sus conciudadanos, su reinado no ha estado exento de polémicas. La primera de ellas llegó con su coronación y los gastos que supuso la celebración. Medios locales aseveraron que el festejo ascendió a 130 millones de euros de gasto público, lo que disgustó a los japoneses. El príncipe Fumihito también estuvo en contra de utilizar tanto dinero.

Esta molestia se tradujo en que 240 ciudadanos presentasen una demanda contra el plan del gobierno de destinar dinero del contribuyente para el festejo de la entronización. Tampoco ayudó que concediera un indulto a 550.000 delincuentes para celebrar su nuevo lugar en el trono japonés. Sea como fuere, esto sucedió en sus primeros meses como emperador y su imagen pública no ha mermado, pues es una figura idolatrada en el país asiático.

Mensaje de paz

Por su cumpleaños, Naruhito ha celebrado una rueda de prensa en la que ha leído un discurso en que ha querido lanzar un mensaje de paz. También porque este festejo coincide con el 80º aniversario de la rendición de Japón. "Es muy doloroso que se hayan perdido muchas vidas preciosas en todo el mundo durante la guerra. Es importante que las trágicas experiencias y la historia se transmitan a las generaciones que no experimentaron la guerra", ha deslizado, según recoge 'Nippon Agency'.

Para la ocasión, el emperador japonés ha protagonizado una sesión de fotos con su esposa, la emperatriz Masako. Ambos han posado en el Palacio Imperial. Junto a ellos, aparece una planta de orquídea y un ciruelo japonés blanco. Además del discurso y las instantáneas, también ha tenido lugar un banquete con motivo de su 65 cumpleaños. Señalar que es la primera que vez que se lleva a cabo desde su reinado, que comenzó en 2019.