Matilde de Bélgica desafía a la mala suerte de amarillo: el vídeo cantando y bailando que no te esperas
La reina de los belgas participó este lunes en un peculiar taller en el Teatro Real de la Moneda de Bruselas y estuvo totalmente entregada a la causa
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Aunque es un color que tiene un hueco importante en los armarios de las royals, quizá algún actor tendría sus reservas al ver las últimas imágenes de Matilde de Bélgica. No solo porque la reina está cantando y bailando, sino porque desafía a la mala suerte vestida de amarillo, un color temido en el mundo del teatro y bastante arriesgado en según qué situación.
Cierto es que la esposa de Felipe de Bélgica no es actriz y no se subió a un escenario, pero sí escogió este atuendo para una causa muy artística. Este lunes, participó en el taller 'Un puente entre dos mundos', que conecta a personas de situaciones vulnerables o con problemas de salud física y mental con niños de segundo de primaria. El hilo conductor, la canción francesa.
Y no sabemos si Matilde tenía intención de cantar y bailar antes de llegar, pero se entregó totalmente a la causa, siguiendo las indicaciones del profesor. Primero, siguiendo unos ritmos con su voz, manos y pies. Después, ya sentada, entonando varias canciones en el idioma galo, entre ellas, la versión francesa del mítico 'Volare'.
Queen Mathilde sings along in social singing workshop at La Monnaie https://t.co/59XODeoCwn#Belga #Royals #Culture pic.twitter.com/LijobsciWY
— Belga News Agency_English (@Belga_English) March 17, 2025
No son unas imágenes que se puedan ver con frecuencia, ya que Matilde no tiende a mostrar ese lado menos royal y alejado de los protocolos. Incluso, en alguna época fue conocida en Bélgica como 'la reina de hielo', porque no se salía de su papel, ni para bien ni para mal.
De hecho, en el vídeo se nota que no está del todo cómoda, hay algunos gestos que denotan algo de tensión, ya que sabía de sobra que era el centro de atención. Pero también era consciente de que esos minutos ayudan a visibilizar mucho más este taller musical que une dos mundos a priori tan distintos.
No es algo exclusivo de Matilde de Bélgica. Todas las royals europeas saben lo importante que son sus gestos para dar visibilidad a lo que quieren. No hace mucho, la reina Letizia no dudó en rapear en un acto sobre salud mental; más recientemente, Máxima de Holanda se atrevió a cocinar delante de las cámaras; también son más que frecuentes las imágenes de Kate Middleton participando en todo tipo de actividades.
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Por eso, la reina de los belgas no dudó en bailar y cantar junto a sus compañeros de taller, un poco tensa al principio, pero luego ya mucho más relajada y sabiendo que todo era por una buena causa.
Lo que también dejaba claro es que no es nada supersticiosa. Como decíamos, el amarillo es un color que en el mundo del teatro está prácticamente vetado, puesto que se relaciona con la muerte del dramaturgo francés Molière, y esa superstición se ha extendido también fuera del sector. Pero no en los vestidores royal, donde vemos a menudo looks de este color.
Así, aunque en un tono apagado, Matilde rescató de su armario una camisa con estampado floral de la firma Natan, que customizó hace unos años para eliminar esa capa que el diseño original tiene saliendo del hombro izquierdo. Como en ocasiones anteriores, la combinaba con pantalón y zapatos grises, aunque esta vez le añadía una chaqueta, también en un amarillo ocre, de la misma marca y también de su fondo de armario.
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No era un día de grandes estrenos ni de imponentes looks. También en eso las reinas y princesas europeas saben qué pasos dar en cada momento. Y en este taller no era ella la protagonista, sino los participantes y la idea de que dos mundos separados se unan a través de la música.
Otra cosa es que sus bailes y canciones captaran la atención de los medios, ya que no todos los días se ve a una reina actuando así. Y aunque no es su hábitat natural, Matilde se entregó a la causa para darle visibilidad. Objetivo conseguido.
Aunque es un color que tiene un hueco importante en los armarios de las royals, quizá algún actor tendría sus reservas al ver las últimas imágenes de Matilde de Bélgica. No solo porque la reina está cantando y bailando, sino porque desafía a la mala suerte vestida de amarillo, un color temido en el mundo del teatro y bastante arriesgado en según qué situación.