¿Y ahora qué? Claves y obligaciones del futuro académico de la infanta Sofía, tras su graduación este sábado

No seguirá los pasos de su hermana, la princesa Leonor, en el Ejército. Es, hasta ahora, la única información que se ha proporcionado sobre el futuro académico de la infanta Sofía, el paso inmediatamente posterior a su graduación en el UWC Atlantic de Gales este sábado. Una nueva etapa que se mantiene en secreto, de momento, pero de la que sí hemos podido conocer algunas claves y obligaciones que tendrá la hija pequeña de los Reyes.

No es algo, como decimos, que se haya conocido a través de la Casa Real. A día de hoy, no hay información oficial ni de su decisión ni de cuándo se comunicará. Pero el hecho de que no haya información no quiere decir que no esté decidido. Tal y como se desprende de lo poco que nos dicen al preguntar a fuentes oficiales del Palacio de la Zarzuela, sí parece que la infanta Sofía tiene claro lo que va a hacer a partir de septiembre.

La duda es por qué no se ha comunicado todavía o si el motivo es para diferenciar aún más el papel institucional de las dos hermanas Borbón - Ortiz. Hasta hace muy poco, su vida académica había sido similar, igual que la pública. Es con el ingreso de Leonor en el Ejército cuando se marca esa separación necesaria. Y el hecho de no seguir el mismo patrón que se estableció con la heredera en cuanto a informar a los medios -lo que atañía a la Princesa de Asturias se anunció en marzo, muchos meses antes de llevarse a cabo-, supone una distancia mayor entre una y otra.

Pero, como mencionábamos, sí conocemos algunas claves del futuro académico de la infanta Sofía. Hablamos con el periodista José Antonio Zarzalejos, experto en la Casa Real y autor del libro 'Felipe VI, un rey en la adversidad'. Zarzalejos ve una "polémica absurda", ya que el patrón es el lógico: a diferencia de la princesa Leonor, "no tiene relevancia constitucional, pero está en la línea de sucesión, como en su momento las infantas Elena y Cristina".

Dos elementos que hacen, primero, que no tenga que pasar por el Ejército, algo obligatorio para la Princesa de Asturias. Segundo, que su educación no esté enfocada a los "actos que sí comprometen a la heredera de la Corona". Es decir, su formación no necesita los conocimientos que sí tiene que tener la de la heredera, es mucho más libre para elegir.

Libertad, pero con obligaciones

Eso sí, elija lo que elija, ya sea algo relacionado con homanidades o con las ciencias puras, hay conocimientos obligatorios y comunes a los miembros de la familia real que están en la línea de sucesión, como es su caso. Tal y como nos detalle José Antonio Zarzalejos, la infanta Sofía "tiene que tener conocimientos de derecho constitucional, derecho nacional y derecho comparado, además de estudios históricos sobre la monarquía. Si además tiene un título universitario, mucho mejor".

Título que, también según el periodista, se obtendrá, previsiblemente, combinando educación en nuestro país con la de alguna universidad internacional. Así lo hizo la infanta Cristina, que se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense de Madrid en 1991 y después realizó un máster en Nueva York. Su posición es parecida a la de la infanta Sofía, ya que sin ser la heredera, era miembro de la familia real y estaba dentro de la línea de sucesión.

La decisión de la infanta Elena fue diferente, ya que la ahora duquesa de Lugo prefirió dar prioridad a la educación nacional, pasando primero por la Universidad Pontificia de Comillas y después por la escuela universitaria ESCUNI de Madrid.

Con estos antecedentes, sería fácil pensar que la infanta Sofía se decantaría por una universidad española. Pero aquí nos topamos de bruces con una realidad: los Reyes quieren mantener a raya la privacidad de sus hijas tanto como puedan. Y el hecho de que vaya a clase cada día en Madrid -o cualquier otra ciudad- asegura que haya imágenes de ella con mucha frecuencia.

De ahí que, tal y como aseguró la revista '¡Hola!' en su momento sin que llegara nunca a confirmarse, no se descarte que la decisión esté más cerca de Estados Unidos. Allí puede gozar de mucha más intimidad y el hecho de que vaya acompañada de escoltas, como así lo marca la ley, no llama tanto la atención, ya que en muchos centros del país -especialmente los de renombre- es absolutamente normal que los alumnos procedentes de familias célebres vayan con equipo de seguridad.

Y no podemos evitar pensar que esa es precisamente la razón por la que por el momento no se ha informado de cuál es la decisión. El equilibro no es fácil, desde luego: optar por educación en alguna universidad internacional podría suscitar cierta polémica al no elegir nuestro país para estudiar; quedarse aquí supondría una exposición inevitable que ni don Felipe ni doña Letizia quieren.

No es, o ha debido de ser, una decisión fácil. Pero de momento, toca vivir un día de graduación y olvidar los libros por unas semanas. Ya llegará el momento de decidir y, esperemos, informar.