El acto más cálido de Charlène y Alberto de Mónaco con sus hijos: vestido boho-chic, paseo en familia y baño de masas
La familia real monegasca ha inaugurado un mercadillo en su honor con un recorrido entre la multitud en el que Jacques y Gabriella han demostrado su complicidad
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Con una imagen cuidada al detalle, la princesa Charlène ha reaparecido este sábado 14 de junio para presidir junto al príncipe Alberto II la ceremonia de apertura de la 6ª edición de los Encuentros de los Sitios Históricos Grimaldi de Mónaco, una cita ya consolidada en el calendario institucional del Principado. Acompañados por sus hijos, los pequeños Jacques y Gabriella, los soberanos demostraron, una vez más, el peso de la tradición… y del estilo.
La jornada ha comenzado a las 10 de la mañana con un discurso del príncipe Alberto, que ha estado acompañado en todo momento por la atenta mirada de su esposa y sus hijos. Tras la entrega de trofeos a representantes de ocho municipios históricos —de Francia e Italia—, la familia real recorrió los distintos puestos instalados en la Villa des Sites Historiques, entre dulces monegascos, cuadros artesanales y animadas conversaciones con los asistentes. Ha sido entre la multitud dónde se ha podido ver de nuevo la complicidad que los niños tienen con solo una mirada.
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El ambiente, cálido y distendido, ha dejado una estampa poco frecuente: los Grimaldi compartiendo confidencias y regalos con los visitantes en un mercadillo popular. Para la ocasión, Charlène ha apostado por un favorecedor vestido largo sin mangas de estampado vegetal en tonos rojizos, blancos y ocres.
Confeccionado en un tejido ligero y fluido, el diseño realzaba su silueta sin estridencias, en una elección que conjugaba sobriedad, elegancia y guiños étnicos. El escote cerrado y el cinturón marcando la cintura aportaban un toque de sofisticación, mientras que el peinado —un moño bajo ligeramente despeinado— y el maquillaje natural reforzaban esa estética relajada, pero muy cuidada, tal y como ha demostrado en el último cambio de su armario.
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A su lado, el príncipe heredero Jacques ha lucido un polo blanco y vaqueros azul oscuro, completado con zapatillas beige y gafas de sol, en un estilismo moderno y cómodo. Su hermana, la princesa Gabriella, ha optado por un vestido blanco con estampado floral en tonos pastel y sandalias a juego, en un look fresco y primaveral que destilaba inocencia. Por su parte, el Príncipe Alberto se ha decantado por un traje azul clásico con corbata a tono, acompañado de gafas oscuras.
Más allá de la solemnidad del acto y del homenaje a los lazos históricos de los Grimaldi, la jornada ha servido para proyectar una imagen renovada y cercana de la familia real monegasca. Unida, elegante y sonriente, la estampa que han ofrecido caminando entre los puestos del mercadillo ha sido una de las más comentadas del día. Esta noche, la fachada del Palacio se iluminará con un espectáculo de luz y sonido que narra la épica de la dinastía, pero esta mañana, la historia ya la contaron ellos.
Con una imagen cuidada al detalle, la princesa Charlène ha reaparecido este sábado 14 de junio para presidir junto al príncipe Alberto II la ceremonia de apertura de la 6ª edición de los Encuentros de los Sitios Históricos Grimaldi de Mónaco, una cita ya consolidada en el calendario institucional del Principado. Acompañados por sus hijos, los pequeños Jacques y Gabriella, los soberanos demostraron, una vez más, el peso de la tradición… y del estilo.