El homenaje de Camille Gottlieb a su abuela Grace Kelly en la Gala de la Cruz Roja en Mónaco: un vestido que es historia del cine

Camille Gottlieb volvió a brillar con luz propia en uno de los eventos más esperados del verano monegasco: la 76.ª Gala de la Cruz Roja de Mónaco, celebrada este sábado 12 de julio. Con solo 26 años, la hija menor de la princesa Estefanía ha consolidado su presencia en esta cita solidaria como miembro de la familia principesca y rostro visible de las nuevas generaciones.

Este año, su aparición fue mucho más que una elección de estilo. En un emotivo homenaje a su abuela, Grace Kelly, uno de los iconos de moda y elegancia más recordados del siglo XX, la joven acaparó todos los flashes.

Para la ocasión, apostó por un diseño exclusivo de Elisabetta Franchi, inspirado en uno de los looks más memorables del cine clásico: el vestido bicolor con corpiño negro y enagua blanca que Grace Kelly lució en la película 'La ventana indiscreta' (1954), dirigida por Alfred Hitchcock. Esta elección no fue casual. La joven, muy implicada en la actividad social y benéfica del principado, quiso rendir tributo a la figura de su abuela justo en la gala que ella presidió durante décadas.

El vestido, confeccionado a medida, reinterpreta el original cinematográfico desde una mirada contemporánea. El escote en forma de corazón, el cuerpo entallado en negro y la volumétrica enagua blanca de tul hacen alusión directa al diseño inmortalizado en la gran pantalla. Pero tiene un giro moderno gracias al tul adornado con lentejuelas plateadas. Un detalle que sustituye los bordados originales de la pieza de Edith Head, la legendaria diseñadora de vestuario de Hollywood.

A diferencia de sus elecciones anteriores —como el llamativo vestido rojo con estrellas que lució el año pasado—, esta vez optó por una estética más sobria, elegante y cargada de simbolismo. Con su melena recogida en un moño bajo y joyas discretas, dejó todo el protagonismo al vestido, que logró captar todas las miradas. La propia Camille confesó antes del evento que se trataba de un guiño consciente a la memoria de su abuela, cuyo legado humanitario y estilístico sigue muy presente en el principado.

La Gala de la Cruz Roja, presidida por el príncipe Alberto II y con la princesa Charlène como vicepresidenta de la organización, reunió una vez más a la élite monegasca en una velada que combina solidaridad, música y alta costura. Desde que Grace Kelly dejó Hollywood para convertirse en princesa en 1956, su imagen ha sido sinónimo de estilo atemporal. Hoy, su nieta recupera ese legado con orgullo y sensibilidad, convirtiendo la moda en una forma de recordar, honrar y emocionar.