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De 'La ventana indiscreta' a 'Mi chica': el verano en el cine (y cómo verlo en plataformas)
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BRIGADA ANTI-SPOILER

De 'La ventana indiscreta' a 'Mi chica': el verano en el cine (y cómo verlo en plataformas)

El verano y el cine son un matrimonio bien avenido. Repasamos algunas de las películas llenas de adolescentes, recuerdos, sombrillas, palmeras y cuerpos bronceados

Foto: Fotograma de 'My Girl', con Anna Chlumsky y Macaulay Culkin. (CP)
Fotograma de 'My Girl', con Anna Chlumsky y Macaulay Culkin. (CP)

Si hay una estación que el séptimo arte ha sabido reflejar como ninguna otra, esa es el verano. Los 'seasonals' (o estacionales, perdónenme los enemigos de los anglicismos) sabemos que hay fechas muy cinematográficas. La Navidad, por ejemplo, que nos ha regalado '¡Qué bello es vivir!' o 'Solo en casa', es una de ellas. Pero también Halloween, época para la que ya hay plataformas que se dedican a hacer películas infames como churros. La fiesta del 31 de octubre nos ha legado desde 'Arsénico por compasión' a 'El retorno de las brujas' (o 'Hocus Pocus', que aquí sí conviene decir que el título original en inglés queda muchísimo mejor).

El verano es otra de esas fechas doradas por aquellos que adoran ver y palpar el calor o las vacaciones en una pantalla; para los que no conciben ver una película con bufandas, nieve o ventiscas en pleno mes de agosto. El cine ha sido, desde sus orígenes, muy veraniego. Recordemos aquellas 'Bathing Beauties' de Mack Sennett, uno de los pioneros de la comedia en Hollywood. Aquellas señoras en traje de baño eran una de las principales atracciones del cine más primitivo. Quizá por la influencia californiana, marco de Hollywood, las playas, las palmeras y los elementos veraniegos abundan en muchas películas. Pero estas no son patrimonio exclusivo del cine norteamericano.

¿Cuáles son las películas que más saben a verano? Yo no entiendo estos meses sin volver a alguna de las cintas de las que hablamos a continuación. Para verlas, no hace falta ni toalla, ni bañador, ni bronceador. Solo una buena televisión y muchas ganas de volver a disfrutarlas:

'La ventana indiscreta' (Alfred Hitchcock, 1954) Disponible en Filmin

placeholder 'La ventana indiscreta' (1954).
'La ventana indiscreta' (1954).

Si los marcianos llegasen a la Tierra y hubiese que explicarles quién fue Alfred Hitchcock y qué películas hacía, 'La ventana indiscreta' sería el ejemplo perfecto; la cinta que resume todas sus obsesiones. Está la rubia gélida (una elegantísima Grace Kelly), el humor negro, la irónica visión sobre toda una sociedad expuesta en un patio de vecinos, las relaciones de pareja y la experimentación en la puesta en escena. El 'mago del suspense' hizo posibles todas sus artimañas visuales en un único escenario, ese patio construido en los estudios Paramount; un lugar lleno de vecinos que ejemplifican lo que todos somos en mayor o menor medida. Y observándolo, como voyeur, un James Stewart con la pata coja y pasando un calor de campeonato. Pocas veces el cine ha trasladado, de manera fidedigna, el calor y las altas temperaturas a través de cada gota de sudor del protagonista o de esas ventanas abiertas para dejar entrar un poco de aire fresco. Esa es una de las grandezas de la obra de Hitchcock: hacernos pensar que tras cualquier acto mundano como abrir una persiana o intentar refrescarnos se oculta la gran aventura de nuestras vidas.

'La tentación vive arriba' (Billy Wilder, 1955) Disponible para alquilar en Amazon Prime Video

placeholder Marilyn, en 'La tentación vive arriba'. (Cordon Press)
Marilyn, en 'La tentación vive arriba'. (Cordon Press)

Marilyn Monroe es la definición de verano. No solo murió en pleno agosto, sino que muchas de sus películas tienen, entre sus fotogramas, desiertos ('Vidas rebeldes') o playas ('Con faldas y a lo loco', con el placer añadido de ver a Jack Lemmon con bañador de señora). Pero si hay una cinta veraniega que tenga a la tentación rubia como protagonista, esa es, valga la redundancia, 'La tentación vive arriba'. La película de Billy Wilder muestra a un rodríguez de Manhattan que ve cómo su mujer y su hijo se marchan de vacaciones mientras que él se tiene que quedar yendo a la oficina. Su único aliciente es conocer e intimar con la nueva y sexy vecina que vive en el piso de arriba. Para el recuerdo queda aquel vestido blanco de Monroe y el momento en el que se levanta a causa del aire de la rendija del metro para dejar atónito al bueno de Tom Ewell, el protagonista. La secuencia se rodó en Lexington Avenue, Nueva York, pero había tantos espectadores alrededor (incluido un celoso Joe DiMaggio, marido de Marilyn por aquel entonces) que hubo que repetir la filmación en los estudios Fox. Nada de eso impide que 'La tentación vive arriba' sea esa película que nos lleva a los veranos en la ciudad; a esos momentos en los que una rendija de metro es la aliada para sentir frescor o a esos días en los que meter la ropa interior en el congelador (como hace ella) no supone una idea tan descabellada.

'Locuras de verano' (David Lean, 1955) Disponible en Amazon Prime Video

placeholder Katharine Hepburn y Rossano Brazzi, en 'Locuras de verano'. (YouTube)
Katharine Hepburn y Rossano Brazzi, en 'Locuras de verano'. (YouTube)

¿Qué mayor placer puede haber que el de ver a Katharine Hepburn enamorarse, en plena madurez, durante unas vacaciones de verano en una Venecia de postal? De entre todas las de su filmografía, esta era la película favorita de David Lean y no nos cuesta nada entender por qué: es bonita pero no edulcorada, con las dosis justas de desencanto y amargura. Además, habla de algo que todos hemos vivido en primera persona; esos momentos de la vida en los que (encontrando el amor o no) el verano se convierte en un oasis que nos desconecta de nuestra rutina por un tiempo, antes de volver a la dura realidad. Ese trasfondo es el que hace inmortal una película visualmente despampanante; el que nos lleva a empatizar con ese final de Hepburn en un tren, despidiéndose de su amado anticuario y de una Venecia que jamás olvidará.

'El nadador' (Frank Perry, 1968) Disponible en Filmin

placeholder Burt Lancaster, en 'El nadador'. (CP)
Burt Lancaster, en 'El nadador'. (CP)

Un hombre atraviesa las piscinas de su vecindario descubriendo las miserias e hipocresías de sus vecinos y de su propia vida. La película protagonizada por Burt Lancaster (y dirigida por ese Frank Perry que años más tarde cosecharía críticas terribles con su 'Queridísima mamá') expone otra de las costumbres del verano: la de hacer balance de nuestra existencia, como hace el protagonista de esta maravilla muy hija de su tiempo, esos años 60 en los que gran parte de la sociedad empezó a cuestionárselo todo.

'La piscina' (Jacques Deray, 1969) Disponible en Filmin

placeholder Fotograma de 'La piscina'. (CP)
Fotograma de 'La piscina'. (CP)

La sensualidad que destilan Romy Schneider y Alain Delon juntos (al fin y al cabo fueron pareja en la vida real) no es de este mundo. 'La piscina' muestra la tensión sexual (y la pulsión criminal) que tiene lugar entre un matrimonio y el amante de ella, que está de visita un día de verano y trae consigo a su hija. Además del carisma de los protagonistas y de la belleza de sus fotogramas, 'La piscina' habla de los escollos matrimoniales entre sudores y chapuzones en el jardín de una casa. Por muy buena que fuese 'Cegados por el sol', el 'remake' que rodó Luca Guadagnino en los 2000, nos quedaremos siempre con el original, uno de los mejores trabajos de Jacques Deray y un clásico del cine europeo.

'Verano del 42' (Robert Mulligan, 1972) Disponible para alquilar en Rakuten TV

placeholder Fotograma de 'Verano del 42', con la bellísima Jennifer O'Neill. (YouTube)
Fotograma de 'Verano del 42', con la bellísima Jennifer O'Neill. (YouTube)

Otro clásico del verano en el cine es el despertar sexual de los adolescentes, que siempre queda mejor entre playas, bicicletas o pandillas de amigos. Eso es lo que vive el protagonista de 'Verano del 42', que descubre el amor y la atracción de la mano de una vecina vacacional con el rostro de Jennifer O'Neill. La película de Robert Mulligan (un experto en nostalgias veraniegas, como muestran 'Matar un ruiseñor' o 'Verano en Louisiana') es un poema visual sobre la adolescencia y sus cuitas, pero también el reflejo de aquel Estados Unidos del 42, que se involucraba en una guerra mundial y se evadía de la realidad en el cine de un Hollywood de ensueño.

'Cuenta conmigo' (Rob Reiner, 1985) Disponible en Filmin

placeholder River Phoenix, en 'Cuenta conmigo'. (1986)
River Phoenix, en 'Cuenta conmigo'. (1986)

La película definitiva sobre pandillas de niños es esta 'Stand By Me', que tomó la canción homónima de Ben E. King como leitmotiv para adaptar un cuento corto de Stephen King y mostrarnos lo que significa la amistad en la infancia. Muchos son los atractivos de 'Cuenta conmigo', su título en castellano, pero nos quedamos con la posibilidad de ver a un preadolescente River Phoenix, de saborear las banalidades de las conversaciones entre niños (muy bien reflejadas en el guion) y de imaginar cómo debía ser el verano en una pequeña ciudad de Estados Unidos durante los años 50. Un tesoro sentimental y una película que, sin duda, crece con los años.

'Mi chica' (Howard Zieff, 1991) Disponible en Filmin

'Mi chica' es una película cien por cien veraniega. También el título que hizo que muchos padres norteamericanos se escandalizasen. Los buenos papás y mamás llevaron a sus hijos al cine, en el otoño del 91 (época en la que se estrenó, pese a transcurrir en verano) para ver otro 'Solo en casa'. Al fin y al cabo, el reclamo era ver a Macaulay Culkin dando su primer beso. Sin embargo, se encontraron con otra cosa muy distinta. La película de Howard Zieff hablaba de la muerte, los silencios familiares y el primer amor a través de los ojos de una niña que no era una niña cualquiera: vivía en una funeraria. 'Mi chica' es, además de una de las películas favoritas de Alejandro Amenábar, una comedia sentimental llena de buenos momentos; con una interpretación de Anna Chlumsky que sorprende teniendo en cuenta su edad en el momento del rodaje. También buen cine comercial, con un buen uso del carisma de Jamie Lee Curtis y Dan Aykroyd, acólitos de la pequeña protagonista. Y, como 'Cuenta conmigo', también estará ligada, para los restos, a una canción mítica de los años 60: ese icónico 'My Girl' de los Temptations.

Si hay una estación que el séptimo arte ha sabido reflejar como ninguna otra, esa es el verano. Los 'seasonals' (o estacionales, perdónenme los enemigos de los anglicismos) sabemos que hay fechas muy cinematográficas. La Navidad, por ejemplo, que nos ha regalado '¡Qué bello es vivir!' o 'Solo en casa', es una de ellas. Pero también Halloween, época para la que ya hay plataformas que se dedican a hacer películas infames como churros. La fiesta del 31 de octubre nos ha legado desde 'Arsénico por compasión' a 'El retorno de las brujas' (o 'Hocus Pocus', que aquí sí conviene decir que el título original en inglés queda muchísimo mejor).

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