Los gestos más emotivos de la infanta Cristina en el debut de Pablo Urdangarin: de la tensión en la grada al abrazo tras la victoria

“Siento que me he quitado un peso de encima, pero lo he disfrutado muchísimo. Mis compañeros me han ayudado a jugar con tranquilidad, a sentirme bien y cómodo en la pista”, expresó Pablo Urdangarin tras su debut con la Real Federación Española de Balonmano. El jugador disputó su primer partido amistoso contra la selección de Suecia en el Saab Arena, en la ciudad de Linköping. Fue una jornada muy especial en la que, como es habitual, estuvo acompañado por la infanta Cristina, que no quiso perderse el momento.

Desde las gradas, la hermana de Felipe VI siguió atentamente el partido. En varios momentos no pudo evitar reflejar la tensión con gestos de preocupación, aunque también disfrutó visiblemente cuando el equipo se acercaba a la victoria. Aplaudió con entusiasmo tras cada gol y aprovechó para grabar con su teléfono algunos instantes, llevándose así recuerdos de una jornada muy especial.

“Debutar contra Suecia, una de las grandes selecciones de balonmano, pues también es un honor bien alto”, añadió el joven. Fue tras la victoria, cuando la infanta Cristina se trasladó hasta los vestuarios para festejar con su hijo el resultado del partido. Un encuentro en el que ambos protagonizaron un cariñoso abrazo.

No sorprendió la presencia de la infanta Cristina en las gradas, ya que tampoco suele perderse ningún partido del Granollers. De hecho, al final de la temporada pasada asistió a la cita en Segovia para celebrar junto al equipo el cierre del campeonato, donde incluso tuvo un pequeño papel protagonista al entregar un trofeo a uno de los jugadores. Toda la plantilla la conoce bien, por lo que repartió saludos y besos entre ellos, mientras que el público segoviano le mostró su afecto y aprovechó para pedirle fotografías.

Además de su debut con la Real Federación Española de Balonmano, Pablo Urdangarin concedió una entrevista en la que compartió sus sensaciones e inquietudes ante esta nueva etapa. “Alguna broma me ha caído sobre el protocolo, sobre cómo dirigirse a mí, pero todos me tratan como a uno más”, explicó al diario El País. En esta ocasión, quien no estuvo presente fue su padre, aunque el nieto de Juan Carlos I no dudó en mencionarlo con cariño: “Es como mi psicólogo. Antes de cada partido lo llamo y me ayuda mucho contarle cómo me siento. Me tranquiliza enormemente”, confesó.