Las mayores fortunas de Rusia que podrían estar en riesgo

De la noche a la mañana, las cosas pueden cambiar y no es raro que, tal y como está el panorama, las grandes fortunas de Rusia comiencen a temer por las posibles sanciones a las que previsiblemente tendrán que hacer frente. No es la primera vez que sucede. En 2018 Estados Unidos lo hizo, perjudicando profundamente algunas de sus economías. Ahora, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha confirmado una batería de sanciones contra varios bancos rusos y tres oligarcas, congelando los posibles activos que estos puedan tener en bancos británicos.

Las cosas no parecen ir como la seda para estas grandes fortunas que, según informa ‘Bloomberg’, ya se han desplomado en unos 33.000 millones de dólares este año. Hombres de negocios que vieron cómo sus cuentas se engrosaban gracias a la habilidad de esos hombres ‘hechos a sí mismos’ tras la desmembración de la Unión Soviética, pero también nuevos empresarios que han sabido aprovechar las oportunidades. Algunos de ellos cercanos a Vladímir Putin, otros no podrían estar más alejados, pero todos pendientes del devenir de los acontecimientos y cómo estos pueden influirles en sus cuentas.

Alexei Mordashov

Es uno de los hombres más ricos de Rusia y lo es gracias a manejar sus negocios con puño de acero. Nacido en Rusia el 26 de septiembre de 1965, Alexei Mordashov es hijo de trabajadores de la industria del acero soviética y ha comentado en alguna ocasión que sus padres recurrieron a los cupones de asistencia social para alimentar a su familia. Solo permitían 200 gramos de mantequilla y 400 gramos de salchichas al mes.

Estudió Ingeniería Económica en la Universidad de Leningrado (ahora San Petersburgo) y más adelante obtuvo un MBA en Inglaterra. Comenzó su carrera en la misma fábrica en la que trabajaron sus padres. Actualmente, Mordashov es propietario de un conglomerado empresarial de industrias que se dedican a la extracción de materias primas, con intereses en el metal, la energía y la minería. Su fortuna está valorada en más de 28.500 millones de dólares y no sería la primera vez que se enfrenta a sanciones, pues Estados Unidos ya hizo lo propio en 2018.

Alexei aplica la misma disciplina en los negocios que en su vida personal. Divorciado de su primera mujer en 1996, se casó de nuevo más adelante, y fruto de esta unión nacieron dos de sus hijos, Kirill y Nikita, a quienes transfirió en 2019 parte de sus acciones y algunos de sus holdings, con la intención de que fueran aprendiendo el negocio. Según ‘The Bell’, esta decisión no tuvo los resultados esperados y tras los nefastos resultados académicos de Nikita, no solo le retiró estos privilegios, también le mandó a hacer el servicio militar, obligatorio para todos los varones rusos menores de 27 años, aunque entre las clases más pudientes suele evitarse.

Alexei, quien es además socio mayoritario del grupo turístico TUI, es propietario del megayate Nord, una joya náutica de 142 metros de eslora y siete cubiertas, revestidas en madera de teca. Tiene capacidad hasta para 36 invitados, cuenta con helipuerto, cine-teatro, spa, sauna, gimnasio, plataforma para el baño y luces submarinas. Según ‘Bloomberg’, habla alemán y, de hecho, lo prefiere al inglés.

Vladímir Potanin

No solo es uno de los hombres más ricos de Rusia, Vladímir Potanin también es uno de los más ricos del mundo. Sin embargo, esto no siempre ha sido así; de hecho, cuando conoció, se enamoró y se casó con su primera mujer, Natalia, las cosas no les iban tan bien. Durante un tiempo tuvieron que vivir en casa de los padres de ella y, durante su sonado divorcio, esta aseguró que tenían que recoger patatas con sus propias manos para alimentarse. La suerte le cambió y la vida también, pues los negocios prosperaron hasta alcanzar la fortuna de 27.000 millones de dólares que posee en la actualidad.

Posee poco más de un tercio de NorNickel, una empresa minera y refinadora de níquel y paladio, así como Onexim Bank, que él mismo fundó. Según recoge ‘Infobae’, actualmente también tiene una participación en la compañía farmacéutica Petrovax Pharm y en la estación de esquí Rosa Khutor.

Sin embargo, si por algo es conocido su nombre fuera de los circuitos económicos es por protagonizar uno de los divorcios más caros. Todo comenzó en 2013, cuando la pareja ponía punto y final a 30 años de matrimonio. El motivo no era otro que la presencia de una tercera persona. Vladímir se había enamorado de una joven con la que trabajaba y tomó la decisión de dejar a su mujer, eso sí, para entonces su relación con Ekaterina ya estaba más que consolidada. Con ella se casó y ha tenido dos hijos.

Amante de los barcos desde que era pequeño, incluso construyó una habitación que simulaba a la de un barco en la casa que levantó con su primera mujer en Rublevka. No sorprende que Oceanco (responsables también del yate de Bezos) haya construido varios barcos para él, uno de los más famosos, el Barbara, es una embarcación de lujo de 88 metros de eslora, pero el Nirvana no se queda atrás, una supernave valorada en más de 150 millones de dólares y que se pudo ver en 2021 en las aguas del Mediterráneo.

Vladímir Lisin

Presidente y accionista mayoritario de Novolipetsk (NLMK), una de las cuatro mayores empresas siderúrgicas de Rusia, Vladímir Lisin tiene una fortuna valorada en unos 26.000 millones de dólares según ‘Forbes’. Comenzó como instalador eléctrico en una mina de carbón en Siberia y, mientras continuaba su formación académica, fue ascendiendo hasta convertirse en ingeniero jefe. Ahora es una gran eminencia en procesos metalúrgicos y posee varias patentes. Es un entusiasta de los deportes de tiro y presidente de la Confederación Europea de Tiro.

Su vida personal se ha mantenido alejada de escándalos, pues se casó con su novia de toda la vida, Lyudmila, a quien conoció cuando iban a clase. Se casaron y así han permanecido hasta la fecha, formando una bonita familia, pues tienen tres hijos en común, con los que comparte aficiones y vacaciones de lujo, ya sea en su mansión privada en Escocia (ignoramos si encantada), un castillo construido en el siglo XVII y sobre una propiedad de 1.300 hectáreas, valorado en 11 millones de dólares.

También posee una residencia en Barvikha (Moscú) y una casa en Ginebra, según ‘Superyatch’, quienes confirman que el yate Socrat le pertenece, así como un jet privado.

Pavel Durov

Es uno de los más jóvenes de la lista, tiene 37 años, pero también es verdad que ocupa puestos más bajos que los millonarios anteriores (ocuparía un nada desdeñable noveno puesto). Sin embargo, sin nada que envidiar, pues Pavel Durov, cuya fortuna está estimada en 17.200 millones de dólares lo compensa todo gracias a su excéntrica vida. En ocasiones se le conoce como el 'Zuckerberg ruso', pues a los 22 años creó Vkontakte (conocida con VK), la red social más grande del país y es fundador y propietario de la empresa de mensajería instantánea Telegram, que desarrolló junto a su hermano.

Nació en San Petersburgo, pero pasó gran parte de su infancia en Turín (Italia), y mientras estudiaba Filología Inglesa en la Universidad Estatal de San Petersburgo creó un sistema online para compartir apuntes y libros. Él es uno de los pocos de la lista que no tiene alianzas con Vladímir Putin; de hecho, hace años, tuvo problemas con los servicios de seguridad rusos por no querer entregar datos de miembros de su red social dedicados al movimiento de protesta. Vendió su participación en VK y en 2014 abandonó Rusia, asegurando que no tenía intención de volver. Se mudó al Caribe.

Su vida personal está rodeada de misterio y nadie puede decir con certeza si tiene pareja o si es un hombre casado, aunque en alguna ocasión él explicó que no creía en el matrimonio como institución. Se le ha relacionado con algunas bellas mujeres, como la modelo Katarina Pudar, pero él aseguró que solo eran amigos. También se afirma que tiene dos hijos con su compañera de universidad Daria Bondarenko, aunque no hay imágenes de los pequeños. Eso sí, según ‘Rusbankro’, 'Forbes' incluyó a ambos niños en la lista de los herederos más ricos.

Tatyana Bakalchuk

Hay que seguir descendiendo en la lista, concretamente hasta el puesto 13, para encontrar a la primera mujer, Tatyana Bakalchuk, cuya fortuna asciende a 13.000 millones de dólares. Antigua profesora de inglés, comenzó su negocio a los 28 años (ahora tiene 46), cuando se encontraba de baja por maternidad. Más adelante se unió su marido al negocio -con quien tiene una numerosa familia. Fundó Wildberries desde su apartamento, una versión rusa de Amazon (aunque al contrario que Bezos, ella no parece tener intención de viajar al espacio), con la que revendía ropa de catálogos alemanes. Arriesgó suprimiendo el pago adelantado, y acertó.

Si bien durante mucho tiempo triunfó la historia de la mujer que se ha hecho a sí misma y ha conseguido conseguir éxitos sin conocimientos previos en economía y sin plan, al parecer sí que existía uno detrás, así como una red de seguridad un tanto mayor, pues la página web con la que comenzó fue creada por la empresa de la que su marido era propietario, según recoge ‘Russia Beyond’. Al parecer esta historia de superación surgió para sortear una fuerte crisis en la que la empresa estuvo a punto de cerrar. Una vez más, su estrategia funcionó y ahora es la mujer más rica de Rusia.

Eso no ha cambiado su forma de ver el mundo, para ella su prioridad siguen siendo sus hijos, aunque delega gran parte del peso de la crianza en los abuelos, siendo ambos progenitores trabajadores fuera de casa. No entiende la necesidad de comprar una casa, ni siquiera para dejarles una propiedad a sus hijos y prefiere seguir de alquiler. “En cinco o diez años puedes sentirte incómodo en esa casa o tus circunstancias cambiar”, explicaba en una entrevista para ‘Marie Claire’, “En la sociedad hay una tendencia a no invertir dinero en cosas muertas, sino a gastarlo en algo que da emociones vivas y te hace feliz”.