Ben Stiller, más que el gracioso: familia de actores, trastorno bipolar y fan de 'Star Trek'
El actor es un rostro conocido a nivel mundial tras una fructífera carrera en el mundo de la interpretación, pero hay quien no lo conoce todo sobre él
Han pasado más de tres décadas desde que Ben Stiller participara en su primer proyecto cinematográfico de manera oficial. Lo cierto es que tenía solamente diez años cuando debutó como actor en 'Kate McShane' -la serie en la que, en aquel momento, trabajaba su madre-, pero sería diez años después cuando empezaría su carrera. Una trayectoria marcada por la risa que, a la vista está, lleva en las venas porque, no solamente su madre, su padre también fue actor y de comedia.
Nacido en Nueva York, el 30 de noviembre de 1965, Ben Stiller es hijo de del actor estadounidense Jerry Stiller, conocido por su papel de Frank Costanza en la serie 'Seinfeld', además de Maury Ballstein en 'Zoolander', y Anne Meara, reconocida por su papel como Dorothy Halligan, en la mundialmente famosa serie 'ALF'. También tiene una hermana actriz, Amy Stiller, que, aunque no tan conocida como él, ha participado en algunas ficciones relevantes del cine y la televisión.
En definitiva, una familia de estrellas por la cual el destino del intérprete parecía estar escrito desde mucho antes de que empezara a formarse en el ámbito de la actuación en 1983. Sus apellidos no le sirvieron, en cambio, para tener trabajo de la noche a la mañana y fueron muchos los castings que tuvo que hacer hasta empezar a conseguir sus primeros papeles. Fue su faceta de cómico la que obtuvo el reconocimiento de los expertos que vieron en él el talento innato que le ha llevado a donde está hoy.
Su currículum acumula casi un centenar de proyectos, entre los que se incluyen algunos episodios de series tan emblemáticas como 'Friends' y otros en los que él mismo ha ejercido de guionista y director. 'Zoolander' es, sin duda, su ópera prima y, según distintos medios, solamente esta cinta le aportó 25 millones de dólares. Así, cuenta con uno de los patrimonios más grandes de Hollywood, que aumentó tras la muerte de su madre en 2015 y la de su padre cinco años después, en 2020.
No en vano, no todo ha sido un camino de rosas en la vida de Ben Stiller. Él mismo ha explicado en varias ocasiones que "no es un tipo con el que sea fácil tratar". A raíz de varios inexplicables cambios de humor durante el rodaje de 'Zoolander', el actor admitió padecer trastorno bipolar. "Tengo un rico historial de eso en mi familia", confesaba en una entrevista, explicando que sospechaba haberlo heredado de su abuela. Tiempo después, volvía a confirmarlo y aseguraba que su participación en 'Friends' como "el novio de Rachel que gritaba" tuvo mucho que ver con la forma en la que trató de tomarse esta enfermedad con humor.
El actor volvería a dar la sorpresa años más tarde cuando, en otra conversación con los medios, afirmaba que todo lo que se había dicho sobre su trastorno bipolar era falso. "Hice una broma acerca de que estaba como loco y ellos publicaron: '¡Ben Stiller es bipolar!", comentaba. Así que son muchas las dudas que rodean a Ben Stiller sobre su supuesta enfermedad.
Lo que sorprendió, y para bien, fue la reconciliación con su exmujer Christine Taylor, hace a penas unos meses, de la que el intérprete habló el pasado febrero. La pareja pasó por el altar en el año 2000, se separaron en 2017 y, recientemente, decidían darse una segunda oportunidad, tal y como confesaba el actor en una entrevista con la revista 'Esquire'. "Ha sido realmente maravilloso para todos nosotros. Inesperado y una de las cosas buenas que surgieron de la pandemia", explicaba.
Al parecer, su relación sentimental se reavivó después de que Stiller y Taylor, de 50 años, decidieran que lo mejor sería que él volviera a vivir con ella y sus dos hijos durante los primeros días de la pandemia, ya que, según acordaron, era la única forma de que él pudiera ver a sus dos hijos durante el confinamiento. Una decisión que también tomaron otros ex bien avenidos como Bruce Willis y Demi Moore. Con el tiempo, las cosas evolucionaron: "Estábamos separados y volvimos a estar juntos y estamos felices por ello", añadía confirmando una noticia que hasta la fecha no había trascendido.
En uno de sus mejores momentos personales, por lo tanto, y también profesionales, Ben Stiller puede ahora dedicarse a sus aficiones. La principal, adentrarse en el mundo de 'Star Trek', del que es fan incondicional hasta tal punto de que a su productora, Red Hour Films, le puso ese nombre por dicha obra del espacio. También le encanta la música -de hecho, ha participado en muchos videoclips- y pasar tiempo con sus amistades, entre los que se encuentra Tom Cruise, uno de sus mejores amigos. No obstante, cuenta con una importante faceta solidaria y ejercer como embajador de diferentes instituciones en favor de los refugiados sirios.
Han pasado más de tres décadas desde que Ben Stiller participara en su primer proyecto cinematográfico de manera oficial. Lo cierto es que tenía solamente diez años cuando debutó como actor en 'Kate McShane' -la serie en la que, en aquel momento, trabajaba su madre-, pero sería diez años después cuando empezaría su carrera. Una trayectoria marcada por la risa que, a la vista está, lleva en las venas porque, no solamente su madre, su padre también fue actor y de comedia.