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La sórdida historia de Norma McCorvey, la demandante que logró legalizar el aborto en EEUU
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ROE VS. WADE

La sórdida historia de Norma McCorvey, la demandante que logró legalizar el aborto en EEUU

McCorvey, cuyo seudónimo legal fue Jane Roe, pasó de ser una lesbiana defensora del aborto a una católica renacida y portavoz provida. Tras su muerte, dijo que todo era mentira, pero ¿qué parte exactamente?

Foto: Norma McCorvey, con la abogada Gloria Allred en los 80. (Reuters)
Norma McCorvey, con la abogada Gloria Allred en los 80. (Reuters)

En enero de 1970, la letrada Linda Coffee recibió la llamada de un colega especializado en adopciones. Le acababa de visitar una mujer que quería interrumpir su embarazo, pero no tenía dinero para irse fuera de Texas a abortar. En ese momento, las abogadas Sarah Weddington y Linda Coffee buscaban un caso para impugnar las leyes del aborto en Texas. Necesitaban una demandante: una mujer embarazada que fuera demasiado pobre para viajar a otro estado en busca de un aborto legal. McCorvey cumplía los requisitos. Coffee se reunió con aquella chica inmediatamente, tenía 21 años, estaba embarazada de su tercer hijo (los dos anteriores, dados en adopción) y estaba dispuesta a enfrentarse a las leyes antiaborto de Texas.

La futura demandante estaba incómoda y era incapaz de charlar de trivialidades, lucía la palidez de la gente con mala suerte. Parecía, según contó en un reportaje del 'Vanity Fair' estadounidense, “como si se acabara de levantar de la cama y se hubiera olvidado de peinarse”. Durante los siguientes dos años, las abogadas Coffee y Weddington se dedicaron en cuerpo y alma a diseñar la estrategia legal que llevaría al histórico fallo de Roe contra Wade. Así es como se conoce la trascendental decisión de la Corte Suprema estadounidense que, en 1973, instauró la protección a nivel nacional del derecho de una mujer a abortar durante el primer trimestre del embarazo. La demandante, McCorvey, usó el seudónimo legal Jane Roe. Sus abogadas argumentaron que no podía permitirse viajar fuera del estado y que la legislación texana infringía sus derechos constitucionales.

placeholder Norma McCorvey, en su etapa provida. (Reuters)
Norma McCorvey, en su etapa provida. (Reuters)

En su decisión, por una mayoría de siete a dos, la corte esgrimió que era "evidente" el perjuicio "que el estado impondría a la mujer embarazada al negarle por completo esta opción”. Desde entonces, la corte ha anulado sistemáticamente las prohibiciones del aborto... hasta el pasado lunes, cuando 'Politico' publicó un documento que dice que la mayoría de los nueve magistrados de la Corte Suprema se inclina por anular la histórica resolución de Roe vs. Wade. La noticia ha supuesto un auténtico bombazo informativo, ha encendido a la opinión pública y ha movilizado a la clase política y la sociedad civil. La consecuencia inmediata de anular Roe vs. Wade sería el fin de la obligación para los estados de EEUU de garantizar el derecho al aborto de sus ciudadanos, lo que les permitiría confeccionar una legislación a su antojo en este asunto tan delicado. Se estima que, de seguir adelante la anulación, el aborto podría ser vetado en más de la mitad del país en un corto periodo de tiempo.

Dio a luz durante el proceso

Norma McCorvey fue la improbable heroína de toda esta historia. Para ella, la sentencia llegó tarde y durante el proceso dio a luz a un tercer hijo que también entregó en adopción. Su infancia estuvo marcada por el abandono de su padre y el alcoholismo de su madre. Con 10 años, robó dinero de una gasolinera local y huyó con una amiga. Al hospedarse en un hotel en la ciudad de Oklahoma, la señora de la limpieza encontró a McCorvey y su amiga besándose y llamó a la policía. A partir de entonces entró de forma intermitente en reformatorios e instituciones sociales, la que calificó como "la etapa más feliz" de su vida en su biografía, 'I Am Roe'.

Tras pasar una etapa viviendo con un primo que, según su versión, la violaba, se casó a la edad de 16 años con un hombre mucho mayor que ella. Se quedó embarazada de una niña que terminó siendo adoptada por su madre y su padrastro sin su consentimiento. Luego tuvo otro hijo que dio en adopción. En 1969 se quedó embarazada de nuevo y primero alegó que había sido violada (algo de lo que después se retractaría) para conseguir que los médicos le practicaran un aborto. Después conoció a las abogadas que le cambiarían la vida.

placeholder McCorvey, en una cafetería. (Cordon Press)
McCorvey, en una cafetería. (Cordon Press)

Cuando el caso logró la victoria en 1973 ante la Corte Suprema, McCorvey ya había dado a luz y estaba muy desvinculada emocionalmente. “Sonó el teléfono y era Sarah [Weddington] y dijo: 'Ganamos'. Y le dije: 'No, Sarah, ganaste'. Ella dijo: 'Bueno, pensé que tal vez estarías emocionada'. Dije: '¿Por qué estaría emocionada? Tuve un bebé, pero lo regalé. Esto es más para las mujeres que vengan detrás de mí'”, contó en el documental 'AKA Jane Roe', donde abordaba la parte más controvertida de su vida (sí, hay más): su repentina 'conversión' al antiabortismo tras años de activismo.

La versión oficial dice que en 1995, estando ella trabajando en una clínica, conoció a Flip Benham, líder nacional del grupo antiabortista Operation Save America. Se sentó con ella en un banco, le contó su vida de excesos (tan parecida a la suya) y así, charlando, la convenció de pasarse al otro lado. Benham la bautizó y de la noche a la mañana, Jane Roe se convirtió en el mayor trofeo del movimiento provida. Hizo una gira por todo el país, participó en programas de televisión y llegó a ser arrestada en una ocasión por defender la causa. Incluso renunció a su larga relación de pareja con Connie González.

“Los defensores de la vida me han mostrado lo que es ser un ser humano por primera vez en toda mi vida. Me han amado, me han nutrido y se han preocupado por mí. Nunca me había sentido tan bien por ser mujer o por ser solo una persona como con estas personas”. En respuesta a la traición sentida por parte de antiguos compañeros proabortistas, McCorvey respondió: "Todo lo que estoy haciendo es velar por la salvación de Norma, ​​es así de simple".

placeholder Norma McCorvey, en uno los actos que protagonizó. (EFE)
Norma McCorvey, en uno los actos que protagonizó. (EFE)

Pero McCorvey nunca fue una fuente demasiado fiable. En el documental antes citado, Norma se 'confesaba' en la que fue su última entrevista antes de morir en 2017 y revelaba que su conversión al movimiento provida en realidad había sido solo una cuestión de dinero. Se calcula que ganó medio millón de dólares procedente de los activistas religiosos. "¿Te usaron como trofeo?", le preguntan en el documental. "Por supuesto. Yo era el pez gordo", explicó tranquilamente. "Fue algo mutuo, ¿sabes? Cogí su dinero, me pusieron frente a las cámaras y me dijeron lo que tenía que decir. Soy una buena actriz”.

¿Pero era verdad? Se sabe que en los días previos a su muerte también llamó a una activista antiaborto para confesarle que estaba agobiada por la ley que llevaba su seudónimo. En realidad, ninguno de los dos movimientos puede colgarse la medalla de Norma McCorvey, fue igual de creíble defendiendo las dos causas y luego apostatando de ambas. Al final, quizá era simplemente eso lo que quería Jane Roe: no sentirse usada por nadie por primera vez en su vida.

En enero de 1970, la letrada Linda Coffee recibió la llamada de un colega especializado en adopciones. Le acababa de visitar una mujer que quería interrumpir su embarazo, pero no tenía dinero para irse fuera de Texas a abortar. En ese momento, las abogadas Sarah Weddington y Linda Coffee buscaban un caso para impugnar las leyes del aborto en Texas. Necesitaban una demandante: una mujer embarazada que fuera demasiado pobre para viajar a otro estado en busca de un aborto legal. McCorvey cumplía los requisitos. Coffee se reunió con aquella chica inmediatamente, tenía 21 años, estaba embarazada de su tercer hijo (los dos anteriores, dados en adopción) y estaba dispuesta a enfrentarse a las leyes antiaborto de Texas.

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