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La lista de Epstein para dummies: lo que se sabe, lo que no se sabe y lo que no se sabrá
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La lista de Epstein para dummies: lo que se sabe, lo que no se sabe y lo que no se sabrá

El revuelo reciente ha sido causado por la desclasificación de documentos ordenada por la jueza que instruye el caso, con las declaraciones de presuntas víctimas de la red de prostitución de menores

Foto: Jeffrey Epstein y su avión. (Gtres/Shutterstock)
Jeffrey Epstein y su avión. (Gtres/Shutterstock)

¿Qué tienen en común Bill Clinton, el papa Juan Pablo II, Michael Jackson y Stephen Hawking? Esta pregunta, que parece el principio de un chiste malo, es en realidad parte de uno de los casos más sórdidos de los últimos tiempos: el de Jeffrey Epstein.

Y como el caso es cualquier cosa menos gracioso, conviene también hacer un ejercicio de rigor y seriedad para aclarar los motivos por los que ellos y tantos otros aparecen en esa llamada 'lista de Epstein', sin caer en la tentación de los ríos de tinta que provocan los ingredientes de la trama: el brillo de la fama y el poder, la sordidez de la prostitución de menores en islas privadas y la muerte de su protagonista en prisión en 2019, certificada como suicidio pero que destapa todo tipo de teorías conspiranoicas.

El revuelo reciente ha sido causado por la desclasificación de documentos ordenada por la jueza que instruye el caso, Loretta A. Preska, y que tuvo lugar esta semana, entre el miércoles y el jueves. Aunque se preveía un festín mediático que salpicaría a grandes figuras de la política, la realeza, Hollywood y Wall Street, conviene decir, en primer lugar, que en los documentos no se encuentran pruebas incriminatorias para ninguno de los mencionados.

placeholder Donald Trump, Melania Trump, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en una foto del documental de Netflix.
Donald Trump, Melania Trump, Jeffrey Epstein y Ghislaine Maxwell, en una foto del documental de Netflix.

El grueso del material desclasificado se centra en las declaraciones de algunas de las presuntas víctimas de la red de prostitución de menores, especialmente Johanna Sjoberg y Virginia Giuffre, pero incluye también innumerables emails y mensajes de texto. En general, llueve sobre mojado, pero sí ha habido nombres inesperados que han acaparado titulares, aunque en la mayoría de casos tienen sobre el papel una vinculación meramente episódica.

Empecemos por los que hay que exonerar inmediatamente: aunque fue uno de sus círculos de acción favoritos, poco se puede objetar contra las celebridades de Hollywood. Leonardo DiCaprio, Cate Blanchett, Bruce Willis, Cameron Diaz o George Lucas aparecen en la lista por alusiones. Sjoberg así lo explicó: "Yo no los conocí. Cuando hablé sobre ellos era cuando estaba haciendo un masaje (a Epstein), y él muchas veces estaba hablando por teléfono y alguna vez decía: ‘¡Oh! Era Leonardo’ o 'era Cate Blanchett o Bruce Willis' y ese tipo de cosas". Pero nunca los vio en persona ni la situación fue más allá de dejar caer sus nombres de manera informal.

Tampoco es ningún secreto que Epstein se movía con mucha soltura en los ambientes de Hollywood y, de hecho, el 'New York Times' se permite un único párrafo más especulativo en el que dice: "Una de las grandes curiosidades sobre el señor Epstein es cómo una persona que dejó sus estudios universitarios pudo amasar una fortuna de 600 millones de dólares y convertirse en amigo de todo un catálogo de políticos, celebridades, académicos y hombres adinerados. Los documentos no responden a esa pregunta, pero revelan la naturaleza relajada que parecía compartir con esas personas".

Así, la mención de Donald Trump tiene que ver con "parar a saludar" a su paso por Atlantic City y otros como Michael Jackson aparecen como 'cameos', pues fueron vistos en la casa de Palm Beach por algunas de las presuntas víctimas.

placeholder Leonardo DiCaprio, en una imagen reciente. (EFE/David Swanson)
Leonardo DiCaprio, en una imagen reciente. (EFE/David Swanson)

Más entresijo tiene la relación con otro expresidente, Bill Clinton. El 'New York Times' aclara que Clinton nunca obstaculizó el acceso a toda la información que pudiera vincularlo a Epstein y todo lo que Sjoberg dice de él es que Epstein una vez mencionó que “le gustaban jóvenes”, lo cual no es ningún secreto después del caso Lewinsky.

Pero el 'New York Post', siempre más experto en decir sin decir, menciona el número de veces que Clinton aparece en los documentos para mantener la ambigüedad (73 veces), entre ellas cuando fue a la redacción de 'Vanity Fair' a defender a su “amigo” Epstein de las acusaciones vertidas contra él y menciona la presencia de Ghislaine Maxwell -mano derecha y expareja de Epstein, condenada a 20 años de prisión por tráfico sexual- en la boda de su hija Chelsea.

Aunque probablemente el más enfangado en el caso sea el príncipe Andrés y en estos documentos, aunque no haya más pruebas, sí testimonios que engrosan su terrible historial. Epstein le dijo a Sjoberg que le diera al príncipe "todo lo que le pidiera" cuando ella todavía era menor de edad y otra testigo no identificada dijo que fue "forzada a tener sexo con este príncipe cuando era menor en tres lugares distintos", según los documentos judiciales de 2014.

Uno de ellos era el apartamento de Maxwell en Londres y el otro la isla privada de Epstein en las Islas Vírgenes. Giuffre, por su parte, declaró en 2016 que había sido forzada a tener sexo con el millonario Thomas Pritzker, el exsenador George Mitchell, el exgobernador de Nuevo México Bill Richardson y el profesor del prestigioso MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) Marvin Minsky. Todos negaron las alegaciones y los dos últimos han fallecido.

placeholder El príncipe Andrés, durante la misa de Navidad en Sandrigham. (Reuters/Chris Radburn)
El príncipe Andrés, durante la misa de Navidad en Sandrigham. (Reuters/Chris Radburn)

En terrenos dudosos queda la presencia en la lista del mago David Copperfield, que, según los documentos a los que tuvo acceso el 'Wall Street Journal', dijo a una de las presuntas víctimas de Epstein si "era consciente de que pagaban a algunas chicas para encontrar otras chicas".

Y alguno de los nombres más chocantes tienen una rocambolesca explicación: el científico Stephen Hawking, que viajó a la mansión de Epstein en las Islas Vírgenes, pero del que el magnate pidió a Maxwell por email en 2015 que desmintiera la participación del astrofísico en una orgía con menores. La presencia del papa Juan Pablo II en la lista, otra de las grandes sorpresas, se justifica porque, según algunos testigos, Epstein tenía una foto con él en Florida, aunque no hay más detalles.

Todavía figuran nombres como 'censurados' en la lista, pero la jueza asegura que no tienen valor público, lo cual deja siempre terreno para la especulación. Y muchos de los implicados siguen diciendo que desconocían las actividades de Epstein o que rompieron vínculos con él hace ya muchos años.

¿Es posible que tan poca gente supiera lo que realmente estaba pasando? ¿Por qué se rompieron esos vínculos? ¿Esto es todo o continúa el pacto de silencio? Los documentos, como apuntaba el 'New York Times', solo cavan la fosa de Epstein más y más profundo, pero salpican de manera muy acotada a los que siguen vivos. ¿Continuará?

¿Qué tienen en común Bill Clinton, el papa Juan Pablo II, Michael Jackson y Stephen Hawking? Esta pregunta, que parece el principio de un chiste malo, es en realidad parte de uno de los casos más sórdidos de los últimos tiempos: el de Jeffrey Epstein.

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