La tristeza de Michelle Obama al anunciar la muerte de su madre, Marian Robinson
La exprimera dama ha recordado a su progenitora en un extenso comunicado que ha publicado en redes, donde ha confesado que no sabe cómo va a "seguir adelante sin ella"
Es un fin de semana triste para la familia Obama. Marin Robinson, la madre de Michelle, falleció “en paz” el viernes por la mañana a los 86 años. Sus familiares han querido recordarla en un extenso comunicado en el que han mostrado su tristeza. “Ninguno de nosotros sabe muy bien cómo exactamente podremos seguir adelante sin ella", escribía la exprimera dama en sus redes sociales. En sus páginas han querido despedirse también su marido, Barack Obama, su hermano y su cuñada, Craig Robinson y Kelly, y sus hijos.
Nacida en el seno de una familia humilde, Robinson se crio como una más de siete hermanos en Chicago. Puede que de esos años sacara la inteligencia que sus allegados han querido resaltar en sus últimas palabras. “Su sabiduría parecía casi innata, pero en realidad se la había ganado a pulso gracias a su profunda comprensión de que los bordes más ásperos del mundo siempre podían limarse con un poco de gracia”, ha manifestado su hija.
Y es que la matriarca sabía resumir las lecciones de la vida en dos palabras: “En una frase rápida que hacía que todos a su alrededor se detuvieran a pensar”. Su faceta como estudiante de profesora le ayudó a conseguir esto, aunque finalmente se dedicara a trabajar de secretaria. De esta manera, sus nietos aprendieron el significado de “no preocuparse por las pequeñas cosas” o sus hijos supieron que “no solo criarían bebés, sino a personitas”.
Michelle no ha querido dejar pasar la ocasión para recordar la fortaleza con la que su madre se había enfrentado a la vida. "Mi mamá fue mi roca, siempre estaba ahí para lo que necesitara. Ella era un respaldo constante para toda nuestra familia y estamos desconsolados por compartir que ella falleció hoy", ha expresado.
La relación entre ambas era muy especial. Robinson quiso ayudar a su hija durante los mandatos de Obama y para ello se mudó a la Casa Blanca. Consiguió que Michelle sintiera menos presión y la apoyó con la crianza de sus dos nietas, Malia y Sasha. Un gesto que a día de hoy la exprimera dama le sigue agradeciendo y que sus pequeñas recuerdan con cariño. “Aunque hacía cumplir las reglas domésticas que habíamos establecido a la hora de dormir, mirar televisión o comer dulces, dejó en claro que estaba del lado de sus nietos", ha rememorado la abogada.
De su etapa presidencial también se ha acordado Obama. “En esos ocho años, se hizo amiga de los acomodadores y mayordomos, de la gente que hacía de la Casa Blanca un hogar", ha alabado su sencillez. Además, como anécdota, ha añadido que entre todas las personalidades del mundo, solo pidió conocer al Papa. "Hubo y habrá solo una Marian Robinson. En nuestra tristeza, nos sentimos reconfortados por el extraordinario regalo de su vida. Y pasaremos el resto de las nuestras tratando de vivirlas a través de su ejemplo", ha concluido en sus redes.
Estas son solo algunas de las palabras de cariño con las que sus familiares se han despedido desoladamente, pero que se refuerzan cuando se conoce su historia. Cuando era adolescente, sus padres se separaron y tuvo que ver cómo su madre la sacaba a delante con un sueldo de auxiliar de enfermería.
Pero siguió creyendo en el amor y lo encontró en Fraser Robinson, padre de Michelle, de quien se enamoró rápidamente. Su matrimonio duró hasta 1991, cuando falleció. Sus familiares se sienten consolados al pensar que ahora por fin ha regresado con su marido y que ella le cuenta cómo ha sido su “hermoso y salvaje viaje” mientras él la escucha desde su sillón reclinable.
Es un fin de semana triste para la familia Obama. Marin Robinson, la madre de Michelle, falleció “en paz” el viernes por la mañana a los 86 años. Sus familiares han querido recordarla en un extenso comunicado en el que han mostrado su tristeza. “Ninguno de nosotros sabe muy bien cómo exactamente podremos seguir adelante sin ella", escribía la exprimera dama en sus redes sociales. En sus páginas han querido despedirse también su marido, Barack Obama, su hermano y su cuñada, Craig Robinson y Kelly, y sus hijos.