Así han sido las 72 horas 'non-stop' de los Obama en Barcelona: música, museos y cenas exclusivas

Paseos por el centro de la ciudad, visitas a los puntos de interés cultural más destacados, un concierto de ensueño y copiosas cenas en los restaurantes más lujosos de la ciudad han sido tan solo algunos de los planes que Barack y Michelle Obama han disfrutado durante su visita Barcelona. El expresidente de Estados Unidos y su mujer llegaban a la Ciudad Condal el pasado jueves por la noche con motivo del concierto de su íntimo amigo Bruce Springsteen en la capital catalana. Sin embargo, el matrimonio ha querido exprimir este viaje al máximo recreando, a ratos, una segunda luna de miel.

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Sara Castellanos

Alojados en el Gran Hotel La Florida, uno de los cinco estrellas más cotizados de la urbe situado en el Tibidabo, Barack y Michelle han conseguido encontrar su paz a través de planes de ocio similares a los de cualquier otro turista, pero que han provocado cierto impacto en el desarrollo cotidiano de Barna. La presencia de los efectivos de seguridad ha sido más que notable. Por ello, la pareja no ha podido dar un solo paso en privado y su estancia en la ciudad ha sido retransmitida casi minuto a minuto.

Tal y como muestra una fotografía con los trabajadores del local, en primer lugar decidían, junto al cineasta Steven Spielberg y su esposa, la actriz Kate Capshaw, acudir sin reserva ni aviso previo al restaurante Amar, ubicado dentro del hotel Palace y con un precio medio por persona de 180 euros. Una vez en la Gran Vía, se adentraban de lleno en la gastronomía mediterránea. Ibéricos, ostras, tostada de pan brioche con mantequilla y caviar, el famoso bikini de salmón ahumado, carne de wagyu, torrija XXL o pastel de queso tibio fueron solo algunos de los platos de los que disfrutaron los comensales, los cuales abandonaron el local aproximadamente a las 3 de la madrugada.

No obstante, dicha hora no fue un impedimento para que el expresidente de los Estados Unidos y la escritora madrugaran con el objetivo de conocer a fondo la Ciudad Condal. Un paseo por el Barrio Gótico, que acabó derivando en una visita al Museo Moco de Barcelona, un museo independiente con una amplia gama de inspiradoras obras de arte moderno, contemporáneo y callejero en el que destaca la presencia de Banksy.

Posteriormente, el matrimonio se retiró al hotel con vistas a descansar para el concierto de Springsteen, que dio comienzo a su gira europea el viernes por la noche en el Estadio Olímpico Lluís Companys. Precisamente, allí pudimos ver a Michelle Obama sobre el escenario. Una aparición que se ha convertido en todo un fenómeno viral en las redes sociales.

La energía no decaía y durante la mañana del sábado, tras disfrutar de una impresionante velada de música, la pareja se trasladaba hasta el monasterio de Montserrat, sorprendiendo así a los turistas allí presentes. Respaldados por los Mossos d’Esquadra y su equipo de seguridad, eran recibidos por el abad Manel Gasch y el prior Bernat Juliol justo, que les guiaban en su visita al templo religioso, donde pudieron conocer a la mítica Virgen de la Moreneta y donde, por supuesto, firmaron el Libro de Honores.

Esta era la última aparición pública de Barack en la Ciudad Condal, ya que por motivos laborales tenía que abandonar la capital catalana para dar una conferencia en Zurich. Sin embargo, Michelle Obama decidía quedarse un día más en nuestro país junto al matrimonio Spielberg, con el que disfrutaba de sus últimos planes; entre ellos, una visita al Museu Picasso. Según desvelan algunos de los allí presentes, la que fuese Primera Dama de los Estados Unidos prestó especial atención a las obras más clásicas del autor como ‘Ciencia y caridad’ o ‘Primera comunión’.

Por último, la también abogada, enamorada de los platos nacionales, quiso despedirse por todo lo alto visitando otro de los restaurantes más exclusivos de la capital catalana: ABaC, el tres estrellas Michelin de Jordi Cruz, que cuenta con un precio medio de unos 300 euros por persona. “Muchas gracias por dejarnos cocinar este encuentro tan especial, admiración absoluta”, escribió el juez de MasterChef en su perfil de Instagram.