Los colores protagonistas fueron los blancos y los tonos pastel, destacando especialmente el vestido de Victoria Beckham, un diseño de inspiración nupcial de corte recto que se desliza suavemente hacia el suelo, rematado con una delicada cola. La prenda, de escote cerrado con una discreta abertura de barquillo, resalta por sus mangas abiertas y por el fruncido en la cintura, que crea una silueta esbelta y estilizada.
Victoria Beckham junto a su marido, David. (Gtres)
Por su parte, la inconfundible Donatella Versace optó por un vestido en un suave rosa pastel que, al igual que el de Beckham, presenta un diseño de escote cerrado, corte recto y ajustado, y culmina en una elegante cola, lo que también le otorga cierto aire nupcial. La parte superior del vestido es semitransparente y cuenta con una estructura encorsetada que realza la figura. Además, al igual que en el diseño de Beckham, el fruncido en la cintura juega un papel clave en la estilización de la silueta. Este duelo de estilo no tiene una ganadora clara, ya que ambas acertaron con sus elecciones, luciendo vestidos totalmente acordes a su estilo personal y defendiéndolos con absoluta maestría.
Donatella Versace. (Gtres)
Por otro lado, uno de los momentos más entrañables de la velada lo protagonizó David Beckham, quien se mostró especialmente afectuoso con la actriz Helen Mirren, a la que abrazó con ternura bajo la atenta mirada de Victoria, visiblemente emocionada. Mirren, fiel a su elegancia innata, eligió para la ocasión un vestido de encaje en un vibrante verde esperanza, que combinaba a la perfección con su melena bob rubia y un turbante a juego. Las imágenes del evento también captaron a la reina Camila saludando a un grupo de invitados que se mostraban muy alegres.
David Beckham abrazando a Helen Mirren. (Gtres)
Una cena muy especial que reunió a grandes nombres de la moda y la realeza, convirtiéndose en un auténtico desfile de estilismos, además de dejarnos momentos inolvidables y conmovedores.