Emmanuel Macron, muy enfadado, se pronuncia sobre la demanda a una influencer por difamar a Brigitte: “Esto es un disparate”

Emmanuel Macron ha puesto fin a sus vacaciones privadas con su esposa, Brigitte, en la Provenza francesa para viajar hasta Estados Unidos. Lo hizo junto a varios jefes de Estado o de Gobierno para acompañar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en su reunión con Donald Trump en la Casa Blanca en la búsqueda de un alto al fuego entre Rusia y Ucrania.

Una simbólica visita del presidente de Francia a Estados Unidos semanas después de que él y su mujer, Brigitte Macron, demandasen allí a Candace Owens, una influencer estadounidense que ha estado usando sus canales en internet para difundir noticias falsas sobre el matrimonio, especialmente sobre Brigitte. Owens llegó a asegurar que la primera dama había nacido hombre bajo el nombre de ‘Jean-Michel Trogneux’ (que, en realidad, es su hermano), que los Macron son parientes y que el presidente es “producto de un experimento de la CIA o un programa similar de control mental”.

Sobre ello, aprovechando la actualidad política y su visita a Estados Unidos, ha hablado Macron en una entrevista para el medio francés ‘Paris Match’. En un principio, intentaron ser fieles a la norma de no pronunciarse al respecto y evitar que los rumores se difundiesen todavía más en cuanto ellos se involucransen: “Corríamos el riesgo de provocar un ‘efecto Streisand’, que acentúa aún más la atención sobre estas mentiras”. Además, Brigitte había presentado ya una demanda similar en Francia contra otras dos personas por los mismos motivos y un tribunal de apelación las había absuelto de todos los delitos.

En cambio, la bola se hizo tan grande que los Macron, marido y mujer, decidieron intervenir de forma conjunta con una demanda en Estados Unidos. “Se trata de defender la verdad”, aseguró el presidente. “Hablamos del estado civil de la primera dama de Francia, esposa, madre, abuela. No es libertad de expresión querer impedir que se restablezca la verdad. Quienes les hablan de esta supuesta libertad de expresión son quienes prohíben la entrada a los periodistas al Despacho Oval. No lo acepto”.

Para Macron, todo esto no es más que una estrategia política que quiere conseguir, entre otras muchas cosas, el desgaste de los líderes políticos. “Se trata de alguien que sabía perfectamente que tenía información falsa y lo hizo con el objetivo de causar daño, al servicio de una ideología y con conexiones establecidas con líderes de extrema derecha”, señala el político.

A fin de cuentas, reconoce, son mentiras que se difunden en contra de su mujer, independientemente de su perfil mediático, y como marido y ella como principal afectada no están dispuestos a permitir. “¡Se trata de defender mi honor! Porque esto es un disparate”.

Los Macron tienen ahora un periplo judicial en los Estados Unidos en su lucha contras Owens y su serie de ocho capítulos, ‘Becoming Brigitte’, publicada este 2025. A pesar del convencimiento del presidente y su mujer, no es fácil que la justicia les dé la razón. Las leyes estadounidenses sobre difamación requieren a las figuras públicas -como es su caso- que demuestren que hay una “mala intención real” detrás de todo esto y que, efectivamente, esa persona a la que demandan sabía que la información que estaba difundiendo era falsa.