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¡No renuncies a la pasta! Cómo y cuándo tomarla para que no te engorde
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ALIMENTACIÓN saludable

¡No renuncies a la pasta! Cómo y cuándo tomarla para que no te engorde

No son tan malos como los pintan las últimas tendencias en adelgazar. Existe una forma correcta y saludable de incluir la pasta en tu alimentación diaria sin miedo a los kilos de más

Foto: No condenes a los espaguetis al ostracismo. (Imagen: Reformation)
No condenes a los espaguetis al ostracismo. (Imagen: Reformation)

En la última década se han puesto de moda las dietas que demonizan los carbohidratos y prometen una pérdida de peso espectacular. Y con ese reclamo, los carbohidratos –con la pasta como cabeza de cartel– se han convertido en los malos de la película y han sido marginados de la alimentación. Incluso, han sido insultados con nombres como gordohidratos. ¿Merecen ese bullying alimenticio al que se les ha sometido? La respuesta es no, pero sí que puedes aprender a comerlos para que te aporten los nutrientes necesarios y no acaben sumando kilos de más.

Elige la mejor opción

Si lo que buscas es bajar de kilos, no tendrás que renunciar a la pasta, pero deberás tener en cuenta los aderezos y las raciones. Evidentemente, un plato de pasta con salsa carbonara, salpicado de trocitos de beicon no es la mejor elección para que la báscula te premie con buenas noticias. En cambio, una ensalada de espirales con tomatitos y calabacín es un plato saludable que no añadirá kilos de más. También deberás fijarte en las raciones. En algunas dietas se aconseja que la pasta haga las veces de guarnición, en vez de tomarte un gran plato y repetir como si no hubiera un mañana. Pero todo esto no es porque la pasta sea mala en sí, sino porque si estás a régimen, lo mejor es no descontrolarte con las porciones.

La pasta que adelgaza

Los italianos llevan fatal que su orgullo patrio culinario haya sido declarado una de las razones por las que no podemos adelgazar. Tal vez por ello, un grupo de investigadores de este país, concretamente del Instituto Neurome de Pozzilli, demostró que estas acusaciones eran poco menos que injurias en un estudio publicado en 'Nutrition & Diabetes Journal'. Y no solo eso: llegaron a demostrar que el consumo de pasta podría estar relacionado, también, con una pérdida de peso. Para ello, analizaron a 23.000 personas y concluyeron que los que tomaban pasta de forma habitual pero con moderación tenían una cintura más estrecha que quienes no lo hacían. Y es que la clave, de nuevo, está en la moderación.

Más sanos

Prescindir de cualquier nutriente no es bueno. De hecho, aproximadamente el 55% de las calorías que ingerimos deberían pertenecer al grupo de los carbohidratos. Además de conseguir una alimentación correcta, también lograremos algunos premios más. Tomar pasta ayuda a metabolizar mejor vitaminas y minerales, según un estudio que realizó la Asociación Nacional de Pasta de Estados Unidos. De hecho, los que habían desterrado este plato de su dieta, no conseguían asimilar estos nutrientes de manera tan óptima como los que se deleitaban con un buen plato de macarrones. Además, se comprobó que los que se tomaban un plato de pasta ingerían menos grasas y azúcares añadidos que los que pasaban de largo ante los platos de pasta.

Te hace más inteligente

El cerebro se nutre de glucosa y esta se aloja en los carbohidratos. Privar a nuestra mente totalmente de este alimento hará que nos sintamos fatigados y tengamos esa sensación de no dar pie con bola. El cerebro los necesita para funcionar de manera óptima y para no lanzar un SOS diciendo que no puede más. De todas formas, la combinación ideal para que nuestra materia gris funcione al cien por cien es que tenga glucosa, pero también proteína.

Olvídalos por la noche

Lo que sí parece cierto es que es mejor evitar consumir carbohidratos por la noche. La pasta, por ejemplo, no lleva gran cantidad de calorías, de hecho, acostumbran a ser unas cuatro kilocalorías por gramo. Pero lo que ocurre es que cuando consumimos azúcares y no los quemamos, estos se transforman en grasa. Y a no ser que te guste hacer sentadillas a la luz de la luna, es más que posible que no puedas quemar lo que consumas. En cambio, al tomarlos al mediodía, todo son ventajas: te dan energía para aguantar durante lo que te queda del día y además tienes tiempo suficiente para quemarlas.

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En la última década se han puesto de moda las dietas que demonizan los carbohidratos y prometen una pérdida de peso espectacular. Y con ese reclamo, los carbohidratos –con la pasta como cabeza de cartel– se han convertido en los malos de la película y han sido marginados de la alimentación. Incluso, han sido insultados con nombres como gordohidratos. ¿Merecen ese bullying alimenticio al que se les ha sometido? La respuesta es no, pero sí que puedes aprender a comerlos para que te aporten los nutrientes necesarios y no acaben sumando kilos de más.

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