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¿Cuándo caducan mis cosméticos? ¿Siguen funcionando después?
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¿Cuándo caducan mis cosméticos? ¿Siguen funcionando después?

Entonces, ¿qué sucede con las fórmulas cosméticas? Una experta nos ayuda a trazar un manual de actuación para el mantenimiento responsable de tu neceser

Foto: Todas las claves de cuánto duran. (Deanna Alys)
Todas las claves de cuánto duran. (Deanna Alys)

Cuando vas a la compra, lo primero que haces al echar cada producto a tu carro es fijarte en la fecha de caducidad. No se te ocurriría comer un alimento en mal estado (hablamos en circunstancias normales, nada de catástrofes naturales…). Muchos de los productos de belleza tienen su propia fecha de caducidad. Sin embargo, con el uso rutinario nos olvidamos del concepto… Seamos sinceros: ¿quién no ha empezado alguna vez una crema y la ha dejado olvidada durante semanas antes de retomar el tratamiento? La mayoría de los cosméticos tienen como función cuidar tu piel, un órgano que aunque solemos subestimarlo, es la primera barrera de protección de nuestro cuerpo.

placeholder Imagen: Diana Kadreva para Unsplash.
Imagen: Diana Kadreva para Unsplash.

¿Fecha de caducidad o PAO?

Inmaculada Canterla, licenciada en Farmacia y directora de Cosmeceutical Center, recuerda que la legislación de la Unión Europea obliga a que todos los cosméticos muestren de un modo visible su fecha de caducidad o una fecha de duración mínima siempre que sea menor a 30 meses. Si esa duración es de más de dos años y medio, solo debe indicar su PAO (periodo tras la apertura), que indica cuánto tiempo puede pasar tras la apertura del envase sin que cause daño. El PAO es muy fácil de identificar pues se marca con un símbolo de un tarro abierto con el número de meses que indica dicho periodo.

Cuestión de tiempo

La farmacéutica afirma que, como cualquier otra referencia, a medida que pasa el tiempo los componentes de los cosméticos se degradan. En la búsqueda de la eficacia hay que tener en cuenta que la luz y el aire deterioran sus ingredientes activos. “Aunque aparentemente el producto pueda estar bien, puede haber perdido propiedades y no funcionar de la misma manera”, apunta la directora de Cosmeceutical Center.

El periodo de tiempo que suelen marcar los fabricantes son 6-12 meses de la apertura de la fórmula. A partir de entonces puede que el producto pierda facultades, por lo tanto “no aseguran su efectividad y es el propio usuario el que se arriesga a utilizarlo”, apunta. Aplicar estos cosméticos que no están en perfectas condiciones puede suponer, como hemos apuntado, que no cumplan su cometido o que provoquen reacciones adversas como picor o rojeces.

Los más susceptibles

La experta confirma que los activos con una vida más corta son aquellos con una capacidad de degradación más alta ante factores como la exposición a la luz solar o los cambios de temperatura, y aquellos que resulten más complicados de estabilizar como los antioxidantes y, en especial, la vitamina C. También recomienda prestar atención a las rutinas personalizadas que se preparan in situ adaptándose a las circunstancias de los pacientes, pues hay que tener en cuenta que han sido manipuladas desde el inicio.

Gana el sentido común

Para fijar esas fechas de consumo óptimo, los fabricantes someten a sus referencias a unos controles exhaustivos en condiciones idóneas de mantenimiento y uso. Inmaculada Canterla apunta que “por mucho que queramos, no vamos a poder 'retrasar' o alargar esta vida útil”. La clave está en cumplir con todas esas pautas de conservación con el fin de que la fórmula no se dañe antes de tiempo. Las esenciales son: seguir las recomendaciones de la firma, no exponer el producto a temperaturas extremas, evitar que le dé la luz directa del sol, manipularlo siempre con las manos rigurosamente limpias y abrirlo solo el tiempo estrictamente necesario (con el fin de evitar su oxidación y la contaminación microbiana). Aun así, los expertos piden que mantengamos alerta el sentido común. Y si notas cambios en la textura, el color o el aroma de un producto, lo mejor es que lo retires de tu neceser.

Cuando vas a la compra, lo primero que haces al echar cada producto a tu carro es fijarte en la fecha de caducidad. No se te ocurriría comer un alimento en mal estado (hablamos en circunstancias normales, nada de catástrofes naturales…). Muchos de los productos de belleza tienen su propia fecha de caducidad. Sin embargo, con el uso rutinario nos olvidamos del concepto… Seamos sinceros: ¿quién no ha empezado alguna vez una crema y la ha dejado olvidada durante semanas antes de retomar el tratamiento? La mayoría de los cosméticos tienen como función cuidar tu piel, un órgano que aunque solemos subestimarlo, es la primera barrera de protección de nuestro cuerpo.

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