Cómo hacerse las cejas en casa sin dramas y como un profesional
Amamos las cejas gruesas y definidas, pero tras varias semanas sin salir de casa, la forma ha desaparecido y somos Brooke Shields… Ha llegado el momento de actuar
Tras años y años de tratamientos y buenas maneras, llega el coronavirus para encerrarnos en nuestras casas y alejarnos de ese bendito profesional que ha diseñado nuestras cejas. La teoría dice que no debemos tocárnoslas porque el trabajo de tanto tiempo se iría al garete, pero -somos conscientes- las cejas de Cromañón son ya inaguantables.
“Me quitaré solo un pelito… Bueno, y este que está al lado, y espera…”. La historia la conocemos y el final del cuento siempre acaba igual: mal. Después de superar la crisis del milenio que minó nuestras cejas hasta reducirlas al grosor de un hilo, no podemos caer en la tentación de las pinzas, y por ello contamos con las enseñanzas de Sheyla Malo, experta nacional en cejas de Benefit, para retocarlas sin liarla.
Antes de meterle mano a las cejas, es importante preparar la zona. Para ello debes limpiar tanto la piel como el pelo para eliminar impurezas y suciedad y poder trabajar mejor. Puedes pasar un disco de algodón con un poco de agua micelar o un limpiador con base aceitosa. A continuación es importante peinar la ceja para ver mejor su forma.
El primer consejo de los profesionales es precisamente que no intentemos diseñar la ceja o darle forma depilando. Es importante que te ciñas a su forma. Para ello, Sheyla nos da un pequeño truco: “Lo mejor es maquillar la ceja como habitualmente hacemos, solo que en esta ocasión daremos más grosor al maquillaje para asegurarnos de que no quitamos más pelos de la cuenta”, explica. A continuación debemos limpiar las zonas que se encuentren fuera de ese grosor.
Una vez definido el grosor, llegamos a una parte crucial, el entrecejo. Durante la adolescencia luchamos contra los que considerábamos pelos rebeldes y abocamos a nuestras cejas a iniciarse más atrás. Así que para calcular hasta dónde hay que depilarlas, los expertos de Benefit señalan que solo se debe quitar el pelo que quede por encima del tabique nasal, pero sin acercarnos al inicio de la ceja.
Uno de los trucos de Sheyla Malo es precisamente delimitar la bien la zona: “Podemos apoyarnos en cada extremo del dorso de la nariz y con un lápiz crear dos pequeños trazos que nos indiquen dónde debería empezar nuestra ceja, así tendremos la referencia” explica.
No juegues a los tintes
Cuando has sucumbido a hacerte el tinte, resulta tentado igualar el tono de las cejas con el del resto del cabello, pero este error es imperdonable. “No recomendamos aplicar ningún tinte de pelo ni similar, ya que estos son muy dañinos para el pelo de la ceja -asegura la experta-. Los componentes de estos tintes son muy fuertes”, concluye. Y es que, precisamente, aplicar tintes que no sean específicos para este vello puede debilitarlo y favorecer su caída.
Por suerte, en el mercado existen tintes especialmente formulados para aplicarse sobre las cejas. Se adhieren como una goma y se deben retirar con mucho cuidado de una forma similar a un peel off.
Como siempre, lo más importante es no cometer excesos. Recapitulando, sería algo así como limpiar, depilar la zona fuera del grosor de nuestra ceja y despejar el entrecejo. Eso es lo que los expertos nos permiten. Si lo que les ocurre a tus cejas es que tu vello está largo, lo único que puedes hacer es tener paciencia y no jugar a ser estilista, es decir: nada de cortar el largo con las tijeras, queda totalmente prohibido.
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El tinte de cejas
El lápiz de cejas no podía faltar en nuestra selección.
Tras años y años de tratamientos y buenas maneras, llega el coronavirus para encerrarnos en nuestras casas y alejarnos de ese bendito profesional que ha diseñado nuestras cejas. La teoría dice que no debemos tocárnoslas porque el trabajo de tanto tiempo se iría al garete, pero -somos conscientes- las cejas de Cromañón son ya inaguantables.