Así es la colección de maquillaje de Carolina Herrera: barras de labios y sofisticación

Las grandes firmas de moda han encontrado en el mundo del maquillaje un nuevo canal a través del cual expresar su carácter. Si en las pasarelas el look de cada modelo se cuida al detalle para que encaje con el motivo de la colección, por qué no materializar ese look en una línea cosmética. Marc Jacobs o Victoria Beckham lo hicieron con mucho éxito, y ahora ha llegado el momento de que la gran dama de la moda, Carolina Herrera, encapsule su rojo no solo en barras de labios sino en los packagings más sofisticados del mercado.

Antes de comenzar a probar uno tras otro los 12 tonos de labiales con sus correspondientes texturas (sheer, mate y satén), el primer acto reflejo al entrar en contacto con toda la colección beauty de Carolina Herrera es contemplar el packaging de cada uno de los productos como si fuera una verdadera obra de arte. Compactos cofres dorados decorados con estampados geométricos perfectamente reconocibles para los seguidores de la diseñadora venezolana.

Para conseguir la máxima personalización y exclusividad de cada producto, además de elegir entre los 10 estampados disponibles para las carcasas intercambiables, también se puede accesorizar cada labial, añadiendo eclécticos colgantes con borlas o charms dorados.

Teniendo como referencia el maquillaje natural, toda la línea cumple las necesidades más básicas y efectivas: labial (29€), polvos compactos (38€) y polvos matificadores (38€), los ingredientes necesarios para recrear el look de los desfiles de Carolina Herrera. Piel nívea e impoluta y labios rojos, a elegir entre 12 tonos, del rojo al nude, sin olvidar rosas vibrantes. Continuando con ese afán por la máxima personalización de la firma, otra difícil decisión que tomar a la hora de configurar el labial perfecto es elegir el tipo de acabado. Además del riguroso mate, una versión más hidratante y con un color más ligero, y un tercer acabado cremoso e intenso.

Una de las joyitas de la colección son las polveras, auténticos cofres, compactos, de diseño octogonal, que incluyen un amplio espejo y un aplicador retro para facilitar el momento retoque y que todo quede guardado en el mínimo espacio. Teniendo en cuenta los diferentes tonos de piel de sus clientes, la colección incluye hasta 8 tonos, tres claros, tres medios y dos oscuros, sin olvidar los polvos compactos para matificar y sellar el maquillaje, a mano para un retoque.

El concepto de toda la línea era claro, simplificar al máximo y crear una colección fácil de usar, que se pueda colar en el bolso y que capte la atención de todo el mundo alrededor con su packaging. Así que, sin perder de vista la utilidad, Carolina Herrera tampoco se ha olvidado de las brochas de maquillaje como herramientas perfeccionadoras. En esta primera colección, un pincel para labios (22€) y una brocha para aplicar los polvos (39€) completan la cápsula herreriana, que tiene todos los visos de ser un éxito.