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Carla Bruni, increíble selfie sin maquillaje (a los 53) nada más llegar a Venecia
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Carla Bruni, increíble selfie sin maquillaje (a los 53) nada más llegar a Venecia

La cantante ya ha llegado a Venecia y lo ha hecho con una maleta repleta de looks y su mejor rostro, eso sí, a cara lavada

Foto: El selfi a cara lavada de Carla Bruni. (Instagram @carlabruni)
El selfi a cara lavada de Carla Bruni. (Instagram @carlabruni)

Carla Bruni regresa a su hogar natal, Italia, para asistir al Festival de Cine de Venecia. Pero ser poseedora del allure francés le permite marcarse un selfie nada más llegar al hotel después de un largo viaje desde París, manteniendo la misma expresión fresca y la tez luminosa de siempre. A cara lavada y tras horas de viaje en las que el avión, el tren, el barco o el coche han transportado a la cantautora hasta el centro de la actualidad cultural en septiembre, el Festival de Cine de Venecia.

placeholder Carla Bruni, a su llegada a Venecia. (Instagram @carlabruni)
Carla Bruni, a su llegada a Venecia. (Instagram @carlabruni)

Escasas horas antes de hacer su aparición en la noche previa al inicio de la Mostra, Carla llegaba a su lujosa habituación y, al igual que el común de los mortales, comenzaba a mostrar su luminoso baño, móvil en mano y frente al espejo, porque los años pasan pero hacerse una foto frente al espejo es un rasgo vestigial. Mientras otras celebrities asistentes al festival muestran sus rostros cincelados a base de maquillaje, Carla es más de compartir fotografías a cara lavada y con el cabello alborotado. Justo como estaría cualquier persona después de un viaje de trabajo. Natural.

placeholder Carla Bruni llega sonriente a Venecia. (Gtres)
Carla Bruni llega sonriente a Venecia. (Gtres)

Si algo ha caracterizado siempre a la estética de Carla Bruni es su maquillaje muy ligero. Rara vez maquilla su tez con algo más que una base fluida muy ligera, y la finalidad de esta suele ser únicamente la de neutralizar las posibles rojeces que aparezcan en su piel.

Su maquillaje de ojos, superada la década de los 90, se ha alejado por completo de los colores fríos y se centra tan solo en sombras champán o café muy difuminadas (hasta prácticamente desaparecer) y máscara de pestañas. En una reciente entrevista con 'Vogue' en la que repasaba su carrera a través de fotografías, destacaba como una de sus sesiones favorita la que Kate Berry realizó para su portada de 'Quelqu'un m'a dit', en la que apenas llevaba maquillaje y se alejaba del glamour de la pasarela para mostrar a la Carla compositora.

placeholder Portada de 'Quelqu'un m'a dit'.
Portada de 'Quelqu'un m'a dit'.

La buena genética de la modelo italiana, heredada de su madre Marisa, con la que comparte un gran parecido, es clave para poder afrontar un selfie después de varias horas sin dormir, la presurización de la cabina y su consiguiente sequedad en el ambiente, para llegar a la cálida y húmeda Venecia. La piel de Carla se ve radiante y con un tono homogéneo, sin apenas rojeces o pliegues, prueba de los constantes cuidados estéticos a los que se somete.

No es el primer selfie

Carla se ha convertido en una experta en separar las dos facetas de su vida. Domina la alfombra roja con vestidazos, joyas y maquillajes ahumados, pero en la intimidad, cuando se encuentra en el estudio de grabación que tiene en su propia casa, el que llama ‘su habitación’ en honor a Virginia Woolf, su outfit y su estética cambian radicalmente: jeans, camiseta básica, enérgico brushing en su melena de corte francés y la cara lavada e hidratada.

Una parte fundamental de ese rostro equilibrado son sus cejas, inalterables durante años, gruesas y peinadas, siempre en el mismo color castaño del resto de su cabellera. Carla Bruni no sucumbe a modas cromáticas y su melena larga y desfilada (al estilo de Caroline de Maigret) lo demuestra. Su raya en medio, sus capas largas que llenan el cabello de movimiento, los mechones desfilados alrededor del rostro y su coloración castaño claro con reflejos miel equilibran el rostro, permitiéndole resaltar siempre sus ojos.

Esta Carla más natural y cercana es precisamente la que muestra con sus selfies honestos. No es la primera vez que la cantante aprovecha las jornadas de viajes para compartir fotografías en primer plano y sin nada de maquillaje, incluso mostrando señales de cansancio.

Un selfie en un tren, en un coche o en el avión se han convertido en elementos básicos de sus composiciones de Instagram, al igual que las fotografías con Bella Hadid, a la que ha bautizado como su “yo de joven”. Bella es, a los ojos de Carla, igual que era ella cuando su carrera despegaba, así que cada vez que coincide con ella deben hacerse la fotografía de rigor.

Carla Bruni regresa a su hogar natal, Italia, para asistir al Festival de Cine de Venecia. Pero ser poseedora del allure francés le permite marcarse un selfie nada más llegar al hotel después de un largo viaje desde París, manteniendo la misma expresión fresca y la tez luminosa de siempre. A cara lavada y tras horas de viaje en las que el avión, el tren, el barco o el coche han transportado a la cantautora hasta el centro de la actualidad cultural en septiembre, el Festival de Cine de Venecia.

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