La manicura en seco está de moda: adiós cutículas, hola uñas más largas

Una de las dudas más repetidas en el mundo de la manicura, capaz de separar a los nail addicts en dos enormes bandos, a favor y en contra, son las cutículas. Esa pequeña parcela de tejido que une la piel y la uña se suele retirar para facilitar la aplicación del esmalte, sin embargo, en ese proceso de empujar o directamente cortar las cutículas se puede traspasar la línea de la salud.

Desde hace años, a los tradicionales palitos de naranjo con los que se empujaban las cutículas de una forma suave, para posteriormente recortarlas o tan solo hidratarlas, les han surgido tratamientos alternativos. Por un lado encontramos aceites o cremas que ayudan a ‘despegar’ y eliminar la cutícula. La otra opción son los tornos.

Del mismo modo que se utilizan para pulir las uñas y dar forma a las manicuras acrílicas, cambiando la fresa, el torno puede convertirse en la herramienta más efectiva para pulverizar las cutículas. Este uso de los tornos lo descubríamos gracias a la manicura rusa, pero esta técnica no es la única que lo utiliza. La manicura en seco, cada vez más de moda entre celebrities y nail addicts, retira las cutículas sin dañar la uña al apoyarse tan solo sobre la piel.

“Se trabaja únicamente con la cutícula y nunca sobre la uña, por lo que resulta un método menos agresivo y más natural para nuestras manos”, explican desde The Red Beauty Club (P.º de la Castellana 45, Madrid). María Pombo, Vicky Martín Berrocal o Andrea Duro son algunas de las clientas habituales del madrileño salón, al que acuden, entre otras cosas, a realizarse una manicura en seco antes de cualquier tipo de esmaltado.

A diferencia de las manicuras tradicionales y, como indica su nombre, la manicura en seco no utiliza agua ni ningún producto químico para ablandar la cutícula. “Para ello, se emplean tornos eléctricos muy precisos y pequeños que la retiran sin necesidad de cortarla”, precisan. En muchas ocasiones, la retirada de la cutícula es muy agresiva, lo que puede afectar al crecimiento de la uña, no olvidemos que las cutículas son las raíces de la uña y favorecen su crecimiento. Su retirada ralentiza el crecimiento, lo que como consecuencia hace que la manicura dure en perfectas condiciones más tiempo.

La manicura en seco retira la cutícula con minuciosidad, utilizando diferentes fresas o cabezales del torno, además de trabajar directamente sobre la cutícula y no sobre la uña. El resultado es más preciso que con las técnicas tradicionales. Al despejar el inicio de la uña, una de las ventajas extra de la manicura en seco es que el esmalte se adherirá mucho mejor a la uña, algo especialmente beneficioso si se va a realizar una manicura acrílica, ya que es en esa zona donde comienza a levantarse el esmaltado.

Los esmaltes de uñas más sencillos también ven mejorada su duración como consecuencia de la retirada de las cutículas y el posterior pulido de la uña. “La manicura en seco crea una superficie limpia y lisa que contribuye a un mejor acabado del esmalte”, puntualizan desde el salón de manicura de The Red Beauty Club.

Se convierte, por tanto, en el perfecto paso previo a cualquier tipo de esmaltado, despejando la base y puliendo uña y cutícula, a modo de puesta a punto. Además de en las manos, es habitual realizar una manicura en seco en los pies, lo que aumenta su duración aún más de lo habitual: “Se puede efectuar tanto en las manos como en los pies y admite cualquier tipo de esmalte, tanto permanente como semipermanente. Manos y pies perfectos hasta durante 4 semanas y sin retoques”.

Al prescindir por completo del agua para retirar las cutículas y de otros productos, la manicura acrílica se considera una de las más eco-friendly. Para mantener una correcta higiene, el torno eléctrico cuenta con limas desechables.