En qué consiste el injerto de cejas de Chrissy Teigen y por qué es más efectivo que el microblading
Los años de sobredepilación de las cejas habían obligado a la modelo a depender del maquillaje, hasta hace unos meses, cuando se atrevía con el injerto de cejas
El microblading y cualquier tipo de derivado de la micropigmentación (del microshading al microfeathering) han protagonizado ya no solo las listas de tratamientos más demandados de los últimos años, sino que se han convertido en la solución de millones de personas con cejas despobladas. En un momento histórico en el que, superada la alopecia cejil de la Gioconda -las cejas cuanto más oscuras, gruesas, despeinadas y naturales, mejor-, los tratamientos para repoblarlas ópticamente se han extendido, ofreciendo, eso sí, resultados a corto plazo.
Tampoco nos olvidamos de retoques estéticos como los hilos tensores para alterar su forma en un intento por alcanzar los foxy eyes o técnicas quirúrgicas como el Gliding Brow Lift (GBL) que elevan la cola de la ceja a la vez que reducen las arrugas laterales del contorno de los ojos, disponible en el Instituto de Benito. La mirada es ahora el centro del interés; sin embargo, ¿qué ocurre cuando ya no tienen pelo?
Por más que el microblading u otras técnicas de micropigmentación se esfuercen por dibujar pelo a pelo una nueva ceja o rellenar las calvas con la mayor naturalidad posible, se trata de prácticas con una duración en el tiempo, algo que no termina de convencer a personas como Chrissy Teigen. La modelo, que mantiene un diálogo completamente honesto en sus redes sociales, compartía hace unas semanas una serie de stories en los que mostraba sus ‘nuevas cejas’ tras haberse sometido a un injerto.
Teigen, que se encuentra en la recta final de su tercer embarazo, comenzó a narrar su difícil relación con sus cejas. Según explicaba, durante su adolescencia las sobredepiló, incluso llegó a quitárselas completamente, tanto es así que mucho pelo dejó de crecer. Con el paso de los años, las cejas se fueron empobreciendo cada vez más, de tal forma que la modelo se veía obligada a tener que estar permanentemente maquillándolas, algo que era un incordio en su día a día. “Si puedo evitar usar maquillaje, lo hago”, apuntaba, “así que estaba muy emocionada por esta cirugía de trasplante de cejas", comenzaba a relatar.
El tratamiento al que hacía referencia Teigen es al injerto de cejas, un procedimiento por el cual se extrae pelo de la nuca y se injerta en una zona de la ceja concreta, que ha sido previamente diseñada, ya no solo en forma, sino también en grosor. En el caso de la modelo, el médico encargado de realizar este trasplante era Jason Diamond, quien también se encargó de su bichectomía, como apunta la revista especializada 'Allure', y otra de esas intervenciones que la propia Chrissy Teigen ha narrado paso a paso en sus redes sociales.
La modelo ya ha mostrado el resultado del injerto de cejas que se realizó en el mes de noviembre y con el que se encuentra encantada. “Es tan guay volver a tener cejas otra vez”, señalaba, a la vez que daba un consejo a sus seguidores más jóvenes: “Adolescentes, ¡no os las depiléis del todo como hice yo!”.
Qué es un injerto de ceja y cómo funciona
Mientras la causa de las cejas empobrecidas de Teigen se debe a un exceso de depilado, desde el Hospital Capilar apuntan a varias causas como las más habituales en la pérdida del pelo de las cejas: “En las principales se encuentran el padecer alopecia androgenética, sufrir estrés o ansiedad, problemas hormonales que surgen en determinados periodos como la menopausia o desarreglos en la tiroides, principalmente el hipotiroidismo, así como diferentes reacciones del sistema inmune, tratamientos agresivos como la quimioterapia o la radioterapia, o bien una depilación excesiva mantenida en el tiempo. En muchos de estos casos, es posible que el pelo vuelva a crecer con normalidad una vez que se elimine el factor desencadenante de la alopecia”, apunta la doctora Raquel Amaro, de la clínica Hospital Capilar.
Mientras la micropigmentación ofrece resultados inmediatos, la duración de la tinta en la piel es menor que la de un tatuaje, al realizarse en una capa más superficial. El tiempo estimado de duración del diseño, aunque varía según cada persona, puede alcanzar los 2 años, pero la definición de cada pelito irá desdibujándose con el paso del tiempo.
El injerto de cejas surge, por tanto, como una alternativa al microblading. Mientras la técnica de micropigmentación tatúa pelo a pelo la ceja, el trasplante injerta el propio pelo del paciente en las áreas de la ceja. Como bien apuntaba Chrissy Teigen en sus stories de Instagram, el pelo se extrae de la nuca y se injerta en la ceja, de modo que no hay rechazo por parte del cuerpo.
El primer paso es diseñar la ceja. Entre el paciente y el especialista, se acuerda la forma que se quiere obtener, además del grosor, del mismo modo que se elige el diseño cuando vas a depilarte las cejas o a micropigmentarlas, lo que ocurre aquí es que se contará con pelo y las opciones se multiplican. El procedimiento, eso sí, es más largo.
Además de que la intervención ronda las 3 o 4 horas, el pelo injertado tardará varias semanas en crecer y los resultados se observarán pasados los meses. Como los expertos en la técnica apuntan, aunque los resultados del injerto no se observan inmediatamente, solo se necesita una sesión de cirugía para obtener el resultado definitivo y el mantenimiento posterior es mínimo, “lo que hace que optar por esta técnica compense económicamente en mayor medida que el microblading o micropigmentación, que son temporales”, apunta la doctora Raquel Amaro.
Tras extraer las unidades foliculares de la zona donante, en este caso de la nuca, se separan pelo por pelo, que se implanta en las cejas a través para la Técnica FUE (Follicular Unit Extraction ). Aunque el injerto de ceja se considera una cirugía menor y por ello no solo se realiza a nivel ambulatorio, sino que también utiliza anestesia local, agilizando el proceso notablemente, la intervención sí necesita varios días de reposo debido a la hinchazón y a las costras.
A los 10 días del injerto, como apuntan desde el Hospital Capilar, los pacientes deben acudir a consulta para una revisión, en la que se lavará la zona para retirar las posibles costras restantes, además de realizar un tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP).
Tras el injerto, el pelo nace de forma natural y mejora considerablemente la densidad de la ceja de forma duradera, sin que sea necesario realizar otro injerto en el futuro. También desde el Hospital Capilar nos indican que cuando el pelo trasplantado ya ha crecido de forma natural, puede incluso volver a depilarse la ceja para pulir el diseño.
El microblading y cualquier tipo de derivado de la micropigmentación (del microshading al microfeathering) han protagonizado ya no solo las listas de tratamientos más demandados de los últimos años, sino que se han convertido en la solución de millones de personas con cejas despobladas. En un momento histórico en el que, superada la alopecia cejil de la Gioconda -las cejas cuanto más oscuras, gruesas, despeinadas y naturales, mejor-, los tratamientos para repoblarlas ópticamente se han extendido, ofreciendo, eso sí, resultados a corto plazo.
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