Hay ingredientes en tus cremas que pueden producirte acné

Esas ocasiones en las que nos salen granos (y a veces se nos irrita la piel), pero resulta que no estamos utilizando cremas untuosas ni aceites. ¿Te ha pasado alguna vez? Es más común de lo que parece. Y lo curioso es que algunas de las razones del llamado acné cosmético probablemente las desconozcas. La Dra. Isabel del Campo es dermatóloga del Instituto de Dermatología Integral (IDEI) y explica en qué consiste: “Es un tipo de acné que se caracteriza porque puede aparecer a cualquier edad y en personas que nunca han tenido previamente, aunque en la mayoría de los casos lo padezcan pieles mixtas o grasas. Se manifiesta en forma de comedones, abiertos o cerrados, más que como lesiones inflamatorias de pápulas o póstulas. Afecta sobre todo a frente, nariz y la zona alrededor de la boca”. Y estas son las causas:

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Margarita Velasco

• Algunos ingredientes que pueden producir acné cosmético: aceite de germen de trigo, Isopropyl Isostearate, Isopropyl Myristate, Isocetyl Stearate, Cetyl alcohol, Octyl Stearate y productos comedogénicos, según Belén Acero, de Farmacia Avenida de América y especialista en dermofarmacia. “A veces puede no tratarse de ingredientes comedogénicos que por lo que sea no le sientan bien a una persona y le provocan acné”, continua Belén Acero. A esta lista, la Dra. del Campo le añade otros como la manteca de cacao (Cocoa butter) y de coco (Coconut butter), el ácido láurico (Lauric acid), el alcohol oleílico (Oleyl alcohol) y el laurilsulfato de sodio (Sodium Lauryl Sulfate). “Ácidos grasos, alcoholes, aceites y mantecas tienen tanto un efecto comedogénico como astringente o irritante”.
• Por overbooking cosmético o sobresaturación de productos: cuidado con la moda de las rutinas skincare interminables.
• Por exfoliarse demasiado el cutis, ya que esto lo reseca y favorece la producción de sebo consiguiendo el efecto contrario al buscado, una obstrucción de los poros y, por tanto, un brote de acné, sobre todo en pieles sensibles y reactivas. “Tiene que hacerse una vez por semana como máximo y con un jabón tipo scrub para eliminar las células muertas que se van acumulando en los poros y en todo el rostro”, explica la Dra. del Campo.
• Por abuso de productos astringentes. “Es cierto que el uso de cosméticos que resecan la piel están diseñados, en principio, para controlar el exceso de producción de grasa, pero pueden producir un efecto rebote, ya que las glándulas sebáceas de manera natural producen una mayor cantidad de grasa, precisamente para mantener la piel hidratada, dando lugar al llamado acné cosmético”, añade la dermatóloga.

Así se trata

“Ante la aparición de granitos o comedones, en apariencia sin motivo alguno, lo recomendable es acudir al dermatólogo para que haga una valoración”, advierte Isabel del Campo. Además:

1. Deja de utilizar un producto que te haya producido acné, si los has detectado.
2. Comienza a utilizar otros en los que aparezca la etiqueta oil-free o no comedogénicos, y no tenga presentes los ingredientes mencionados.
3. Limpia el rostro mañana y noche para retirar las partículas de contaminación, el maquillaje y las grasas que se acumulan durante el día y las toxinas que aquel libera durante la noche, con un jabón específico para pieles con acné, preferentemente sin detergentes, para una limpieza suave, pero en profundidad sin resecar la piel y, por tanto, sin alterar la barrera cutánea, aconseja Belén Acero.
4. Incluye cremas o sérums no comedogénicos ricos en activos que tengan una función barrera, como las ceramidas, la niacinamida o el ácido hialurónico, para evitar la pérdida transepidérmica de agua y, en consecuencia, la deshidratación.
5. Utilizar un factor de protección solar oil free. “El sol tiene un efecto secante y antimicrobiano, pero a la vez, si se toma sin protección, se produce un engrosamiento de la piel que hace que la grasa se acumule en los poros y aparezcan los temidos comedones”, comenta la dermatóloga.
6. Si han aparecido pequeñas cicatrices, es recomendable cremas o serúms con principios activos como el ácido salicílico, la niacinamida o el retinol, e incluirlo en la rutina nocturna.
7. Por otra parte, para acelerar el proceso de curación se pueden utilizar tratamientos médicos láser entre los que se encuentran los dispositivos de luz pulsada, láseres de colorante pulsado, terapia fotodinámica, láseres fraccionales o terapia biofotónica, que puede aplicarse durante todo el año ya que el gel utilizado no es absorbido por la piel y no produce fotosensibilidad.

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