¿No te decides entre liso o rizado? Tranquila, puedes tenerlo todo

Lunes, melena lisa. Martes, ondas sutiles para aportar movimiento al pelo. Miércoles, ondas surferas. Jueves, rizos compactos. Viernes, coleta, pero con un flequillo largo y estratégicamente ondulado. Aunque lo parezca, no es el plan de peluquería de una influencer con miles de followers necesitada de subir un look nuevo cada día para deleite de sus fans en Instagram. En realidad, esa lista de peinados no son más que algunas de las miles de ideas para cambiar de imagen a diario de muchas mujeres. Porque ideas no nos faltan -gracias, YouTube por esos tutoriales que nos enseñan a pasar de pelo liso a rizado en unos minutos- y ganas de atrevernos con looks distintos, mucho menos.

Lo que suele escasear es espacio para almacenar diversas herramientas de styling en nuestro cuarto de baño. Porque no es solo la plancha de alisar y las tenacillas para las ondas. Hay que sumar el protector térmico, el antifrizz, el spray de acabado, el gel para texturizar… No es de extrañar que si un hada madrina nos concediera un deseo para tener el cabello siempre perfecto, le pediríamos un rizador que alisara. O un alisador que ondulara. Y, si aún queda poder en la varita mágica, un secador multifunción con lo último en tecnología.

Tal vez las hadas madrinas no existan, pero la tecnología en los stylers ha evolucionado mucho. Ya podemos tener entre las manos una única herramienta 2 en 1 para rizar y ondular: el moldeador Remington ONE Straight & Curl.

Cambia de look, no de herramienta

Los peluqueros nos han enseñado a apañarnos para crear ondas con una plancha efectuando el famoso ‘giro de muñeca’ que convierte una herramienta concebida para alisar en un improvisado rizador. Sabemos que según la orientación de las planchas, podemos crear unas ondas de sirena muy marcadas (plancha en horizontal, paralela a las clavículas) o bien, unas envidiables ondas surferas (con la plancha vertical o ligeramente oblicua). Podemos crear ondas voluminosas y marcadas. Pero las ondas abiertas, esas de pasarela tan effortless que siguen triunfando, se nos escapan. Para conseguirlas hace falta un rizador de grosor medio.

Y ese es el dilema capilar que resuelve el Straight & Curl de la gama ONE de Remington con sus dos modos de trabajo: Straight (alisado) y Curl (rizos). El modo alisador cuenta con unas placas flotantes de 110 milímetros de cerámica con turmalina para que cada mechón se deslice suavemente por la superficie alisadora. Sin tirones, sin enganchones, ni sobresaltos. La plancha dispone, además, de un acondicionamiento iónico que reduce el encrespamiento, ayuda a cerrar la cutícula correctamente y asegura un acabado duradero, pulido y brillante.

El modo Straight funciona con 5 ajustes de temperatura, de 150 a 230 °C, nunca más porque a partir de esa temperatura no hay protector térmico que impida que el cabello, literalmente, se fría. Además, tampoco es necesario trabajar a altísimas temperaturas, sino que debemos adecuarla a las distintas texturas y grosores de nuestro cabello (más calor cuanto más grueso y rizado). El modo de alisado lleva una doble cobertura de silicona en ambas planchas, las FlexiCovers, una especie de protectores curvados. Esa ligera curvatura permite, además, crear un rizo elástico, sutil y voluminoso. Basta recurrir al giro de muñeca que ya conocemos. Como solo se calienta el interior de las placas interiores de la herramienta y no el exterior, el resultado es muy natural.

Pero hay otros días en los que no queremos medias tintas y deseamos un rizo más abierto, pero bien marcado. Es entonces cuando esta herramienta permite pasar al modo rizador sin tener que cambiar de instrumento de styling. Solo hay que bajar las FlexiCovers, encajarlas en la posición inferior, y, voilà, la plancha se convierte en un rizador. Las placas interiores quedan bloqueadas y solo se calientan las placas exteriores del barril. En un abrir y cerrar de ojos tenemos entre manos un rizador que, además, ofrece un selector de temperatura para moldear sin riesgos de quemar el cabello (de 130 a 210ºC).

En ambos casos cuenta con punta fría de seguridad para evitar quemaduras accidentales.

Secar rápido y con versatilidad

Alisar, ondular o marcar rizos con vehemencia requieren que el cabello esté bien seco. Así pues, el secador es la otra herramienta que no puede faltar en nuestro baño. Este básico de peluquería se enfrenta a duras exigencias: tiene que secar rápido, con mucha potencia para marcar los movimientos que deseemos, debe reducir el encrespamiento, ser ergonómico y regular la temperatura para evitar que un exceso de calor deteriore la fibra capilar.

Todas estas exigencias confluyen en el secador Remington ONE Dry & Dhine. Se trata de un completo secador, de tamaño compacto y muy fácil de manejar incluso cabeza abajo, es la herramienta definitiva para secar sin poner en riesgo nuestra melena y moldear a nuestro gusto. Esto último lo consigue gracias cuatro accesorios. El primero es un concentrador de boquilla estrecha, un imprescindible para cualquier peluquero que permite canalizar todo el chorro de aire en un solo punto, ya sea sobre el cepillo redondo para moldear un look con volumen o sobre el cepillo plano para un acabado liso y suave.

El segundo es un reductor de encrespamiento, una boquilla diseñada específicamente para cerrar la cutícula y eliminar el frizz. La cutícula es la parte exterior de cada cabello, una especie de tejas que, si no se disponen ordenadamente y hacia abajo, permiten que el cabello absorba humedad, se hinche y dé ese temido aspecto de encrespado. Este complemento se usa con el cabello seco y convierte una melena rebelde en un look liso e impoluto. Los estudios del fabricante señalan que el cabello queda un 90% más suave y de forma visible. El dispositivo está dotado, además, de un sistema iónico doble que distribuye hasta 80 millones de iones por el cabello para un acabado ultrasuave.

Los otros dos accesorios son dos difusores: uno, delicado, para un look rizado natural que seca los cabellos ondulados sin alterar la textura, ni la forma de los rizos; y otro, definidor de rizos, para remarcarlos.

El tiempo necesario para tener el pelo no es problema, ya que el secador alcanza velocidades de hasta 120 km/h, un chorro de lo más potente que reduce a la cuarta parte el tiempo de secado frente a un secado al aire. Las usuarias -o usuarios, que cada vez son más los hombres que quieren innovar en su look- agradecen una última innovación tecnológica: sensor Thermacare, un sistema que detecta el calor real que recibe el cabello y regula la temperatura del aire para proteger el pelo del calor excesivo. Al usarlo, se puede jugar con 8 posibles combinaciones de velocidad y temperatura para adecuarse a cada necesidad de styling.

Dos innovaciones, sin duda, que permiten llevar a otra dimensión el deseo de estrenar un look diferente cada mañana.