Marrón y ahumado, el truco del maquillaje canela para sobrevivir a una mala cara

Sea cual sea tu tono de piel y sin importar mucho tu maestría con los pinceles de maquillaje, hay un color al que siempre recurrir y, no, no hablamos del nude de un Pillowtalk de Charlotte Tilbury, sino del marrón. Este es, precisamente, el color estrella del maquillaje canela que lleva meses, si no años, inundando con discreción Instagram y TikTok.

Moviéndose entre sus diferentes tonalidades, intensidades, texturas y acabados podrás dar con ese marrón salvalooks, desde lápices de ojos color café hasta levísimos tonos avellana. El truco del cinnamon makeup no es solo dar con tu marrón, sino trasladar la tonalidad terrosa a todas y cada una de las partes de tu rostro.

En el juego de la canela, como si de un reto viral se tratara, cuello y escote tampoco quedan fuera y son muchos los tutoriales que comienzan con gotas bronceadoras o tintes corporales asentandos sobre una bronceada base.

Cinnamon latte (canela con leche) o cinnamon girl (chica canela) son otras formas de encontrar en plataformas sociales este tipo de estilismos que siguen pocas reglas en común, pero que sí comparten una estética más bien otoñal, que se puede utilizar en todas las épocas del año y que se adapta a todas las pieles y edades.

Entre los ingredientes estrella de todo maquillaje canela siempre es necesario tener productos para los ojos (bien sean sombras de ojos o lápices cremosos), productos para calidecer o resaltar los pómulos (polvos de sol o contornos de las texturas preferidas) y perfiladores, barras de labios o glosses. Todo, por supuesto, siempre en marrón.

Como recalcan muchas de las personas que recrean este maquillaje, la idea es dar con un marrón frío, pero no se refieren a tonos nude o con base grisácea, sino al efecto de un maquillaje ahumado en colores marrones, que encaje con el invierno. La calidez la pone la nota ‘spicy’ (especiada) de la canela.

Para preparar la piel, se puede utilizar un tono más bronceado que el habitual o simplemente aderezar la base del día a día con unas gotas de iluminador como las D-Bronzi Drops de Drunk Elephant; de este modo, la piel ya tiene un toque de brillo dorado, pero siempre muy natural.

Los polvos de sol o los contornos en crema son excelentes aliados no solo para esculpir, sino para potenciar el tono marrón cálido deseado. Pómulos y frente suelen ser las zonas que más se oscurecen en el maquillaje canela. Pero no hay que olvidar el concepto picante o especiado del maquillaje, momento en el que entran en el juego otros colores. Las mejillas se pueden realzar con un colorete rojizo o melocotón, creando esa sensación de frío sobre la piel y realzando los pómulos.

Pero, sin lugar a dudas, el punto más fuerte del cinnamon makeup son los ojos. Todos los colores que se utilizan para maquillarlos son marrones. El propósito, más que un degradado o un ahumado tradicional, es conseguir rasgar la mirada con mucha naturalidad.

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Para ello, sobre todo en el párpado móvil se aplica un tono uniforme de marrón, hay quienes incluso utilizan el mismo tono aplicado sobre los pómulos para lograr un efecto de bronceado homogéneo.

También es importante que el mismo color se replique en el párpado inferior, a ras de pestañas, para lograr la sensación de ojo entornado. Para lograr un plus de luz y calidez, también se puede pasar con la yema de los dedos un poco de sombra glow dorada o similar sobre el párpado móvil o el lagrimal.

El truco está en la forma de delinear el ojo. En el maquillaje canela no hay lugar para los eyeliners negros tradicionales. En su lugar, un lápiz de ojos cremoso o un eyeliner del mismo tono perfilan y rasgan el ojo, realizando un delineado en dirección a la cola de la ceja.

Otra opción muy repetida es la de delinear con una sombra de ojos marrón, algo más oscura que la utilizada para maquillar los párpados, aplicada con un pincel fino o biselado. El plan C es el truco del tape, aplica celo sobre el ángulo del ojo para lograr un delineado limpio.

A la hora de aplicar la máscara de pestañas, puedes optar por la tradicional de color negro o apostar por una máscara marrón, lo que aportará un maquillaje más natural y potenciará el cálido tono amarronado del maquillaje canela.

¿Y qué ocurre con los labios? El marrón no puede faltar, por supuesto, pero en vez de buscar una boca contundente y sellada en un marrón noventero, la propuesta cinnamon es perfilar en marrón y rellenar con un gloss. El tono traslúcido del cosmético permite dejar a la vista el tono natural del labio, incluso se pueden aplicar notas rojizas o doradas para jugar con el acabado y el volumen, y dar ese efecto spicy.

Ni es una innovación radical del mundo del maquillaje ni es una locura. El maquillaje canela es, simplemente, un look sencillo, rápido y favorecedor, de ahí su rápido éxito.