Perfumes lujo para subir un escalón en la intensidad de los regalos y dejar huella emocional
Notas más exóticas, elaboraciones complejas o recetas antiguas. El mundo de la perfumería puede complicarse, pasando del nicho a los pequeños lujos
Siempre hay una fecha señalada en el calendario. Bien sea un cumpleaños, las navidades o el Día de la Madre, dar con un regalo se convierte en una misión que acometer, muchas veces con poco éxito porque primamos más el 'check' de regalar que el de acertar. En ese difícil territorio, las fragancias (desde colonias, aguas de colonia, eau de toilette, eau de parfum hasta perfumes) se convierten en comodín aunque, precisamente, dar con un aroma que le guste al regalado sea de las cosas más complicadas.
Bien, pues una de las claves para tener éxito puede ser subir un escalón y no optar comprar un perfume clásico o reconocible por todo el mundo, sino adenterarse en aquellas marcas que convierten el frasco en una obra de arte o priman los jugos elaborados por perfumistas célebres con ingredientes lujosos. Se abre el abanico de la alta perfumería, los perfumes nicho, los de autor, aquellos asociados a un nombre concreto o aquellos que las redes sociales han encumbrado a una elitista accesibilidad. Mayor presupuesto, mayor implicación, mayor huella.
Ex Nihilo
El manifesto de Ex Nihilo es el del lujo personalizado. Para cumplir con esa máxima, la firma francesa se apoya solo en materias primas exquisitas. Benoît Verdier, Sylvie Loday y Olivier Royère están detrás de la firma que se apoya en la tecnología para combinar con precisión los ingredientes de cada perfume, todo amparo bajo el concepto de la osmología, la ciencia de los olores.
Sus perfumes lujosos, pero equilibrados son sencillas obras de arte. Para adquirir, regalar o que te regalen, Iris Porcelana, creado por Dalia Izem es el perfecto olor a limpio, delicado y femenino. Con iris y rosa como notas corazón, también tiene un toque de almizcle, sándalo, cedro y violetas, su duración sobre la piel y su estela son moderados.
Maison Francis Kurkdjian
Francis Kurkdjian es, probablemente, el perfumista más reconocido del panorama actual. Creador Le Male de Jean Paul Gaultier y fichado por Dior para reformular J'Adore y Miss Dior, este francés vivió desde temprana edad la conexión con la moda, pues su madre era modista para Christian Dior. Pero, además de crear perfumes icónicos para grandes firmas, en 2009 fundó Maison Francis Kurkdjian junto a Marc Chaya, orientada a la elaboración de perfumes nicho.
Uno de los más celebrados de la Maison es Baccarat Rouge 540, un perfume ambarino elaborado en colaboración con la joyería Baccarat y en el que destacan, además del ámbar gris, el jazmín, el azafrán o las notas de fondo de resina de abeto y cedro, creando una fragancia también floral y con un potente toque amaderado.
Matière Première
Fundada por Aurelien Guichard, Matière Première, como su nombre indica, se apoya solo en materias primas, siempre seleccionando los mejores ingredientes y primando que la producción de estos sea ética y orgánica. Cada perfume está compuesto por entre un 85% y un 92% de ingredientes naturales. Criado en Grasse, zona de tradición perfumista, Guichard fundó allí cultivos rosa centifolia y nardos que utiliza en la producción de los perfumes de Matière Première.
French Flower es algo así como la estela que imaginamos deja una mujer parisina al pasear por las calles de la ciudad de la luz. Con un fondo de ambroxán, tiene una potente carga floral a base de nardos y flor de azahar, con el curioso toque sobrio del té chino. Para crear un contrapunto eléctrico y a la vez dulce, cuenta con pera y jengibre como notas de salida.
Diptyque
Nacida en los años 60, también surge del trabajo de tres artistas expertos en el perfume, Desmond Knox-Leet, Christiane Montadre-Gautrot e Yes Coueslant, partiendo de la naturaleza, los viajes y el arte como fuente de inspiración de cada aroma, a través de los sentidos. Con sede originaria en 34 Boulevard Saint-Germain de París, en la elaboración de cada perfume de Diptyque, su sello, la enorme pegatina que identifica cada fragancia, se crea a la vez que el jugo, elaborando obras de arte que narran historias.
Ilio de Diptyque es una de esas fragancias cómodas, con las que afrontar el día a días con un aroma que no te abandona pero tampoco te satura. Con notas de bergamota, jazmín, iris e higo chumbo, básicamente huele a verano. Su gran etiqueta con un sol, juega en su reverso a dibujos infantiles en los que se pueden apreciar algunas de las notas que lo componen.
Byredo
Sus estéticos frascos de fragancia se han convertido en un reclamo de las redes sociales. Fotografías de tocadores y bolsos en los que el tapón negro de Byredo y su etiquetado característico parecen identificar al instante con la idea de 'esta persona entiende de perfumes' o 'esta persona conoce el lujo'. Pero detrás del cristal hay mucho más. La firma sueca fue creada en 2006 por Ben Gorham, sin conocimientos en el mundo de la perfumería, pero con un marcado estilo en el terreno de la moda que recurrió a los perfumistas Olivia Giacobetti y Jerome Epinette para que plasmaran las ideas que el tenía en la mente en fragancias. El resultado es la personal visión de Byredo.
Gipsy Water es uno de los perfumes más reconocidos de Byredo. Notas cítricas de limón y bergamota junto a la pimienta le confieren un aroma divertido, con toques dulces como la vainilla y otros más intensos que le aportan cuerpo como el sándalo o el incienso.
Le Labo
Con sede en Nueva York, Le Labo es otra de las firmas 'it' en el mundo de la perfumería y las redes sociales, su manifesto defiende, por el contrario, que existen demasiados frascos de perfume sin mucha historia. "La alta perfumería debe crear un shock: el shock de lo nuevo, combinado con el shock de lo íntimamente familiar", apuntan. Rosas de Francia o Bergamota italiana son algunas de las notas que exportan, pero parte de su filosofía también repara en recipientes reciclados y/o reciclables, con envases de cemento, recipientes de cristal para velas... Además de fragancias, también tienen línea de hogar, corporal, capilar y de skincare.
Tan sencillos como los envases y la estética que acompaña a la marca, con sus etiquetados que emulan frascos de medicina antiguos, es la sencillez de los nombres sus fórmulas como la vela de verbena (inunda cualquier estancia con su estela aromática) o fragancias como Rose 31, Bergamota 22 o Lavande 31. Esta última parte de un corazón de lavanda muy intenso al que se suman bergamota y neroli para darle un toque eléctrico y el almizcle o el ámbar como fondo.
Tom Ford
A lo largo de su carrera, Tom Ford ya había tenido sus escarceos amorosos con el mundo de la perfumería, algo que le llevó a crear su propia firma. Su reconocible y robusto frasco ha convertido a sus fragancias en objeto de deseo, sin embargo, la verdadera magia está en sus jugos. Escenarios como Neroli Portofino o Mandarino di Amalfi constituyen aromas fácilmente reconocibles, sin embargo, su atrevimiento perfumístico pasa por notas intensas que llenan de profundidad a sus creaciones.
Una de sus fragancias más luminosas es Soleil de Feu, creada por Shyamala Maisondieu y capaz de combinar los nardos con ámbar o sándalo, para construir un perfume más sólido y amaderado.
Maison Lancôme
Lancôme es una de las marcas de cosmética y perfumería más reconocidas del mundo de la belleza, sin embargo, es bajo la división Maison Lancôme donde encontramos su alta perfumería que recoge jugos de elaboración compleja. L'Autre Oûd, Jasmin d'Eau o Mille et Une Roses son un ejemplo de esta división más intensa.
Creada por Marypierre Julien, Rose Peonia es la combinación de tan soplo 5 ingredientes pero todos intensamente aromáticos como la peonía, la rosa, la rosa de damascena, la pimienta rosa y frambuesa. El resultado es un perfume eminentemente floral pero muy equilibrado y ligero, con un curioso toque acuático.
Serge Lutens
Como casi todos los perfumistas de éxito, tras años trabajando para Shiseido, el francés Serge Lutens formó su propia firma de perfumería, amparada más por las sensaciones que evocan los aromas que por las notas exactas a la hora de elaborar un jugo.
Eau de Parfum Fleurs D'oranger es, como su nombre indica, un cóctel cítrico al que se le suman las notas amaderadas y muy florales con nardos, jazmín, rosa blanca e hibisco, para dar forma a una fragancia unisex. En esta ocasión, el nariz detrás de la fórmula es Christopher Sheldrake, con 59 perfumes para Serge Lutens a sus espaldas.
The Merchant Of Venice
La alta costura de la perfumería aúna frascos que merecen un expositor y fragancias con un carácter único. Continuando con la estela de la perfumería Veneciana, fuertemente influenciada por el comercio que su situación geográfica le confería, la magia de The Merchant Of Venice está en reinventar viejas fórmulas adaptándolas a la actualidad y recuperando otra de las prácticas más icónicas que la zona, el trabajo del vidrio.
Aunque todos los perfumes de The Merchant Of Venice no pasan desapercibidos y son una suerte de dibujos geométricos con toques dorados y precisión digna de joya de arte, Queen Of The Night se transforma en la joya de la corona, como un sarcófago de reina de Egipto, incluso incluye un pequeño colgante. Desde que el packaging cae en las manos, abriéndose como un abanico para revelar el frasco del perfume, hasta que el aroma es percibido, es fácil sentirse un poco Howard Carter entrando en la tumba de uitankamón. Detrás del perfume joya está Gaël Montero. Para dar con la espiritualidad de una reina de Egipto, no faltan notas orientales que nos hacen viajar al país de las pirámides como incienso, sándalo, mirra, ámbar, canela, azafrán o incluso flor de loto azul.
Ladenac Milano
Nacidos del imaginario de Patrick Douenat, y con la ciudad de Madrid como centro neurálgico, los perfumes de Ladenac Milano parten de Italia, fuente de inspiración a través de sus materiales y aromas, pero incluso presente en el diseño de algunos de sus perfumes como Cryogéne Code, cuyo tampón reprensenta un relieve glaciar. La filosofía de la marca combina la experiencia de algunos de los perfumistas más reconocidos y tradición perfumística italiana.
Charnelle de Ladenac es un perfume floral con muguete, gardenia y jazmín que mantiene un toque oriental y dulce combinando el ámbar y el almizlce, con un original toque de sésamo, creando una fragancia unisex que resiste todo el día.
Guerlain
La firma francesa también tiene una división de perfumes de alta costura en los que no solo el jugo es una exquisita fórmula sino que el diseño de sus packagings las convierte en joyas.
La versión que Thierry Wasser hizo de Muguet en 2016 se caracteriza por el aderezo del lirio de los valles con jazmín y rosa, pero manteniendo un toque muy verde, algo que se puede apreciar en su exterior. A su mítico frasco repleto de las abejas de Guerlain, se le suman 24 diminutos muguetes pintados a mano con oro por Anne Lopez. Por supuesto, se trata de una edición limitada solo al alcance de coleccionistas (tan solo hay 4855 piezas).
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Siempre hay una fecha señalada en el calendario. Bien sea un cumpleaños, las navidades o el Día de la Madre, dar con un regalo se convierte en una misión que acometer, muchas veces con poco éxito porque primamos más el 'check' de regalar que el de acertar. En ese difícil territorio, las fragancias (desde colonias, aguas de colonia, eau de toilette, eau de parfum hasta perfumes) se convierten en comodín aunque, precisamente, dar con un aroma que le guste al regalado sea de las cosas más complicadas.