Rubio mermelada y butterscotch blond son las coloraciones que ves en la red carpet

En Italia e Inglaterra han comenzado a hacer mucho ruido, o más bien a llenar de luz cálida sus calles, dos coloraciones inesperadas que no se encontraban en el pronóstico de las tendencias del 2025.

Tanto el jam blond (rubio mermelada) como el butterscotch blonde (rubio, vamos a decir, dulce de leche) apuestan por melenas aclaradas con mucha naturalidad, moviéndose prácticamente en el terreno de los bronde.

Sus nomenclaturas dulces no hacen sino señalar la calidez de ambos tonos que comparten aspectos como que parten del color base de cada persona y que solo utilizan reflejos cálidos, moviéndose entre mechas miel, toffee o incluso algún tono rosa.

Sabíamos que el rubio fresa o strawberry blond volvía, pero esta adaptación tan sutil ante la que algunas celebrities ya han caído rendidas en Cannes y que tanto la prensa italiana como la británica se ha entregado sin reservas es la sorpresa del verano.

Rubio mermelada

Si temes las coloraciones muy llamativas puedes respirar tranquila porque aunque se inspire en la mermelada y tenga tonos cálidos, no es un rubio rojizo, sino más bien un rubio de esos retro de los años 60. Casi anaranjado, como si llevara un filtro encima.

Su éxito ha comenzado en Italia, pero su influencia va a tardar muy poco en llegar por su sencillez y, sobre todo, luminosidad, pero con una importante advertencia: para mantener el tono perfecto, hay que cuidarlo mucho desde casa, ya que su tonalidad ligeramente anaranjada es muy volátil.

El jam blond es ideal para melenas rubias que necesitan un repaso. Para aportar al cabello ese brillo cálido que siempre apetece en verano, entran en acción mechas doradas, caramelo o miel, según el color base. El rubio mermelada es como la mecha que prenderá el final de los rubios fríos.

Butterscotch blond

Si del jam blond se dice en prensa y en redes que es una coloración para atrevidas, con el butterscotch blond pasa un poco lo contrario, es un rubio conservador, aclarado, cálido y con mucha luz, pero siempre jugueteando con el bronde (la contracción de rubio y moreno).

El butterscotch es un caramelo a base de azúcar moreno y mantequilla, a nivel de color, podría asemejarse a un caramelo Werther's Original o al clásico toffe… Y su traducción capilar se parece bastante a estos matices.

De nuevo se trata de un rubio cálido, aunque parte de una base algo más oscura que se ilumina con reflejos caramelo o toffee.

Sus puntos a favor son que no resulta un cambio radical, sino que es una forma muy natural de aclarar el cabello, encaja con muchas tonalidades de piel y no va a requerir un mantenimiento tan comprometido como el del rubio mermelada.

Por la forma en la que se aplican las mechas y los matices que se dibujan sobre la melena, especialmente si se lleva un corte a capas, se considera una melena multidimensional (como la coloración teddy bear de Daisy Edgar Jones).

Es capaz de aportar movimiento y volumen, además de poder realzar las facciones y se juega con las mechas frontales.

Si partes de una base más oscura, simplemente podrás utilizar las mechas de colores cálidos para ir aclarándola y lograr la tonalidad butterscotch, aunque también existe la opción de oscurecer la raíz con un matiz rojizo y aclarar con mechas acordes.

Eso si optas por la versión de rubio toffee tipo balayage, porque las coloraciones homogéneas, con las que toda la melena tiene el mismo rubio radiante y cálido, también vienen muy fuertes este verano.

Será una cuestión de gustos, pero estamos ante el verano más cálido y el cabello parece que tiende hacia los rubios retro, ostentosos, sublimes y peinados con mucho volumen… ¿Te acabarás apuntando a la tendencia?