Las lecciones de decoración que debes aprender antes de los 35 años

El paso del tiempo va colocando todo en su lugar y esto también incluye los muebles que tenemos en casa. La primera casa que tenemos que vestir no es igual que la última que tendremos, y por el camino vamos aprendiendo valiosas lecciones que nos ayudan a conseguir que nuestro salón luzca estiloso o que un dormitorio pequeño parezca más grande, pero también vamos apuntando errores que no queremos volver a cometer.

Con el paso del tiempo, de las mudanzas y los cambios, cada uno va creando sus propias listas de cosas que sí volvería a tener en casa y cosas que nunca tuvieron sentido. Por eso, nada mejor que tener claro qué tips de decoración conviene seguir a la hora de decorar nuestra casa, una vivienda que, alcanzando los 35 años, ya planeamos como un lugar en el que asentarnos y convertir en un hogar. Lecciones deco que nos acompañarán el resto de nuestra vida.

1. Hay vida más allá del blanco

Es de sobra conocido que el color blanco es un indispensable en decoración, nos ayuda a que los espacios se vean más grandes, potencia la sensación de limpieza y aporta tranquilidad. Sin embargo, conviene tener claro que el blanco no es el único tono neutro que existe y con el que podemos conseguir todo esto. Podemos añadir color sin miedo gracias a los complementos, lo que también nos aporta un hilo conductor que nos ayudará a que la estancia quede armónica.

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2. Merece la pena invertir en…

Puede que en los primeros pisos no surgiera esta duda porque estaban ya amueblados o porque la principal era ahorrar un poco de dinero. Sin embargo, si la edad nos ha enseñado algo es que en muchas ocasiones lo barato sale caro y es mejor invertir un poco más en un mueble para que este sea de calidad. Esto es lo que sucede, por ejemplo, a la hora de comprar el mejor sofá o sillón posible; quedarnos con el más barato a la larga se demuestra mala idea. También es importante al seleccionar el colchón de la cama o las sillas del comedor, mejor que sean confortables para una larga sobremesa.

3. Mezclar no es tan mala idea

Si buscas una forma de homogeneizar tu casa, el suelo es la clave, que todas las estancias compartan el mismo diseño en el suelo conseguirá esa sensación que nos empeñamos en conseguir con los muebles. Puede que hasta ahora tu casa haya sido una amalgama de muebles necesarios que has ido colocando y ahora quieras que todos sean iguales, de la misma madera o en la misma tonalidad. No te dejes llevar por esa primera impresión, es posible tener una casa cargada de estilo mezclando diferentes materiales y tonalidades. Eso sí, es mejor no excederse, que sea un mueble pequeño el que ofrezca ese contraste.

4. La importancia de las cortinas

Hay complementos que siempre cuidamos y que tenemos muy presentes, pero otros que en ocasiones pasan desapercibidos… hasta que faltan. No hay forma más sencilla para convertir una casa en un lugar acogedor y agradable que incorporando unas buenas cortinas. No es necesario que combinen a la perfección con otros textiles, como cojines y alfombras -de hecho, se aconseja que no sea así-, pero nos ayudan a que la ventana parezca más grande, si colocamos una barra de un tamaño mayor, o los techos más altos, si la pegamos bien a la zona superior de la casa. Las cortinas nos aportan intimidad y nos ayudan a regular la temperatura de la casa.

5. La buena iluminación se planifica

Nada nos gusta más que una casa con una buena iluminación, pero, salvo en contadas ocasiones, es necesario planificar un poco antes de organizar la decoración de nuestra casa. Asegurarnos de las horas en las que la luz es mayor, si el sol entra o solo vemos su reflejo… Todas estas cosas nos ayudarán a organizar los muebles, pero también los focos de luz artificial. ¿Dónde los necesitamos? ¿Cómo ponerlos para potenciar su efecto?

6. Paredes para sumar personalidad

Prestar atención a los muebles está muy bien, pero no podemos olvidar las paredes, esenciales para conseguir que nuestra casa tenga personalidad. Hasta los espacios de estilo minimalista tienen en cuenta esta parte de la casa, con la que podemos conseguir muchas cosas. Por ejemplo, pintando una pared de un color más oscuro podemos ganar profundidad en la estancia. El papel pintado puede ser un gran aliado también, así como los cuadros y marcos de fotos, colocar en ellos detalles personales hará que sintamos nuestra casa como un hogar.

7. La naturaleza es vida

No hace falta que conviertas tu casa en un jardín interior, pero es cierto que tener plantas en casa hace que automáticamente nos sintamos mejor. Desprenden buenas energías, son seres vivos que crecen y cambian con nosotros y nos acercan un poco más a la naturaleza, algo que agradeceremos, sobre todo si vivimos en una ciudad. Los espacios verdes nos dan vida y nada mejor que tenerlos en casa para sentirnos mejor. Además, son un complemento precioso que podemos rematar con los maceteros más bonitos.

No te dejes llevar por la inercia, deja atrás los tips que tan útiles fueron en el pasado y abraza una nueva forma de entender la decoración, sin miedo a arriesgar, apostando por elementos que te encantan y logrando una casa agradable que refleje tu forma de ver el mundo a partir de los 35 años.