De la basura al todo a cien: la moda encuentra la inspiración en cualquier parte

Bolsas de papel, bolsas de basura y, ahora, bolsas de lavandería. Los elementos más funcionales de nuestrohogar se están convirtiendo en triunfadoras sobre la pasarela cada temporada. El verano pasado miramos con desconcierto las bolsas de papel de Jil Sander, perfectas para llevar el almuerzo en la oficina y cuyo precio rondaba los 290 dólares. En el año 2010, Louis Vuitton comercializaba su Raindrop Besace, que costaba 2.000 dólares y que se inspiraba en las bolsas de basura, elemento queacaba de recuperar Lanvin en su colección primavera/verano 2014.

Volviendo a Louis Vuitton, en el año 2007 dejó boquiabiertos a sus clientes al presentar una bolsa inspirada en las bolsas de lavandería o del `todo a cien´. Frente al euro que cuesta la “original”, el diseño parisino costaba 1.200 libras y conquistóa celebrities como Kelly Osbourne. El print barbès (que así se llaman estos cuadros), que toma su nombre del distrito 18 de París, es ahora la inspiración de la colección otoño/invierno 2013-2014 de Céline. Faldas y abrigos de siluetas exageradas cocoon acercan la firma francesa al ámbito más hogareño. Este estampado, con una aproximación mucho más británica y sobre lana en lugar de jacquard, también llena la pasarela de Stella McCartney. Abrigos de 1.995 euros y bolsos de 1.130 euros hacen que el cuadro barbès alcance una nueva dimensión.

Este print, que ahora firmas como Zara ponen a disposición de los bolsillos más ajustados para dar un giro de pasarela a nuestro armario, ya formó parte de los desfiles en la primavera/verano 2003 de Helmut Lang. Faldas y vestidos de estampado barbès y camisas para el sector masculino fueron la primera aproximación de este distrito parisino al universo de la moda.