Lady Gaga resucita a Audrey Hepburn y emula su look en 'Desayuno con diamantes'
El foco de atención de su look ha sido el diamante Tiffany, que nadie había lucido después de la maravillosa actriz
Lady Gaga sabía que, para ser la auténtica protagonista de este particular y glamouroso desfile de moda que es la alfombra roja de los Oscar, no era suficiente con lucir un vestidazo digno de tal ocasión. Si quería ser la estrella, necesitaba ese algo más. Y no ha defraudado. Tal y como hiciera en la pasada gala de los Globos de Oro, donde la cantante, de nuevo con su look, rindió un homenaje a Judy Garland en la película original, 'A Star Is Born' (1954) -por la que anoche se alzó con el Oscar a la mejor canción original, pero en la versión de 2018-, ha repetido intención, aunque está vez ha cambiado de musa.
Del maquillaje al peinado, pasando por el vestido sin obviar el foco de atención del look, las joyas, todo un estudiado estilismo con un único propósito, rendir tributo a una de las grandes divas del cine, Audrey Hepburn, y su mítico look en la no menos mítica película 'Desayuno con diamantes'. Está claro que Lady Gaga sabe lo que se hace y una vez más ha logrado alzarse con el premio a actriz protagonista en la red carpet (que no con el Oscar en esa misma categoría).
La cantante y actriz se ha enfundado en un impresionante vestido de Alexander McQueen en color negro con escote palabra de honor al que no le han faltado los guantes largos a imagen y semejanza de Audrey Hepburn. Seguimos con el beauty look, idéntico recogido al que en su día llevó Audrey, acompañado de un maquillaje de clara inspiración sesentera. Y si a todo esto le sumas la joya de la corona (que pasamos a detallar), el tributo está servido.
Un collar de 50 millones
Lady Gaga ha lucido un diamante de más de 128 quilates, propiedad (como era de esperar) de la marca de joyería Tiffany & Co., que nadie, después de la propia Audrey Hepburn, había llevado. Se le conoce como el diamante Tiffany y la mítica actriz lo lucía en la sesión de las fotos promocionales de 'Desayuno con diamantes' en 1961. Desde entonces había permanecido expuesto en la emblemática sucursal de la marca en la Quinta Avenida en Nueva York y nunca jamás lo había llevado otra celebrity. Hasta que llegó Lady Gaga.
Para la sesión de fotos, Audrey lo lució engarzado como pieza central en una gargantilla, pero se escapó de su molde original y se convirtió en un collar largo allá por 2012, todo para celebrar el 175 aniversario de la marca. De este segundo collar nació la nueva joya inspirada en la original y que anoche llevó Lady Gaga, una pieza única que además suma otros 120 quilates en diamantes blancos y que vienen a realzar a la icónica gema principal.
Se trata de una de las piezas más caras, por no decir carísimas, que hemos visto en la alfombra roja de los Oscar de este año (y de la historia) y de eso da buena fe su desorbitado precio, ya que se estima que la joya que ha lucido Lady Gaga para resucitar el espíritu y la imagen de Audrey Hepburn tiene un valor de 50.000.000 dólares. Así deslumbrar es muy pero que muy fácil.
Lady Gaga sabía que, para ser la auténtica protagonista de este particular y glamouroso desfile de moda que es la alfombra roja de los Oscar, no era suficiente con lucir un vestidazo digno de tal ocasión. Si quería ser la estrella, necesitaba ese algo más. Y no ha defraudado. Tal y como hiciera en la pasada gala de los Globos de Oro, donde la cantante, de nuevo con su look, rindió un homenaje a Judy Garland en la película original, 'A Star Is Born' (1954) -por la que anoche se alzó con el Oscar a la mejor canción original, pero en la versión de 2018-, ha repetido intención, aunque está vez ha cambiado de musa.