Si echabas de menos un vestido largo para ir al trabajo, tienes que probarte este de Zara

Lo siento. Echo de menos el verano, pero no por las razones habituales. No es que no eche en falta el caliente sol, mi rostro bronceado, la sal en mi piel, los chiringuitos y los mojitos. Noooo, para nada… A ver, que sí, pero no pasa nada porque el otoño también nos da muchas otras cosas que también aprecio y disfruto, como las castañas, las botas de caña alta y los abrigos.

Sin embargo, hay algo que no había visto hasta ahora con tanto estilo y que echaba mucho de menos: un vestido largo, pero no del todo bohemio, que me pueda servir para ir a la oficina sin restar formalidad a mi outfit.

En verano, los vestidos largos son mi uniforme oficial para ir del trabajo a disfrutar de la jornada intensiva sin pasar por casa y, sobre todo, sin pasar calor. Pero llega el frío y me tengo que despedir de ellos, no porque quiera sino porque los diseñadores de mis tiendas de referencia los aparcan hasta la siguiente temporada, salvo en una versión muy fluida y bohemia que no cuadra en los fríos días de oficina.

Hasta ahora, que parece que en Zara han escuchado mis plegarias (persistentes durante los inviernos) y me han traído uno con el que por fin, ¡por fin!, iré divina, cómoda y abrigada a la oficina.

Este vestido de cuello redondo y manga larga (40 euros) tiene un acabado ideal en volante pero destacan otros dos detalles que me han cautivado: el estampado de micro pata de gallo ¡y los bolsillos laterales! Además, su largo es perfecto también para llevar con zapato plano y no arrastrarlo por los presumibles charcos que nos podamos encontrar.

Pero por si me pareciera poco, he encontrado otros dos modelos que me han encantado.

Este otro vestido largo (59 euros) tiene cuello perkins, manga larga y un diseño de estampado que, además, afina la figura por los cortes que se realizan en el patrón y también por la base en negro y detalles en blanco.

Por último, un vestido recto menos suelto pero que compensa la sobriedad del patrón con el estampado de flores rosas. Cuesta 40 euros y es perfecto para un viernes más informal en el que uniremos la oficina con una comida (y lo que surja) con amigos.

Sé que a estas alturas de artículo a muchas os he convencido: los vestidos largos son para el invierno, y otras estaréis pensando: “Pero ¿y si llueve?”. Y yo os respondo: botas de tacón y caña alta. No hay más preguntas señoría. Ahora solo queda disfrutar de estos modelos y hacerse con ellos antes de que vuelen de tienda.