La reina Letizia inspira nuestra última compra en Massimo Dutti para triunfar

El arte de combinar colores en la moda tiene mucho más potencial de lo que imaginamos. Especialmente en los armarios más discretos, se suele confiar siempre en unir el mismo tipo de tonalidades. Una materia donde los neutrales arrasan por mayoría aplastante.

Sin embargo, como nos ha recordado la reina Letizia en su reciente visita a Valencia, podemos innovar incluso manteniendo una línea elegante, sencilla y sutil. Combinando dos tonalidades que, quizás nunca habías probado, el gris y el lila.

La Reina visitaba la ciudad del Turia para entregar los premios Jaume I, una ocasión ideal para recuperar uno de los looks de su armario más aplaudidos. Un vestido de lana en color gris, con el forro en lila, y abrigo a juego de Carolina Herrera.

Una propuesta que estrenó en su visita a Portugal en 2016 y que la hemos visto lucir en varias ocasiones más a lo largo del tiempo. Sin embargo, ha sido ahora cuando nos hemos animado a crear un estilismo inspirado en esta combinación de tonalidades.

Así, nos trasladamos hasta una de las tiendas low cost que más suele lucir doña Letizia, Massimo Dutti, para recrear un conjunto que evoque esa combinación que tanto nos ha gustado. Así, comenzamos apostando por la funcionalidad de dos piezas como un jersey de punto y una falda midi.

A pesar de que doña Letizia llevaba un vestido, si nos hacemos con estos diseños por separado, podremos darles multitud de usos más. A la venta por 70 euros en ambos casos, estos son solo una muestra, ya que podemos jugar con las diferentes tonalidades de grises que encontramos en la firma.

Mientras, para el lila hemos seleccionado dos blusas que dan el punto más llamativo al conjunto. Ya sea para lucir bajo el jersey (por lo que solo se vería el cuello) o como pieza exterior, son dos propuestas fluidas de Massimo Dutti que sientan de cine.

A la venta por 50 euros cada una, unirlas al gris en un look es una forma ideal de sacarle partido a esta gama cromática tan de moda más allá de la primavera y del verano. Así, queda demostrando que en invierno no solo es sofisticado confiar en los tonos más oscuros o nudes. La luminosidad del gris y del lila también es perfecta para un día de frío.