Todo sobre el vestido de novia de Westwood que Carrie vuelve a lucir

No cabe duda de que ‘And Just Like That’ está encontrando en el pasado y en sus iconos un aliciente para mantener el interés de los espectadores, pues no solo contará con un fugaz y más que comentado cameo de Kim Cattrall, sino que incluso ya ha mencionado a Stanford, el mejor amigo de Carrie Bradshaw interpretado por Willie Garson, que falleció en septiembre de 2021 y que esta temporada regresa a nuestra memoria cuando, ante una alabanza del kimono que luce en su casa, Carrie responde: “Oh, gracias. Mi amigo Stanford me lo envió desde Japón”.

La serie ha ido un poco más allá y antes de volver a introducir a la expareja de Bradshaw, Aidan, en la trama, ha apostado por una suerte de protagonista textil que forma ya parte del universo de ‘Sexo en Nueva York’. Nos referimos al icónico vestido de novia de Vivienne Westwood, un diseño que es hoy más nostálgico que nunca al haber muerto recientemente la reina del punk de la industria de la moda.

En realidad, el vestido nupcial no fue parte de la serie, sino que tuvo su momento de gloria en la película presentada en 2008, en la que era la propia diseñadora quien le enviaba el impresionante diseño como regalo tras haber visto a la columnista lucirlo en un editorial de una conocida revista de moda. Este vestido procede de la colección otoño-invierno 2007 de Vivienne Westwood Gold Label, una colección llamada ‘Wake Up Cave Girl’ que, al poner a la venta una versión de cóctel del modelo, se vendió de forma inmediata en Net-A-Porter pese a rondar los 5.000 euros.

Si el look nupcial nos dejó de piedra en 2008, de alguna forma Sarah Jessica Parker ha conseguido que, años después, el diseño sea aún más impresionante. En la serie, Carrie suma zapatos azulados satinados que encajan a la perfección con una impresionante capa y un majestuoso tocado, un look aún más Bradshaw que ese con el que Mr Big le dejó plantada en el altar hace 15 años. Lo sabemos, ¿por qué le hemos perdonado tantas cosas a ese señor? “And Just Like That’, le di un nuevo uso a mi dolor”, dice Carrie al finalizar el capítulo, en el que termina por llevar su vestido de no-boda a la Met Gala al tener problemas técnicos la diseñadora emergente que iba a ser la encargada de crear un total look para ella.

Por falta de tiempo (y de las medidas correctas), tan solo puede diseñar la capa que luce con su vestido de novia, un diseño que los fans del universo ‘Sexo en Nueva York’ reconocen en tan solo un segundo. Por cierto, volvamos un momento a esos tacones azulados a los que hemos hecho mención, porque en realidad Sarah Jessica Parker ha roto una norma que pensamos que no osaría romper jamás por acabar con los parámetros espacio/temporales/ficción/realidad de tantas formas posibles que resulta tan divertido como desquiciante. En realidad, el diseño que lleva es de la propia firma de la actriz, SJP by Sarah Jessica, que el equipo de estilismo de la serie embellece con cristales diamantados. Los guantes de ópera que lleva han sido teñidos para la ocasión y la capa, que en la serie ha sido confeccionada por la pareja de su compañero de trabajo, es en realidad un vestido que Danny Santiago (responsable de estilismo junto a Molly Rogers) encontró en The RealReal y que transformó en una capa.

Por cierto, en la serie hay un lugar importante para The Real Deal, la versión ficcionada de la popular web de reventa en la que encontraron el diseño que dio forma a la capa azul, con la diferencia de que la de la serie paga en efectivo. El tocado que lleva Carrie es el mismo que luce en la película y es de hecho más fundamental de lo que pudiera parecer, pues en realidad Paolo Nieddu, que entonces era asistente de estilismo, lo encontró en una tienda vintage, y a Patricia Field le gustó tanto que se aseguró de que el look de novia de la protagonista fuera orquestado alrededor de este tocado. La propia marca británica celebró el décimo aniversario del momento en el que Carrie llevó el vestido mostrando el diseño original en el escaparate de la flagship store de la firma de Nueva York, donde los fans de la serie pudieron disfrutar de este icónico vestido desde el 27 de mayo hasta el 10 de junio.

“En realidad, no estábamos del todo seguros de que pudiéramos recuperar el vestido. Estaba en Londres y traerlo, teniendo en cuenta las aduanas, no era fácil, y ni siquiera sabíamos si incluso era el mismo vestido. ¡Si hasta el color parecía diferente!”, ha confesado la actriz a ‘People’. Asegura que el guionista y director de al serie, Michael Patrick King, y ella querían que el vestido tuviera un aura diferente, por lo que se preguntaron cómo poder añadir capas a un diseño tan especial para darle una nueva vida y un giro moderno que cambiara la poesía que rodeaba al vestido. Por eso decidieron incluirlo en una temática en la que la gala MET fuera clave, y el resultado ha enamorado tanto a los fans de la serie, que han comprendido inmediatamente el guiño, como a los nuevos seguidores, que al escuchar a la propia Carrie decir, al abrir la caja en la que guarda al vestido de novia, “no es mi mejor recuerdo”, se han esforzado en investigar al instante de qué recuerdo se trata.

Los responsables de vestuario estiman haber invertido unos tres millones de dólares en préstamos de moda a lo largo de esta temporada, pues en cada fitting necesitan entre ocho y 10 burros de ropa, entre 30 y 40 pares de zapatos y hasta 40 bolsos, quedando así claro que en esta serie el lujo, lejos de ser silencioso, grita.