El Oscar a la actriz mejor vestida de la temporada es para Emily Blunt: descubre qué esconde su exquisito armario

No, el pasado 10 de marzo, Emily Blunt no se alzó con el Oscar como mejor actriz de reparto, un reconocimiento que recayó en manos de Da'Vine Joy Randolph. Era la primera vez que la inglesa de 41 años se enfrentaba a una nominación y, aunque se fue del Dolby Theatre con las manos vacías, Blunt se ganó el Oscar a la actriz mejor vestida de la temporada.

Ella, que nunca había destacado ni para bien ni para mal en estilo, encontró en la promoción de 'Oppenheimer', la película triunfadora en esta última edición de los premios cinematográficos, el motivo aliado para demostrar al mundo que, al igual que sus dotes interpretativas, en moda tiene mucho (y muy bueno) que decir. Solo hay que recordar la elección para pisar la alfombra roja más relevante de Hollywood: un vestido de alta costura de Schiaparelli de patrón arquitectónico, corte joya y tirantes flotantes que dejó a todos los allí presentes con la boca abierta.

El gran público conoció a Emily gracias a su papel secundario en 'El diablo viste de Prada' al lado de Meryl Streep y Anne Hathaway, y aunque de una manera más discreta que el resto de actrices de Hollywood, la británica ha logrado construir una carrera de éxito. Precisamente, hace unas semanas, protagonizó junto a ellas un reencuentro en los premios que concede el Sindicato de Actores que acabó por colapsar las redes sociales y convertirse en momentazo viral.

En su variopinto currículum figuran comedias románticas como la mencionada cinta en la que ejerce de asistente del personaje de Meryl Streep, pero también cine de aventuras como ‘Jungle Cruise’, de terror como ‘A Quiet Place’, históricas como ‘La joven Victoria’, thrillers dramáticos como ‘La chica del tren’ y hasta películas infantiles como ‘El regreso de Mary Poppins’.

Lo curioso es que su armario se caracteriza por ser igual de ecléctico que su vida laboral. En él se combina la cantidad justa de clasicismo y vanguardia para dar así lugar a looks realmente interesantes. Parte de la culpa recae en Jessica Paster, la estilista de moda que lleva 18 años trabajando con Blunt.

No contenta con el lookazo que llevó para la gala de los Premios Oscar este año, en una de las fiestas posteriores se enfundó en un vestido de aires lenceros firmado por Dolce & Gabbana. Dotado de un pronunciado escote en pico, tirantes finos y falda en línea evasé, el modelo destacó por dos razones: el cuerpo corsetero y el delicado tejido de encaje salpicado por destellos brillantes.

Recién salida de los Oscar, Blunt asistió al estreno en SXSW de su próxima comedia romántica con Ryan Gosling, 'The Fall Guy', con un twin set de Versace compuesto por un jersey crop con botones decorativos y una chaqueta a juego con hombreras estructuradas, todo con un estampado de rombos en blanco y negro. Lo combinó con unos pantalones negros anchos de tiro bajo y unas zapatillas de deporte blancas.

En los Globos de Oro también estuvo sembrada luciendo el último vestido que Sarah Burton había ideado para Alexander McQueen antes de su salida de la marca. Tal y como declaró su estilista a la revista 'Vogue', "Sarah tuvo la gentileza de guardarnos todo tras el estreno de 'Oppenheimer', y luego volvió a tener la gentileza de dejárnoslo para la temporada de premios después de dejar McQueen". Se trata de un diseño con el cuerpo joya bordado con pedrería dorada y una falda de tul blanca muy voluminosa que Blunt defendió con genial maestría.

Su aparición en la Met Gala del 2023 es una buena muestra de esa perfecta fórmula de tradición e innovación a la que nos referimos.

“Todos sabemos que el tema era Karl Lagerfeld, y lo único que Emily quería usar eran pantalones. Pero pensé que sería genial si usara un vestido. Lo brillante de Michael es que nos dio a ambos. Juntó ambas ideas e hizo algo realmente espectacular para la noche más importante de la moda”, desveló su estilista Jessica Paster a 'People' sobre el outfit que maquinaron entre los tres para triunfar en la que es una de las alfombras rojas más mediáticas.

La otra gran red carpet, la de los Oscar, también la domina a la perfección. Sin ir más lejos, el pasado mes de marzo se coronó en esta cita como una de las mejor vestidas gracias a un impoluto vestido blanco de Valentino que dejaba sus hombros al descubierto.

Que no te equivoquen estos dos patrones porque, como decíamos, no todo es blanco o negro en el armario de Emily Blunt. En el suyo hay espacio para todo tipo de colores –solo hay que hacer un repaso rápido por la hemeroteca para encontrarse con ella enfundada en un vestido de Oscar de la Renta en color rojo con flores estampadas en la última edición de los premios SAG y con otro diseño en el mismo tono, pero realizado en cuero en los talleres de Alexander McQueen que escogió para presentarse en el estreno de la segunda parte de ‘A Quiet Place’ en el 2020– y un sinfín de matices, los cuales vienen dados la mayoría de las veces por su inteligente interpretación de las tendencias con las que se siente más cómoda.

¿Quiere decir esto que no toma riesgos? No, en realidad sí que los asume, pero siempre lo hace de forma serena, contando con una base sólida detrás. Como cuando se anima a llevar lentejuelas, cut-out o trajes. Los dúos de sastrería, por cierto, se han convertido en uno de sus recursos favoritos durante las maratonianas giras de promoción.

El otoño pasado lo vimos cuando se paseó por varios platós con el fin de hablar de la miniserie ‘The English’, que acababa de terminar de rodar, y recientemente ha hecho lo propio durante los días que ha tenido que viajar por todo el mundo para presentar ‘Oppenheimer’.

Las únicas líneas rojas que parecen estar marcadas sobre su estilo son los escotes muy pronunciados y los estampados excesivamente llamativos. El porqué es sencillo, simplemente parecen no encajar con ella. Una decisión por la que seguro Miranda Priestly, la malvada editora de una revista de moda que ejercía de su jefa en ‘El diablo se viste de Prada’, estaría muy orgullosa de ella.