Aruca Fernández-Vega, mujer de Emilio Aragón, es el icono boho inesperado de la temporada a los 64 años: su nuevo look, al detalle

La discreción y la elegancia son dos cualidades naturales que suelen ir de la mano. O se tienen, o no se tienen. En el terreno 'fashionista', esos dos rasgos pasan por presumir de una vida y un estilazo que, sin grandes manifestaciones, destaca por encima del resto. Como caso práctico, Aruca Fernández-Vega, mujer de Emilio Aragón y madre de sus tres hijos, Ichi, Macarena y Nacho. La asturiana, descendiente de una ilustre familia de oftalmólogos, lleva casada con el afamado productor 40 años, y a pesar de ser la matriarca de uno de los clanes familiares más mediáticos, ella siempre se ha mantenido en un segundo plano.

Hace unos meses, a principios de septiembre, la boda del benjamín, de Nacho Aragón, con la influencer Bea Gimeno, volvió a poner a Aruca en el foco a cuenta de su look. Como madrina, la mujer de Emilio Aragón se enfundó en un vestido exclusivo: un elegante caftán de seda en color naranja que combinaba fluidez y movimiento al mismo tiempo, logrando un equilibrio perfecto entre comodidad y sofisticación. La artífice de su look de madrina fue Rocío Crusset, la hija de Carlos Herrera y Mariló Montero, y su alabada marca de moda.

Un atuendo que ya apuntaba maneras y que se suma a su nuevo look para revelarnos un hallazgo: Aruca Fernández-Vega es, a sus 64 años, el icono de estilo boho inesperado de la temporada.

Ayer por la noche se celebraron en Madrid los premios de la revista 'Fuera de serie' y el galardonado en la categoría de artes escénicas fue Emilio Aragón. Un reconocimiento por su incansable contribución al entretenimiento y la cultura de nuestro país que recogió acompañado de su mujer y de su hija mayor, Ichi Aragón.

Con el homenajeado en el centro de la estampa, no podemos evitar que nuestras miras apunten directas al impecable estilismo que llevó la asturiana. Haciendo gala de una gran personalidad, Aruca escogió un outfit en clave boho-chic que pasamos a analizar a continuación.

La compañera de vida de Emilio Aragón escogió dos tonos, el negro y el rojo, y que, fusionados en las diversas piezas que componían su atuendo, le ayudaron a firmar un resultado de sobresaliente. Como base, una blusa roja con el cuello mao, cierre frontal con botonadura oculta bajo la solapa y corte fluido, y unos pantalones negros de vestir con detalle de pinzas, perneras rectas y el bajo tobillero.

Encima de esas dos prendas, un abrigo tipo caftán fabricado con un tejido de micropana en negro que combinaba con un forro satinado a contraste. Presente tanto en la solapa como en los puños, ese forro estaba estampado con un motivo floral en rojo y gris, otorgándole el toque diferenciador al look.

Como complementos y dada su eterna discreción, Aruca prefirió no arriesgar y sumó unos zapatos de salón con tacón sensato en negro, un collar largo con una piedra transparente y unos pendientes de circonitas en tamaño XS.