Los mejores trucos para poder disfrutar de la Navidad y seguir adelgazando

Se acerca esa época del año que solemos asociar a los regalos, la alegría de los niños y pasar tiempo en familia. La Navidad es el momento en el que nos replanteamos los objetivos conseguidos a lo largo de los meses anteriores, el lugar en el que nos encontramos y si es aquí donde queremos vernos en el año que está a punto de comenzar.

Esto no es lo único que hace de estas fechas algo diferente, también es el momento en el que, a pesar de cuidar nuestra alimentación durante todo el año, optamos por relajarnos un poco, cambiamos nuestras rutinas y damos paso a comidas copiosas, brindis y dulces típicos de estas festividades.

Asociamos estas fechas con un inevitable aumento de peso, pero esto no tiene por qué ser así siempre. No es necesario resignarnos, hay algunos trucos que podemos poner en práctica para seguir cumpliendo nuestros objetivos sin tener que renunciar a los placeres de la Navidad.

¿Muchos días de comilonas?

Las navidades suelen estar relacionadas con varios días de grandes comidas, recetas tradicionales que suelen resultar más calóricas que las que solemos preparar para nuestro día a día y que llenan nuestros platos durante estas fiestas.

Sin embargo, no hace falta celebrarlas durante todo el mes de diciembre y hasta que pase el día de Reyes. En ocasiones parece que olvidamos que las fechas señaladas son muchas menos, unos cinco o seis días puntuales. El resto del tiempo lo mejor es continuar con nuestra alimentación habitual.

Raciones más pequeñas y sin repetir

No es necesario evitar ese plato que tanto te gusta, pero no es mala idea optar por raciones más pequeñas. Aunque sean fechas señaladas los consejos habituales siguen estando en vigor, por ejemplo, puedes servir tu ración en plato de postre, engañando a tu cerebro para que piense que es más grande.

Come despacio

Este consejo sirve tanto para los días de fiesta como para el resto, comer demasiado deprisa no es bueno para nuestro cuerpo. Conviene masticar bien los alimentos, así los disfrutaremos más y estaremos favoreciendo la digestión. Además, así daremos tiempo a nuestro cuerpo para avisarnos de cuándo estamos saciadas y no necesitamos comer más.

Elige lo que vas a comer

Si en tu casa se sirven aperitivos antes de la comida, selecciona aquellos que más te convengan y ponlos en tu plato para tener clara la cantidad que vas a comer. Durante la comida puedes hacer algo parecido: si el primer plato es más calórico, opta por un segundo a la plancha y con guarnición de verduras, y viceversa.

¿Preparas tú la cena? No te olvides de las verduras y los vegetales, una estupenda guarnición de lo más saludable.

No abuses del alcohol y los postres

El alcohol añade calorías sin aportarnos nutrientes, por eso no conviene abusar de su consumo. Márcate un límite y nunca llenes el vaso o la copa hasta arriba, a no ser que sea de agua. Con los postres sucede algo muy parecido, los dulces típicos de estas fechas suelen ser bastante calóricos, por lo que es conveniente tomarlos con moderación y mucho mejor si son caseros.

Evita llegar con hambre

En ocasiones, cuando sabemos que vamos a comer más de lo habitual, tendemos a prevenirlo, dejando de comer antes. Esto no es una buena idea, llegaremos con más hambre y comeremos con mayor ansiedad. Siempre es mejor, después de la comilona, compensar con una cena ligera que ayunar previamente.

Sobre todo… ¡muévete!

No lo dudes, hacer un poco de ejercicio extra puede ser tu mejor aliado para quemar las calorías de más que estás consumiendo estos días. Aprovecha para caminar más, subir escaleras y mantenerte un poco más activa, tu cuerpo te lo agradecerá.