El Manantial, el refugio de 1.000 metros y vistas al mar de Ana Obregón en Mallorca
Construida en los años setenta por su padre sobre tres fincas unidas de más de 8.000 metros cuadrados, así es su rincón más íntimo en la Costa dels Pins
Ana Obregón lleva casi un mes en la imponente casa familiar que su padre construyó en los años setenta en uno de los acantilados de Costa dels Pins, en Mallorca. Un reducto de paz e intimidad donde la presentadora se está reencontrando con los recuerdos del pasado. La actriz sigue transitando el dolor de las dos terribles pérdidas a las que se ha tenido que enfrentar en los últimos años, pues primero perdió a su único hijo, Álex, en mayo de 2020, y poco más de un año después se despidió también de su madre, que fallecía a los 95 años de edad.
Sin duda, en El Manantial -nombre que recibe la imponente vivienda de más de 1.000 metros cuadrados con vistas al mar- Ana disfrutó con Álex, sus padres, hermanos y sobrinos de todos los veranos, como también lo hizo ella de niña. Una casa llena de alegría y escenario de las mejores vivencias que está más solitaria que nunca en esta temporada estival marcada por las ausencias.
Recuerdos que, como ella misma contaba hace dos años en una publicación de Instagram, están llenos de nostalgia y tristeza: "Ahora llevo horas mirando esta foto entre lágrimas desde mi retiro, sentada al atardecer en el mismo sofá mirando al Mediterráneo".
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Aunque terminaba con una nota esperanzadora: "Nada ni nadie, ni siquiera su partida me van a quitar los infinitos momentos de amor que mi hijo me regaló y su lección de vida. Y esto es lo único que alivia un poquito mi dolor por la eternidad de su ausencia y su dolor por no estar aquí."
El origen de El Manantial
“Cuando llegamos aquí éramos apenas unos veinte, además del Eurotel. Descubrí la Costa de los Pinos a través de un primo hispano-inglés de Ana”, relatóAntonio García, padre de la actriz, en una entrevista concedida al medio local mallorquín 'Última Hora' en el año 2013.
“La empresa que construyó el Eurotel, con la que nosotros habíamos trabajado, nos dijo que se vendían unas parcelas. Compré tres, más esta que está al lado, que era del padre de Agatha Ruiz de la Prada, con lo cual reuní 8.000 metros cuadrados y 140 metros de acantilado, ¡una maravilla, vamos! La casa la terminamos en 1969 y la inauguramos en 1970”, relataba como gran amante de la isla que es.
Más de 1.000 metros sobre el mar
“Creo que la casa tiene más de mil metros construidos y la terraza mide doscientos cincuenta metros de lado a lado”, contaba hace más de dos décadas una jovencísima Ana Obregón durante un posado en su casa de veraneo de toda la vida.
Se trata de una vivienda con espacio más que de sobra para acoger a toda la familia y algún invitado de última hora. “Tiene siete dormitorios tipo suite, cada uno con su baño y todos con vistas al mar”, detallaba la propia actriz. Como la terraza, toda la casa ofrece una hermosa panorámica de la bahía de Cala Millor, que se abre allí mismo y hasta el horizonte. Un sueño hecho realidad.
En cuanto a los interiores, se han mantenido a lo largo de los años casi imperturbables desde que se construyera en los setenta. “Mi padre construyó esta casa hace cuarenta años y se ha ido ampliando con el paso del tiempo, pero sin romper la estética, toda blanca y con suelo azul turquesa”, ha confesado Ana en alguna ocasión.
Los pinos centenarios y el huerto
“En el interior permanecen todos los pinos centenarios que había en el terreno”, señalaba entonces, emocionada, una de las señas de identidad más significativas de la casa que un huracán se llevó hace ahora 11 años.
“Recuerdo que construí un plano topográfico para respetar los 87 pinos centenarios que había en el terreno, que una noche del 2011 un huracán se los llevó todos. Por fortuna, nos queda un huerto mediterráneo, con granados, naranjos y olivos”, rememoraba Antonio apesadumbrado.
La piscina de Instagram
Una casa impresionante de la que tan solo estamos muy familiarizados con la imponente terraza de más de 250 metros de largo. Un espacio que se abre al mar con zona de comedor, chill out y, por supuesto, la piscina que tanto hemos visto en el perfil de Instagram de Ana Obregón, Álex y sus sobrinas.
Azul turquesa, igual que el suelo de la mayor parte de la casa, se ha convertido en escenario de los famosos posados veraniegos de Ana en más de una ocasión y en patio de recreo de los niños de pequeños y no tanto.
Una casa de ensueño donde Ana Obregón podrá recordar algunos de los momentos más mágicos con Álex y su madre, rodeada del cariño de su familia y amigos, tan importantes durante estos momentos, los más terribles de su vida.
Ana Obregón lleva casi un mes en la imponente casa familiar que su padre construyó en los años setenta en uno de los acantilados de Costa dels Pins, en Mallorca. Un reducto de paz e intimidad donde la presentadora se está reencontrando con los recuerdos del pasado. La actriz sigue transitando el dolor de las dos terribles pérdidas a las que se ha tenido que enfrentar en los últimos años, pues primero perdió a su único hijo, Álex, en mayo de 2020, y poco más de un año después se despidió también de su madre, que fallecía a los 95 años de edad.