Ana Obregón desvela un detalle íntimo sobre su estado de ánimo actual
Obregón ha desvelado a Vanitatis un aspecto que desconocíamos sobre su momento actual
Hace 26 meses que la actriz y empresaria sufrió el golpe más duro de su vida, el fallecimiento de su hijo Aless tras una dura lucha contra el cáncer que duró años.
Durante meses, Ana se pegó a su hijo y le siguió de hospital en hospital, de tratamiento en tratamiento y de médico en médico hasta que la enfermedad pudo con él.
Entonces la actriz tuvo que empezar de nuevo a vivir, algo que, según ha declarado en diversas entrevistas, se le hacía muy cuesta arriba. Pero Ana es como el ave fénix y ha resurgido de sus cenizas. A lo largo de estos ya más de dos años de conmovedora soledad nos ha demostrado que su sonrisa es su mejor aliada y su fuerza, su mejor arma, y aunque ha reducido al mínimo la exposición pública, la hemos podido ver presentando unas campanadas de Nochevieja junto a Anne Igartiburu o posando de la mano de su mejor amigo en las páginas de alguna revista de papel cuché, el lugar en el que nos ha regalado aquellos famosos posados de verano que tanto echamos de menos los amantes del ‘corazón patrio’.
En las breves apariciones que hemos podido verla, había dos denominadores comunes, los colores de los looks que vestía, los que han poblado su armario y con los que se siente cómoda: el blanco y el negro.
Pese a que al principio solo la vimos de negro, de repente la actriz dio un giro, y según nos contó en aquella ocasión: "Hace unas semanas @susanauribarri me convenció para salir de mi retiro, dejar el duelo por unas horas y grabar como investigadora en un gran programa @masksinger3". Al ocupar la silla del programa de televisión 'Mask Singer' abandonó la oscuridad por la luz. ¿Pero este cambio tiene algún significado? En aquel momento nos contó la verdadera razón: "El blanco es luto en el budismo, en muchas religiones y en muchos países. Y yo todavía estoy guardando luto por mi hijo. Ese es el motivo. Siempre voy de negro, pero en televisión tanto en las campanadas como ayer en el programa visto de blanco", nos dijo.
Nos pareció que había un atisbo de luz en su vida, algo que transmitía energía positiva. Pero ayer noche en una grabación la volvimos a ver de negro, y Vanitatis no ha dudado en preguntarle la razón de la vuelta al negro. La intérprete muy amablemente nos ha explicado algo que no sabíamos y que hemos entendido perfectamente: “Llevo dos años vistiendo negro y blanco, que son los dos colores de luto tanto en el budismo como en Occidente. El negro del otro día era porque por tema de luz en la grabación, me pidieron que no fuera blanco”. Ana, que durante un largo periodo de tiempo eligió la ausencia de luz para mostrarse a los demás, lleva unos años solo apostando por este binomio. En televisión hay que tener en cuenta, en unos días tan calurosos como los actuales, que el blanco absorbe el calor y lo deja ir; el negro, por su parte, lo guarda y mantiene. A lo largo de la historia, el blanco era un símbolo de estatus, conllevaba mucho trabajo y era algo que solo se podían permitir las clases pudientes con personal de limpieza.
Pero a esta información que nos contaba la famosa española añadió un detalle que emocionaba y que describe perfectamente el momento en el que se encuentra la madrileña más allá de sus proyectos: “No me siento todavía para llevar colores”.
No sabremos si eso llegará algún día, le deseamos que así sea.
Hace 26 meses que la actriz y empresaria sufrió el golpe más duro de su vida, el fallecimiento de su hijo Aless tras una dura lucha contra el cáncer que duró años.