Así es alojarse en el mejor hotel de España según los World Travel Awards

Es el mejor hotel de España. Así lo han reconocido los World Travel Awards en su edición 2022, premios que también lo condecoraron hace dos años como mejor hotel histórico de Europa. Está en la isla de Gran Canaria, concretamente en su capital, y conocerlo y vivirlo bien merece un fin de semana de lujo porque en él historia, servicio y gastronomía van de la mano de forma excelente.

Hablamos de Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, el sello de mayor nivel que posee la compañía española Barceló, con otros establecimientos premiados en el archipiélago como el Barceló Fuerteventura Beach Resort, el Barceló Lanzarote Active Resort y un estreno esta temporada con la sostenibilidad por bandera: el Barceló Tenerife, con su exclusivo Royal Level, un cinco estrellas junto a la Reserva Ambiental de San Blas, patrimonio natural y cultural. Hay muchas opciones de isla en isla, pero pocas como Santa Catalina.

Lo saben bien Brad Pitt, Churchill, Ava Gardner, Maria Callas o Gregory Peck porque todos, y muchos más, se alojaron en él. Pocos conocen, de hecho, que es uno de los hoteles más antiguos de España, anterior incluso a grandes nombres como el Ritz o el Palace de Madrid, puesto que abrió sus puertas ya a finales del siglo XIX.

Cuenta sus orígenes Manuel Martínez-Fresno, Royal Concierge y PR Manager: ”Surgió como consecuencia de una alianza empresarial entre tres familias importantes de Las Palmas, de origen británico, que crean la primera compañía turística de las islas aquí, en uno de los puertos más importantes del mundo entonces”. Por eso, desde sus inicios ha acogido a ilustres viajeros, siendo un hotel de lujo colonial desde su arranque, con un elegante diseño de dos prominentes arquitectos de las islas británicas que se ha conservado maravillosamente en su restauración.

Siguen sorprendiendo, tras cruzar sus puertas, las dimensiones, esas grandes estancias palaciegas que desde los años 30, tras una primera etapa de cierre, guardan la impronta además del arquitecto Miguel Martin-Fernández de la Torre y su hermano, otro nombre propio del arte en Canarias como fue Néstor de la Torre. Ambos siguieron la citada línea colonial del edificio original, pero la complementaron con elementos de fantasía y otros, rozando lo kitsch, que recuerdan a los grandes hoteles del Hollywood dorado de entonces. Candelabros de cristal de Murano, repujados apliques y columnas, mobiliario de bares, salones y algunas habitaciones e inmensos murales y obra pictórica de Néstor y Jesús Arencibia siguen flanqueando al huésped con el trasfondo de la música de un cuarteto de cuerda, por ejemplo, que ameniza en directo sofisticadas veladas.

Sorprende, en un destino que se suele asociar a la costa, un hotel clásico que se acerca más a los grandes establecimientos capitalinos que al típico complejo de playa, aunque no deja de ser un amplio resort con excelentes instalaciones y servicios, empezando por sus doscientas habitaciones, de hasta tres categorías, con vistas a la ciudad o a los jardines. Mezclan las líneas clásicas al hilo del edificio, pero son sencillas, cómodas, con lo que se le puede pedir, a nivel de amenidades, a un hotel de categoría. Las camas son un sueño tanto como su spa, un santuario contemporáneo con un estupendo circuito de aguas y menú de tratamientos de los que no se olvidan. Sus piscinas, una enorme en los jardines y otra más pequeña y aún más recomendable en la azotea, para disfrutarse con más tranquilidad tomando una copa con una imponente panorámica, complementan la experiencia.

El primer restaurante estrella Michelin en Las Palmas

No acaba aquí todo lo que ofrece Santa Catalina ni todos sus galardones. La Guía Michelin 2022 ha colocado una merecida estrella sobre su restaurante gastronómico Poemas. En él, en un comedor exquisito, se puede degustar una finísima cocina isleña con influencias del mundo y personales toques de autor que comanda este tándem familiar al que la guía roja ya iluminó también en edición anterior en otro de sus negocios en Tenerife.

Su carta y menú degustación, con fantástica armonía de vinos de la tierra, convierten además a este hotel en un destino gastronómico, el primero en la isla con un astro sobre él. Más casual, se come muy rico en su moderno restaurante 1890 La Bodeguita y sus mesas exteriores están animadísimas no solo con clientes, también con gente local, y eso siempre gusta. Ídem las meriendas en su bar Carabela o su jazz brunch los fines de semana, una delicia para concluir un par de días para el recuerdo en un hotel de premio.