Barcelona renace y recupera posiciones en el ranking del ocio: dónde ver y dejarse ver

Que Barcelona siempre ha sido dinámica, innovadora, sobrediseñada y alternativa queda fuera de cuestión. Que ha sufrido últimamente altibajos bochornosos, también. Pero hoy, en 2024, podemos afirmar que Barcelona se ha vuelto a posicionar como una ciudad de referencia en moderneo, cultura de club, tendencias culturales y gastromovidas.

Sin ir más lejos, el pasado mes de noviembre, Barcelona volvía a revalidar su puesto como capital de mundial de la coctelería —un honor que hasta hace dos años solo disfrutaban Londres y Nueva York— volviendo a situar un bar barcelonés —Sips— como mejor bar del mundo en la edición 2023 de los The World's 50 Best Bars. Pero como no solo de cócteles vive el ser humano, hoy te traemos diez lugares im-per-di-bles para disfrutar en Barcelona, ver, ser visto y sentirte parte del Instagram de Blanca Miró.

ESENCIA en SIPS DRINKERY HOUSE
Alta gastronomía líquida

¿Recuerdas lo de mejor Bar del Mundo? Pues los de Sips han ido más allá y acaban de abrir Esencia, un espacio superminimalista y reservado donde la gastronomía líquida alcanza cotas de culto. Ojo, que esto son palabras mayores: se trata de un bar dentro del bar que ofrece un menú degustación exclusivo y estratosférico. Los tragos no tienen nombre, sino que pivotan alrededor de conceptos como Hielo o Tokio, y se materializan en cócteles que captan su esencia.

En total, el menú consta de cuatro temáticas y ocho sorbos (o 'sips'). Vamos, lo que El Bulli fue a la gastronomía sólida, Marc Álvarez y Simone Caporale lo subliman en la líquida. Difícil (o más bien imposible) encontrar algo así en otro rincón del mundo, así que no te lo pierdas.

MONK
No dejes de ir… si encuentras la puerta

Prepara tu smartphone porque a la que pongas un pie en Monk —al que accederás entrando en una tienda de ultramarinos regentada por paquistaníes y traspasando una puerta camuflada que deberás encontrar— no pararás de hacer fotos. Entre las altas bóvedas góticas de este espacio, situado en un edificio de finales del siglo XVIII, se cuelan instalaciones artísticas lumínicas y espejos selfie-friendly.

El local es una fantasía de tonos rosas y neones e ir al baño es toda una experiencia en sí misma. Pero, además, los cócteles están a cargo de Giacomo Gianotti, propietario de Paradiso (World’s Best Bar 2022 y actualmente en el puesto n.º 4), y son tragos pensados para que interactúen con la luz y que, por supuesto, están buenísimos. Sin duda, uno de los hot spots de Barcelona.

LØT ROASTERS - COFFEE & CHOCOLATE
Vibraciones nórdicas con aroma a chocolate

El boom de las cafeterías de especialidad en el que estamos inmersos ha llegado a su pleno esplendor en la Ciudad Condal. Løt podría estar en la avenida más cool de Copenhague y, desde luego, las vibras nórdicas te van a asaltar nada más entrar.

Esta cafetería sirve cafés de especialidad a partir de microlotes de Perú, y también es un templo del chocolate. Lo elaboran en el obrador, que está en el mismo local, y siempre con cacao del Amazonas y los Andes. Si aún no se te ha hecho la boca agua, no te pierdas los caprichos dulces artesanales del mostrador. Pura gloria.

NOMAD COFFEE LAB
​Buen café a dos pasos del Palau de la Música

Seguimos con el mundo del café chachi en Barcelona, en el que Nomad fue pionero. Ubicado en el tranquilo y medio escondido pasaje Sert, vestigio de la Barcelona industrial del siglo XIX, Nomad Coffee Lab es otro imprescindible.

Flanqueado por plantas, en su larga barra transversal encontrarás una parroquia variopinta —con sobreabundancia de hipsters— y disfrutarás de sus cafés de distintos métodos de elaboración. Y todo a dos pasos del Palau de la Música, de Domènech i Montaner, pero sin hordas de guiris alrededor.

HIJOS DE JAVIER
Oda a los mocasines

Si te va más el rollo castizo que el postureo, déjate caer por Hijos de Javier. El chef Víctor García, del extinto Plata Bistró, está detrás de la cocina de este bar de tapas que recrea una tasca de estilo madrileño en la iconografía y en el corazón. Situado en uno de los barrios pijos de Barcelona, Hijos de Javier homenajea la pijería condal y a los chalecos acolchados con mucho humor. Javier no es ningún Javier en concreto, es uno de los muchos javieres que te puedes encontrar allí a la hora del vermut.

Los javieres se mimetizan entre decoración de toques retro, objetos y fotos kitsch que recrean —y muy bien— un imaginario colectivo y, sobre todo, entre tapas y platillos para chuparse los dedos, como la caballa con escabeche o la capipota —una especie de callos catalanes—. ¡Vivan los mocasines!

AGRESTE
​No hace falta ir a París

Tiene el encanto de un bistró bohemio y romántico, así que Agreste podría ser uno de los mejores restaurantes para hincar la rodilla en el suelo y declararte a tu media naranja. Pero nosotros, sinceramente, a quien le declaramos nuestro amor incondicional es a la pareja formada por Fabio Gambirasi y Roser Asensio, cocinero y jefa de sala, respectivamente, de este encantador restaurante.

Agreste ha cautivado el corazón de los foodies de Barcelona con su propuesta de cocina que combina tradición italiana y local, llena de sabor y con una técnica que emociona. Está en la Barcelona no gentrificada, la Barcelona 'agreste' del norte de la ciudad, muy cerca del Park Güell —donde Cristo perdió el gorro—, y ocupa una casita que, parece ser, muy pronto será ampliada ganándole terreno a la montaña. Tanto si estás enamorado/a como si no, tienes que ir.

DEAD END PARADISE
Look ochentero y cócteles del siglo XXI

Muy cerca de Joaquim Costa, una de las calles más cocteleras y eclécticas de la ciudad, el bar Dead End Paradise nos trae un trocito de Líbano a la catalana. Este local existe en Beirut, y su hermano barcelonés sigue la estela que su propietario, el bartender Jad Ballout, imprime a la carta de cócteles: tragos mediterráneos de inspiración asiática. Dead End Paradise Barcelona añade toques locales como sus cócteles inspirados en el pa amb tomàquet o en el chocolate con churros que te servirá la simpatiquísima jefa de barra Jade Ismail. Completa la carta una selección de bocadillos y otras preparaciones ready to eat.

Si esto ya te parece una fantasía, espera a ver el interior de este local pequeño y esquinero de grandes techos que tiene un privado psicodélico de lo más ochentero. El neón, los espejos y el animal print invaden la decoración y, quizá por ello —o a lo mejor no, quién sabe—, se está convirtiendo en el favorito de una parroquia queer que convive en armonía con los turistas y la excentricidad autóctona del Raval. Si vas en sábado te lo pasarás pipa en sus Habibi Parties, ¡palabra de no-libanesa!

BRASERO y FLORERÍA ATLÁNTICO
​Comer y beber bajo el esqueleto de Eumolpo

¿Es un restaurante argentino con cócteles? ¿Un bar de cócteles de espíritu argentino? Pues sí y no, y todo a la vez. Brasero Atlántico y Florería Atlántico son un restaurante con cócteles y una coctelería con restaurante que comparten dirección.

Florería Atlántico llega directo desde Buenos Aires con unas credenciales que quitan el hipo, ya que es obra de Tato Gionvannoni —mejor bartender del mundo en 2020 y premio Roku Industry Icon Award 2023 en The World’s 50 Best Bars— y ocupa el puesto n.º 18 de The World’s 50 Best Bars.

Comparte sociedad con el argentino Diego Cabrera (el mago tras Salmón Gurú y Viva Madrid en la capital). El restaurante está a pie de calle, tras una entrada propia de una floristería (de ahí el nombre), y en su sala de aires portuarios sirven especialidades argentinas, pero reinventadas a lo moderno y con toques locales. Podrás disfrutarlos con vinos estupendos y algunos cócteles realmente inspirados, como el magnífico Negroni Balestrini.

Al bajar al sótano descenderás al mundo abisal de Florería Atlántico, donde los cócteles se inspiran en aquellos países del Mediterráneo que migraron a Argentina a construir la nación. A ritmo de sesiones DJ, con iluminación tenue y bajo los imponentes huesos del monstruo marino Eumolpo que cuelga del techo, vas a querer quedarte en las profundidades marinas para siempre.

SALA UPLOAD
​Refugio musical de la Barcelona Underground

Aunque Barcelona se erigió en los noventa como la capital del techno house, salas como Apolo o Razzmatazz siguen liderando el gusto por la música indie y alternativa. Pero las generaciones centennial y millenial de la escena independiente barcelonesa son muy leales a la Sala Upload. Este local ubicado en el Poble Espanyol se define como “el refugio musical de la Barcelona underground” y damos fe que así es.

Durante la semana desfilan DJ que lo dan todo pinchando psicodelia, afrobeat, punk, garage, rock, trap y cualquier género que escape del mainstream. Y, periódicamente, la flor y nata de la escena indie nacional y algunas joyas internacionales se dejan caer en la Upload para tocar en directo y demostrar que hay vida más allá del reguetón y de Taylor Swift.

FLEADONIA y FLEA MARKET
​From Trash to Treasure

Barcelona hace años que se rindió al encanto de los mercados de segunda mano, con auténticas mareas de gente visitando Els Encants cada lunes, miércoles, viernes y sábado, o la edición trimestral del superesperado mercadillo de ropa Lost & Found.

Pero uno de los más auténticos es, sin duda, el Flea, que lleva más de 15 años con sus dos ediciones mensuales: el Fleadonia —cada primer domingo de mes delante de la Filmoteca — y el Flea Market —el segundo domingo de mes en la plaza Blanquerna—.

Allí el dicho “From trash to treasure” —algo así como tesoros de la basura— se convierte en epifanía, y la zona se llena de vecinos, curiosos y cazatesoros que compran y venden a precios razonables. Déjate caer por allí y únete a la revolución thrifted a ritmo de buena música y vermut. ¡Planazo!