Carlos Domínguez, director creativo de PuroEGO: “El ready-to-wear hombre con diseño y detalles de alta sastrería nos hace únicos”

Licenciado en Bellas Artes —especialidad Diseño—, en Publicidad y Relaciones Públicas, y poseedor de un postgrado en marketing digital y creatividad publicitaria, Carlos Domínguez (Córdoba, 1987), nuestro protagonista, es el director creativo de PuroEGO, firma de ropa masculina que, de un tiempo a esta parte, nos tiene totalmente atrapados.

De la teoría a la práctica. Su incorporación al mundo laboral tuvo lugar a través de la comunicación de moda y estilo de vida en diferentes agencias. De ahí saltó a PuroEGO, joven proyecto de ideas claras en el que entró por el departamento de comunicación e imagen de marca hasta llegar a la presente dirección creativa. Hora de conocer un poco más a Carlos Domínguez.

¿Qué tipo de niño fuiste? ¿A qué jugabas? ¿Con qué soñabas?

Fui un niño muy feliz que se crio en un ambiente familiar idílico. Mi abuelo pintaba y, no sé si por eso, a mí me encantaba todo lo relacionado con el arte. Mi juego favorito era dibujar. Regresaba a casa y me ponía a plasmar en un papel lo que había hecho o visto ese día. En esa época soñaba con ser dibujante de animación, de cómics. Me gustaba contar historias visualmente. Siempre he estado en contacto con la creatividad.

¿Cómo se manifiesta en ti la capacidad para imaginar y crear ropa?

A medida que empecé a crecer, la moda fue una inquietud que se despertó en mí y terminó convirtiéndose en una pasión. Siempre he tenido claro lo que quería ponerme y lo que me atraía. La moda se convirtió en un gran medio de expresión para mí.

Mis padres siempre me han apoyado y animado a formarme en lo que me apasionase de verdad. No se me olvida una frase que me repetían: “Encontrar trabajo es difícil, estudies lo que estudies, así que lo mejor será que te dediques a lo que te gusta de verdad”.

Si con 18 años llegas a preguntarme a qué me hubiese gustado dedicarme, probablemente te habría dicho que a algo muy similar a lo que hago hoy. Es verdad que lo veía difícil, casi utópico, ya que, en verdad, es un sector muy hermético. Para llegar hasta aquí he dibujado un camino de decisiones correctas, de errores subsanados, de mucha constancia y de algo de azar.

¿Cómo funciona tu cabeza? ¿Cómo es tu proceso creativo?

Si me obsesiono con una idea o una prenda, no paro hasta materializarla. Cualquier cosa me puede hacer clic: un juego de colores, de texturas, siluetas que veo en una película o paseando por la calle. Para crear necesito movimiento, estar en contacto con la gente, viajar, visitar las ferias...

Las redes sociales también proporcionan ideas, tenemos toda la información al momento y al alcance de la mano, pero nada como sentir las 'vibes' in situ e impregnarte de ellas. Voy archivando todo lo que me atrae en modo esponja para luego adaptarlo a mi concepto. Sigo las tendencias, pero trabajo para hacerlas mías.

Acabas de presentar la nueva colección otoño / invierno de PuroEGO, que oscila entre la inspiración más preppy —en plan 'Retorno a Brideshead'— y los estampados étnicos, que viaja entre impecables cortes sartoriales y pantalones anchos tipo cincuentas a micropanas, tartanes y, sobre todo, mucho punto, mucho ocho y mucha greca en cárdigans y chaquetas amorosas.

¿Qué, quién o quiénes han sido tus fuentes de inspiración en esta colección?

Normalmente, suelo mirar al pasado para construir los looks del presente. Para las colecciones meto en una coctelera todo lo que me gusta y lo mezclo. Me encanta la estética IVY League de las universidades americanas de los años 60, de ahí las prendas de estilo preppy. Me gusta mucho también la paleta cromática sobria y minimalista que utilizan las nuevas marcas sartoriales escandinavas. Me apasiona la esencia de la sastrería más tradicional: solapas anchas, pantalones altos con pliegues, patrones como la raya diplomática…

Sobre todo, me fascina la riqueza visual y el juego de texturas que aportan a un look las prendas de punto bien trabajadas, los estampados y los patrones nativos americanos. A todas estas fuentes de inspiración les busco un nexo, un hilo conductor, que las conecte; las aterrizo y las llevo a nuestro concepto de marca.

Y, de repente, ¡todo fluye! De ahí el nombre de la colección otoño-invierno 2024/25 'The Artist'; un lienzo en blanco al que te enfrentas con una paleta de recursos, estilos y conceptos diferentes que cohesionan y cobran sentido entre sí.

¿Cómo llegas a PuroEGO? ¿Cuál es la filosofía y por qué ha encajado tan bien contigo?

Aterrizo en PuroEGO en un punto en que la marca buscaba una nueva identidad, una nueva hoja de ruta. Era una apuesta bonita porque podía hacerla mía sin condicionantes. Sobre todo, vi que el proyecto tenía muchísimo potencial.

Del equipo que me rodea destacaría su profesionalidad y polivalencia. Al ser una marca pequeña, somos pocos y necesitamos los mejores 'players', los más multidisciplinares y flexibles. Estamos constantemente comunicados, tenemos un contacto muy directo que se refleja perfectamente en lo que hacemos. Para mí es fundamental que el equipo sepa entender e impregnarse de mi concepto de moda.

“He impregnado a Puro EGO mi ADN. Le he conferido mi forma de entender la moda masculina, lo que yo llamo el 'new classic'”, Carlos Domínguez

La filosofía de PuroEGO encaja perfectamente conmigo porque la apuesta consistió en, precisamente eso, adaptar la firma a mis gustos. (Risas). Personalmente, no encontraba en el mercado —como gran consumidor de moda que soy— ninguna marca que ofreciese buen diseño con matices y detalles de alta sastrería en colecciones ready-to-wear.

De un tiempo a esta parte, la presentación de colecciones, con increíbles montajes audiovisuales (Maison Margiela, Mugler, Alaïa…), concentran y atraen la creatividad que antes aportaban los videoclips musicales. ¿Podemos afirmar que la industria de la moda es, hoy por hoy, uno de los últimos paraísos para el talento en estado puro, por aquello de que hace uso de todas las disciplinas creativas?

La moda es arte y un medio de comunicación social. En una época de saturación de marcas, la diferenciación es la única baza a jugar. Por tanto, la superapuesta creativa que hoy se le da a la presentación de colecciones tiene toda la lógica. La imagen lo es todo.

Me gusta que haya increíbles montajes audiovisuales ante el consumo rápido y efímero que suponen los vídeos cortos pensados para las redes sociales; creo firmemente que ambos formatos son compatibles. Expresar la moda a través historias audiovisuales bien contadas nunca desaparecerá.

Tomémosle el pulso a la moda española. ¿Cuál es el diagnóstico del doctor Domínguez?

Falta de apuesta. Veo en el sector demasiadas marcas que, a mi juicio, hacen lo mismo sin aportar diferenciación. Son como un Excel basado en prendas comerciales masivas que saben que van a funcionar con todo tipo de público.

“No podría hacer una colección que no me enamorase. El componente romántico, para mí, es fundamental. Soy un bohemio”, Carlos Domínguez

Por supuesto que hay que vender, pero el equilibrio entre números y tendencia-propuesta debería ser una máxima de cada temporada si te apasiona este mundo.

¿Cuáles son tus herramientas para desconectar? Si te perdieses, ¿dónde te encontraríamos?

Desconectar es difícil cuando tu pasión es tu profesión. La línea que separa ocio de trabajo se vuelve difusa y, lo que antes consumía tumbado en el sofá por gusto, ahora no sé muy bien con qué ojos lo estoy mirando y ni qué mi cabeza archiva subconscientemente. La moda es mi mundo y gran parte de mis amigos son del sector, si a eso le sumamos también el trabajo que me supone mi perfil personal de Instagram… desconectar se vuelve complicado. Pero tengo claro que es necesario y hago el esfuerzo por apagar el interruptor y salir del bucle cuando llego a casa; hay que disfrutar de las pequeñas cosas y de la vida en familia que, en verdad, es lo que me hace feliz.

Si me perdiese, probablemente me encontraríais en mi playa de siempre, en Ayamonte, Huelva, donde veraneo desde niño. Es mi rincón de paz y ahora, con mi hija, lo disfruto mucho más, ya que, en muchos sentidos, estoy reviviendo mi infancia.

¿Qué te queda por construir? ¿Cómo te ves de mayor?

Realmente me siento muy afortunado, feliz y agradecido con la vida que tengo y lo que he conseguido hasta ahora, no me marco metas a largo plazo. Prefiero disfrutar el momento. De mayor me veo con la misma pasión por la moda masculina, pero con más años. (Risas). Reinventándome y aprendiendo cada día hasta que considere que no tengo nada nuevo que aportar.

¿Cómo andas de ego: 'fase divo' o 'el éxito es fruto del trabajo en equipo'?

El éxito es cien por cien trabajo en equipo, no hay duda. No obstante, siempre que alguna apuesta “más especial y personal” cuaja, un poco de ego “fase divo” asoma a la puerta. (Risas). Es inevitable. Lo positivo es que no dejo que se quede.