Estos son los nuevos restaurantes de Barcelona que acaban de abrir y que no puedes perderte
Barcelona da la bienvenida a un buen número de nuevos restaurantes que ofrecen gastronomía variada y de calidad, todos ellos han llegado para cubrir algunos huecos y devolverle armonía al paisaje urbano. ¡Qué no falte de nada!
Barcelona está viviendo los últimos meses un auténtico boom de nuevas aperturas gastronómicas. Esto, que puede resultar relativamente habitual en una ciudad como Madrid, no suele ser la norma en la ciudad condal. Pero este fin de año la tendencia ha cambiado: Barcelona da la bienvenida a un buen número de nuevos restaurantes que ofrecen gastronomía variada y de calidad, y que han llegado para cubrir algunos huecos. ¡No falta de nada!
KRESALA
La mejor parrilla vasca con el estilo contemporáneo puramente barcelonés
Empezamos a lo grande, como grandes son los peces que el asador marítimo Kresala ofrece en el nuevo place to be de Barcelona: el Port Olímpic. En esta zona se está consolidando un área gastronómica totalmente reformada que aloja nuevos locales pensados para el público local, (hace nada también inauguraron aquí los Hermanos Torres Eldelmar, su propuesta 'popular'), en detrimento del turismo de copeo que lo coloniza especialmente en verano desde aquel ya lejano año 92.
Kresala es el proyecto que une al grupo Sagardi y al chef Gregorio Tolosa, del restaurante Bidea 2 de Navarra. Él y los hermanos Iñaki y Mikel López de Viñaspre han puesto el alma y las ganas en este asador que ofrece producto fresco (¡y enorme!) asado a la parrilla. Todo en Kresala es grande: el comedor, con capacidad para 137 comensales, los ventanales, con estupendas vistas al Mediterráneo, la amplia terraza, la cava de pescados con los peces del día, la parrilla Josper de cinco metros, y la talla de algunos de los ejemplares que te vas a poder comer. Y grande también es su propuesta honesta y poco intervenida, donde la técnica es la maestra, y la materia prima un perfecto instrumento en sus manos.
Tanto si te entusiasma el pescado como si eres un carnívoro irremediable (puesto que también tienen chuletón y corte de wagyu), Kresala superará tus expectativas a base de platos como las kokotxas de merluza, las almejas en salsa verde, el salpicón de bogavante o el besugo estilo Xixario (el templo del Besugo en Orio). Además, puedes acompañarlos con alguna de las excelentes referencias de vino de una carta muy cuidada e incluso con algún que otro cóctel. ¿Qué más se puede pedir?
JAIBA MX
México divertido sin folklore
Y del País Vasco viajamos a México, porque en el que hasta hace poco era GoXo, el refugio en el hotel NH Collection Constanza de la 'alta cocina casera' de Dabiz Muñoz en la ciudad condal, aterriza otro de los chefs más reconocidos de Madrid: el mexicano Roberto Ruiz. El chef estuvo al frente, hasta 2020 (año en que cerró), de Punto MX, el restaurante que lo convirtió en el primer cocinero mexicano en conseguir una estrella Michelin en Europa. Ahora debuta en Barcelona con una propuesta que te gustará y divertirá a partes iguales.
Y es que Ruiz es un maestro a la hora de 'mexicanizar' todo lo español. Con más de diez años aprendiendo qué le gusta a los paladares patrios, Roberto Ruiz sublima el producto fresco catalán con su toque de cocina del Pacífico innovadora y disfrutona. No esperes folklore mariachi o catrinas mexicanas en la ambientación, ni tampoco recetas rústicas; Jaiba MX no renuncia a la herencia que ha convertido la gastronomía mexicana en una de las cocinas más famosas del mundo, pero lo hace con una mirada contemporánea y moderna.
Así, encontrarás un guacamole con una emulsión de jalapeños tan picante como gustes (te servirán el grado de modulación 'picantil' que desees), unos tacos elaborados con chuleta de Girona con salsa cítrica de chile serrano, una Lubina muy de aquí con un adobo rojo y un verde muy de allí, e incluso una de las creaciones icónicas de Roberto Ruiz: el inolvidable tuétano a la brasa, acompañado de salsa roja molcajeteada y tortilla de maíz. Si a toda esta profusión mexicana le sumas un maridaje a base de margaritas y palomas de tequila y también de mezcal, la fiesta está asegurada. ¡Ándale!
CAN BÓ
La sublimación de platillos y tapas
Can Bó significa algo así como Casa Bueno en catalán, y el nombre también hace referencia al edificio donde se ubica, la antigua casa del político y empresario Francesc Cambó, hoy sede del majestuoso Grand Hotel Central. Tras este ingenioso naming encontramos como asesor gastronómico a Oliver Peña, el chef de Teatro Barcelona (que acaba de ganar su primera estrella Michelin), y uno de los más queridos de la ciudad. El que fue hace unos años cocinero de 41 Experience y Enigma de elBarri Adrià, ofrece en Can Bó, junto con el chef ejecutivo Lorenzo Cavazzoni, una cocina sin artificios y que honra su filosofía más auténtica: valorar y apreciar a los mejores productores.
Can Bó es un templo de esos platillos y tapas muy nuestros que gustan a todo el mundo como croquetas de pollo, gildas, bravas o ensaladilla rusa, junto con recetas tradicionales más elaboradas como los famosos calamares rellenos de butifarra negra 'romescats' (un homenaje de Peña al romesco que hacía su madre), el brioche de pulpo en adobo o el excelente tiramisú de Cavazzoni, hecho al momento. Precisamente esa condición, la de preparaciones al día, junto con la utilización de un producto sublime, de temporada y de kilómetro cero como el pollo de payés de la Cerdanya, las alcachofas del Prat, los salmonetes de la costa de Barcelona, los mejillones y canyuts del Delta del Ebro o las fresas del Maresme, es lo que hace que estos platos tan reconocibles y caseros sean en manos de este dueto de chefs una auténtica delicia.
Y para que la experiencia sea completa, la carta de vinos es para enmarcar; una selección de joyas de pequeños productores o de vinos poco conocidos pero con un gran reconocimiento, con el denominador común de la mínima intervención. Su artífice, el sommelier Amador Marín (que también formó parte de elBarri Adrià como jefe de sommeliers), ha elegido unas 150 referencias que incluyen un menú rotativo de 12 vinos a copas. Que no falte de nada.
LLURITU 3
Mar y montaña en un idilio perfecto
Lluritu no es nuevo en la ciudad, ya que con este van tres. Pero eso ya nos puede dar una idea de lo popular que se ha hecho en Barcelona. Este tercer Lluritu tiene como novedad una cocina más elaborada sin perder su filosofía de marisquería popular, tan rumbera como deliciosa. La carta de este Lluritu situado en el Paseo de Sant Joan pierde en fritos pero gana en nuevas elaboraciones como los arroces o las cazuelas que son un festín de mar y montaña pero, ¡qué mar y qué montaña!
La ensalada de tomate y anguila ahumada forma un contraste perfecto, el ravioli de manitas de cerdo con gamba explota en la boca y las mollejas de ternera con cocochas parecen haber nacido para ser devoradas juntas. Si te queda un hueco, pide alguno de sus arroces de capa fina y al punto de cocción. Un festín de producto de calidad en un local que recrea con mucho acierto las barras de marisco de antaño.
VINT-i-QUATRE
Desayuno de campeones y tapas para compartir
Y seguimos con chefs de renombre que echan de menos el tapeo y el platillo que tanto nos gusta. Carles Abellán, el chef de XX, ha recuperado su propio local, el mítico Tapas 24 de la Avenida Diagonal con Tuset y le ha dado la vuelta como a un calcetín. Vint-i-Quatre es ahora un non-stop bar que sin duda le ha resuelto mucho la vida a toda esa gente que trabaja y vive por la zona. Desde desayunos de cuchara deliciosos y completitos a base de huevos de Calaf y tostadas hechas con pan de masa madre a tapas del mediodía para compartir, aquí te puedes poner las botas a cualquier hora.
Reseñables son el famoso bikini de jamón ibérico, mozzarella y trufa del Tapas24, los macarrones de pasta fresca del Cardenal con fricasé de fricandó catalán o el maravilloso tartar de tomate (atención, gente vegana: es un auténtico trampantojo de un tartar de ternera, incluso en el sabor, quedáis avisados). De postre, el clásico pan con chocolate, aceite y sal es un buen punto final. El local es cálido, elegante sin ser encorsetado (de hecho, tiene guiños por todas partes que te arrancarán una sonrisa) y la terraza es espectacularmente espaciosa y codiciada, incluso en invierno.
GARUM
El copeo se convirtió en restaurante
Garum abrió sus puertas en verano como un local de venta y degustación de vinos y conservas y ahora, a finales del otoño, ya es un restaurante con derecho propio. Su propietario, Ricardo Torres, ha acabado haciendo para él lo que tan bien se le daba hacer para otros: crear espacios gastronómicos donde la gente se sienta como en casa.
Garum es una de las últimas aportaciones a una zona alta de Barcelona, el Putxet, que está viviendo una recuperación gastronómica y social dinámica y vibrante. Su oferta de tapas, platillos y tablas incluye unas croquetas de pollo al curry y de fricandó para chuparse los dedos, un panini de pastrami de mamma mia o un atún en escabeche con una gran mezcla de texturas. Además, todos los vinos a la venta (¡y son muchos!) se pueden pedir con la carta. Con Garum y su gran terraza, la zona 'pacificada' del Mercado de Sant Gervasi recuerda ya a un rinconcito parisino.
ARCANO
Alimenta cuerpo e intelecto con un tour arquitectónico y gastronómico
No es propiamente una apertura, ya que este restaurante lleva muchas décadas abierto en el corazón de Barcelona, pero sí que es nueva la iniciativa que Gabriel Buchaillot, Claudia Quintero y Germán Buchaillot, del grupo Quibuch (propietario del local desde 2012) han puesto en marcha este otoño: un menú que incluye previamente una visita guiada por algunas joyas arquitectónicas del Born, el barrio donde se ubica. Vamos, que alimentas cuerpo e intelecto. La iniciativa le va que ni pintada a este restaurante en el que comes entre las gruesas paredes de piedra y arcadas de unas antiguas caballerizas del XVII perfectamente restauradas.
Con Las joyas escondidas del Born primero te llevan a hacer un tour por algunos rincones del barrio que esconden anécdotas e historias bien curiosas y por las que normalmente los barceloneses pasamos de largo. El recorrido es muy ameno, ya que la gente de HL Comedy Tours desempeña su trabajo con mucho desparpajo. Y después, como colofón, la experiencia se completa con un menú diseñado por el chef Nicolás Limarino.
Cocina estacional y de proximidad y carnes a la brasa con un puntito de sofisticación, como el huevo a baja temperatura con parmentier de puerros y chips de jamón ibérico o la pluma ibérica con crema de cacahuetes. Que no es lo que comían en el siglo XVII, ya lo sabemos. Por fortuna ahora sí.
Como ves, Barcelona está on fire (y hasta Dani García lo sabe, que este mes de diciembre también desembarca en la ciudad condal con su archiconocida propuesta Leña). Este invierno, lánzate a sus calles, bares y restaurantes para saborearla plenamente.
Barcelona = divina.
Barcelona está viviendo los últimos meses un auténtico boom de nuevas aperturas gastronómicas. Esto, que puede resultar relativamente habitual en una ciudad como Madrid, no suele ser la norma en la ciudad condal. Pero este fin de año la tendencia ha cambiado: Barcelona da la bienvenida a un buen número de nuevos restaurantes que ofrecen gastronomía variada y de calidad, y que han llegado para cubrir algunos huecos. ¡No falta de nada!
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