Todos los secretos de la finca que Julio Iglesias vende por 145 millones

“España, nunca me iré de aquí. De todas las casas que tengo por el mundo, mi auténtico hogar es Cuatro Lunas. ¡Qué bueno es ir a dormir ahí cuando me bajo del escenario!”. Estas palabras del cantante Julio Iglesias han quedado en agua de borrajas cuando esta mañana Vanitatis tenía acceso al contrato suscrito con cinco inmobiliarias de lujo españolas, con las que se ha puesto a la venta el santuario de Ojén del artista por el 'módico' precio de 145 millones de euros. La forma de venta lleva adscrita unas condiciones de confidencialidad para no dejar ningún fleco suelto. La descripción de la vivienda, a la que hemos tenido acceso en exclusiva, detalla, como si de un vídeo se tratase, cada uno de los rincones de la finca de manera que no tenga que entrar nadie, solo los que realmente tienen el suficiente poder económico para poder adquirirla. Antes de entrar a Cuatro Lunas para verla, el cliente deberá dejar en la inmobiliaria una provisión de fondos. Según ha sabido este medio, solo un par de personas habrían entrado hasta el momento.

Los informes sobre las características de la casa son así de detallados, puesto que una de las condiciones es que la finca se enseñe lo menos posible para evitar a los curiosos. Su encabezamiento reza de la siguiente manera: “Situada en las colinas de Marbella, a tan solo 30 minutos del aeropuerto de Málaga y a 10 de Puerto Banús". De esta manera, la propia inmobiliaria asegura que el lugar se encuentra en uno de los sitios con mejor clima de Europa. La finca que el cantante ahora vende fue adquirida hace varios años por una sociedad de su esposa, Miranda Rijnsburger. Pertenecía por aquel entonces a un jeque libanés que se la vendió con muebles incluidos. La parte de Marbella era propiedad de Curro Romero, que la compró cuando estaba casado con Concha Márquez Piquer. Hace nueve años, se decidió adoptar un acuerdo salomónico en Urbanismo, partiendo por la mitad los dos terrenos. Ahora la casa pertenece a Ojén y la parte de la piscina está situada en el municipio de Marbella.

Mas baños que Villa Meona

En Cuatro Lunas, el cantante aloja una bodega con 2.000 botellas de capacidad para el capricho de su Vega Sicilia, el vino con el que siempre le gusta obsequiarnos a los periodistas cuando hemos visitado su casa con motivo de la presentación de alguno de sus discos. Sus más de 450 hectáreas dan para mucho. La bodega se encuentra en medio de su particular bosque animado, un inmenso alcornocal de árboles centenarios donde el propio artista había mandado construir un par de huertos ecológicos y donde planta sus propias frutas y verduras bordeando toda la finca. El día que su huerto se quemó, Julio exclamaba: “¡Lamento tanto lo que ha pasado! Mis árboles, traídos de todo el mundo y que yo mismo planté con tanto cariño, ahora ya no están. Ellos me daban vida cada vez que los miraba”.

En la casa principal, donde Curro Romero dio algún que otro capotazo, encontramos la joya de la corona: una suite de 400 metros cuadrados que fue el recinto nupcial donde celebró, un 24 de agosto, su noche de boda con Miranda. La terraza, con vistas al mar y la montaña, permite deleitarse con el paisaje. Desde este lugar, las gemelas Victoria y Cristina han sacado este verano diferentes instantáneas que luego han mostrado en su cuenta de Instagram. Lo de las siete habitaciones es lo de menos en la casa. Lo que realmente llama la atención son los ocho cuartos de baños, cinco para el servicio, y tres para la familia. El número deja en pañales a Villa Meona, la mansión de su anterior esposa, Isabel Preysler, a la que la prensa rosa bautizó de esta manera por la cantidad de inodoros que poseía.

Dos helipuertos para invitados

Celebrities de todas las nacionalidades se han dado cita en la casa de Julio Iglesias, en ese paraíso que él mismo ha definido como “el lugar ideal para mi retiro”. Para llegar hasta aquí, sus invitados de postín llegan desde el aeropuerto privado de Málaga hasta los dos helipuertos que tiene dentro de la finca. En el complejo de las tres piscinas, sus hijos han celebrado más de un cumpleaños en numerosas ocasiones. En realidad, Cuatro Lunas es muy parecido, en su interior, a un cortijo andaluz; una auténtica aldea de lujo a la que no le falta detalle. Además de la casa principal hay varias casas más: la del Lago, con cómodas terrazas para sentarse y comer; la de la Huerta, diseñada para invitados y que integra una espectacular suite principal, cinco habitaciones, una bodega con comedor contiguo y una piscina cuyas aguas se entremezclan con la vista del mar. También existe una cuarta casa de invitados, que cuenta con su propio baño, su propia cocina, su lavandería y su bodega.

La junta no le pone un carril que Julio pidió

Los caminos pavimentados, que serpentean a través del bosque de alcornoques, conectan las casas del cortijo de Julio Iglesias con las piscinas. Además de un carril asfaltado, hay 4 millas de caminos que permiten practicar senderismo en toda la propiedad. Según ha sabido este medio, el cantante lleva mas de un año reclamando a la Junta de Andalucía un carril más de acceso a su vivienda que hasta ahora se lo habrían negado. Desde fuentes municipales del Ayuntamiento de Ojén informan a este medio que el cantante "había pedido repetidas veces a la Junta de Andalucía que se hiciesen dos caminos más para poder subir, pero no obtenía ninguna respuesta contundente por parte de la Administración". La zona de La Mairena, donde está emplazada la finca, fue una de las más afectadas por el fuego, que destrozó más de 200 hectáreas de arbolado y jardines en el incendio que afectó a la Costa del Sol. Aunque la vivienda no fue atacada por el fuego, el resto de la finca fue prácticamente arrasada y, tras el siniestro, el artista pidió que se remozara la zona.

El obispo dijo 'no'

Julio Iglesias pasó este verano encerrado en Cuatro Lunas y, al parecer, no estaba muy contento. Aunque las autoridades municipales de Ojén se acercaron en varias ocasiones para ultimar los detalles de un museo cultural que le quieren construir, obtuvieron la callada por respuesta. Era el mismo mes en el que esta finca recibió también la noticia de la paternidad de Javier Sánchez, su presunto hijo biológico. Otro de los reveses que sufrió el cantante en las Cuatro Lunas fue la denegación del permiso por el Obispado de Málaga para bautizar a sus hijos pequeños en la finca. Este medio ha podido saber que le fue denegado el permiso eclesiástico instándole a hacerlo en “un templo sagrado”. Otra contrariedad muy similar a lo que le sucedió con su boda, el 24 de agosto del 2010: Julio quiso que la ceremonia la oficiara su amigoel padre Luis de Lezama en la capilla de la finca, pero el mismo obispo se lo denegó y tuvo que celebrar el oficio en la parroquia Virgen del Carmen, a cinco kilómetros de Cuatro Lunas. Allí tuvo lugar una ceremonia privada en presencia de sus cinco hijos y dos testigos (los guardeses de la finca). Para el cantante se trataba de su segundo matrimonio, ya que se casó con Isabel Preysler el 20 de enero de 1971.

La dueña de Cuatro Lunas

Pocos saben que la segunda esposa de Julio Iglesias, Miranda Rijnsburger, es la administradora de la sociedad que posee la finca a través de dos sociedades: Androsemo SL y Bellevue Costa del Sol SL. Lo que más llama la atención de este emporio es que la esposa del cantante comparte gestión con un polémico abogado marbellí de origen catalán, Antonio Fortuny, vinculado a la Operación Troika y a la Operación Variola, la última de la mafia rusa, y al que Anticorrupción ya ha detenido en dos ocasiones.