Un chicle, un clínex… Las pruebas de ADN que le robaron a Julio Iglesias Jr
El tercer hijo de Julio Iglesias jamás imaginó que no tirar a la basura sus restos más escatológicos le traería este quebradero de cabeza a su padre
Varias botellas de agua, latas de refresco, chicles, unas cuantas servilletas pringosas, clínex usados... Estos son algunos de los objetos abandonados ingenuamente en la calle por Julio José Iglesias que un detective español al que contrató el abogado Fernando Osuna recogió para demostrar que Julio Iglesias tenía otro hijo. Sí, sí, como leen.
Una serie de objetos (15 en total) que el susodicho investigador fue recolectando en su intenso seguimiento durante siete días por Miami al tercer hijo del cantante e Isabel Preysler. "Como cuesta tanto dinero enviar a un detective a Miami y te lo juegas a una sola carta, si coges 15 objetos, las posibilidades de que salga bien son mucho más grandes", declaraba el propio abogado a Univisión, medio que publicaba esta noticia que parece recién salida de 'El Mundo Today'.
El objetivo estaba claro: ganar por fin la demanda de paternidad presentada por Javier Sánchez hace ya casi 25 años, fecha a la que se remonta la primera reclamación del joven y su madre, María Edite.
Según revela este medio, estos vestigios de ADN habrían sido los utilizados para realizar las pruebas pertinentes que demostraron con una probabilidad del 99% que efectivamente Javier era el hijo secreto (y perdido) de Julio Iglesias. Unas pruebas que reabrieron el caso cuando el Juzgado de Primera Instancia número 13 de Valencia admitió a trámite la demanda a pesar de que la causa fue cerrada por motivos formales hace más de 20 años.
El argumento: la prueba presentaba “suficiente apariencia de seriedad”.
Ahora que se conoce el origen de las muestras sustraídas para este rocambolesco fin, igual Julio Iglesias por fin accede a someterse a los procedimientos que demuestren o nieguen que el valenciano es hijo suyo.
Varias botellas de agua, latas de refresco, chicles, unas cuantas servilletas pringosas, clínex usados... Estos son algunos de los objetos abandonados ingenuamente en la calle por Julio José Iglesias que un detective español al que contrató el abogado Fernando Osuna recogió para demostrar que Julio Iglesias tenía otro hijo. Sí, sí, como leen.