Ramón Laguarta, el otro español en el Foro de Davos, y su mujer independentista

Puede que no le pongan cara, pero deberían anotar su nombre. El pasado jueves 10 de enero, la junta directiva de PepsiCo eligió por unanimidad a Ramón Laguarta como presidente de la compañía. En octubre ya había asumido el cargo de consejero delegado, por lo que actualmente es el hombre más poderoso de la multinacional. La prensa económica nacional saludó la noticia destacando que el nombramiento "encumbra al barcelonés en lo que es el cargo corporativo más importante que actualmente desempeña un ejecutivo español".

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Y es cierto, Laguarta está en la elite mundial de ejecutivos españoles. Lo demuestra otro dato. Junto a Pedro Sánchez, Ana Botín (Santander), Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) o Arancha González Laya (directora del Centro de Comercio Internacional), es de los pocos españoles que participan activamente en esta edición del Foro de Davos. Hoy estará en una conferencia de prensa sobre consumo sostenible y también en un coloquio sobre la transformación de la industria del plástico.

Laguarta es un relativo desconocido en nuestro país, pese a la ristra de elogios que le brindó PepsiCo cuando anunció su último nombramiento: "Es un líder excepcional con una visión convincente para PepsiCo y una comprensión profunda de las necesidades cambiantes de los consumidores en todo el mundo. Su vasto conocimiento de PepsiCo, combinado con su pensamiento innovador y su excelencia ejecutiva comprobada, lo convierten en el administrador ideal para asumir este papel más importante y guiar nuestra compañía hacia el futuro".

Puede que a ese desconocimiento haya contribuido el hecho de que Laguarta ha desarrollado la mayor parte de su carrera (en PepsiCo y en Chupa Chups) fuera de España. Junto a él, siempre, su esposa y madre de sus tres hijos, María Soler Soler. La familia ha residido principalmente en Nueva York y Ginebra (Suiza), desde donde Soler ha podido apoyar la causa independentista catalana, de la que ha sido activista.

Desde 2014, Soler se ocupa de coordinar la ANC en Suiza. La organización reúne alrededor de 80.000 personas que trabajan de forma voluntaria por lograr la independencia catalana de manera pacífica y democrática. Según su propia web, la ANC es la organización de sociedad civil más influyente en Cataluña y se financia gracias a aportaciones privadas. Su exlíder, Jordi Sánchez, está preso a raíz de los sucesos del 20 de septiembre de 2017. Su imagen, subido a un coche destrozado de la Guardia Civil junto a Jordi Cuixart, se ha convertido en un icono del soberanismo.

María Soler aboga desde sus redes sociales por el diálogo entre el entonces presidente Rajoy y el Gobierno de Cataluña. También denuncia la violencia del 1 de octubre. En su perfil, junto a su fotografía, el logotipo de la campaña 'Ahora es la hora', que impulsaron la ANC y Òmnium Cultural en 2014 a favor de la independencia de Cataluña. Desde Ginebra, la ciudad donde reside Anna Gabriel, por cierto, ha participado en varias acciones encaminadas a llamar la atención internacional sobre el proceso soberanista.

A quien no le pasó desapercibido el nombramiento de Ramón Laguarta, por cierto, fue a Quim Torra, actual presidente de la Generalitat de Cataluña. Orgulloso de que un catalán ocupara esa posición en la economía mundial, Torra envió un afectuoso tuit al flamante presidente de PepsiCo cuando se hizo oficial su nombramiento como CEO en agosto. Lo cierto es que la representación catalana en el sector de las bebidas es notable. En 2015, Sol Daurella asumió la presidencia de Coca-Cola European Partners. Javier Ferrán, por su parte, es presidente de Diageo, el conglomerado de bebidas como J&B, Johnnie Walker, Guinness y Tanqueray.