Sáenz de Santamaría fuera de la política: relajada, escribiendo y en familia

Soraya Sáenz de Santamaría sale a estas horas del ostracismo público en el que vive desde que decidiera dejar la política, el pasado 10 de septiembre. Su intervención ante el tribunal que juzga los hechos del 1 de octubre es uno de los momentos más esperados del juicio. Después, la exvicepresidenta volverá al anonimato que le brinda su nueva condición de ausente de la vida pública, solo rota por su reunión mensual en el Consejo de Estado y actos puntuales (estuvo en la toma de posesión de Moreno Bonilla en Andalucía). Santamaría pasa sus días encerrada en el despacho de su casa de Madrid escribiendo un libro. Pero no uno de memorias políticas, lo que sería un bombazo editorial, sino un sesudo tratado técnico jurídico sobre la organización del Estado.

Cuando el pasado 10 de septiembre Soraya Sáenz de Santamaría dejó el escaño y la política, se abrieron todo tipo de especulaciones sobre su futuro. Al final —o de momento— no ha habido paso a ninguna grande del Ibex, sino a un puesto de consejera electiva del Consejo de Estado (la llamó el propio Pedro Sánchez para pedírselo) y una modesta retribución.

Santamaría estuvo generosa y parlanchina con los periodistas que acudieron a su toma de posesión como miembro del Consejo de Estado. Aquel día, los profesionales que han seguido sus andanzas durante tantos años le preguntaron cómo era su nueva vida y ella no tuvo problema en responder en una charla informal. La ex número dos del Gobierno no quiso entrar al trapo político y dijo ver "con distancia" el panorama político actual.

"La verdad es que se sube por las paredes", comentaba no hace mucho un colaborador de Sáenz de Santamaría a este medio. No sin cierto sentido del humor, refiriéndose a que le estaba costando acostumbrarse a este nuevo ritmo vital, sin responsabilidades ni llamadas urgentes. Sin embargo, ante los periodistas resaltó las ventajas de su nueva situación. "Estoy en un momento reflexivo y tranquilo".

La abogada del Estado y su exjefe, Mariano Rajoy, siguen manteniendo "mucho contacto" porque, más allá de su etapa en la política, el expresidente "es un amigo". A muchos les sorprendió que Rajoy solicitara su reingreso en el cuerpo de registradores pocos días después de dejar la política. El expresidente volvió a su antigua casa de Las Rozas a los pocos días de la moción de censura de Pedro Sánchez y, tras unos meses trabajando en Santa Pola, actualmente tiene plaza en Madrid.

Soraya Sáenz de Santamaría ahora puede dedicarle más tiempo "a la familia y a viajar". La exvicepresidenta tiene un hijo de 7 años, fruto de su matrimonio con el también abogado del Estado Iván Rosa Vallejo. El niño nació en plena campaña electoral, tan solo nueve días antes de las elecciones generales que dieron la victoria al PP y, por tanto, colocaron a su madre en lo más alto de la política. Es decir, hasta ahora, Sáenz de Santamaría siempre había compaginado la maternidad con su título de 'mujer más poderosa del país'. No en vano estaba al frente de la vicepresidencia del Gobierno y, por primera vez, tenía a su mando también el Centro Nacional de Inteligencia, que hasta entonces dependía del Ministerio de Defensa.

[LEA MÁS: Iván Rosa, el mejor apoyo de Soraya Sáenz de Santamaría tras dejar la política]

Una vida trepidante que ya se ha amoldado a una nueva realidad. Sáenz de Santamaría pasa varias horas al día escribiendo ese tratado legal y disfrutando de su tiempo libre. No está redactando sus memorias, como ella misma dijo bromeando ante los periodistas (porque las últimas que ha leído "no son memorias, son venganzas"): "Estoy escribiendo sobre mis temas, democracia y esas cosas".

Y sin embargo, ¡cuánto se leería esa biografía!