Enrique Iglesias cumple 45: la ruptura familiar que contrasta con su vida actual

Cumple 45 años en un momento personal y profesional difícilmente mejorable. Aunque la pandemia del coronavirus ha puesto en jaque su gira de conciertos con Ricky Martin, que está previsto que empiece el 5 de septiembre en la localidad californiana de Glendale, en el condado de Los Ángeles, siempre que las circunstancias lo permitan, Enrique Iglesias tiene ahora más tiempo que nunca para disfrutar de su faceta de padre.

Su tercera hija, Mary, venía al mundo el pasado mes de febrero solamente unas semanas antes de que estallara la crisis del covid-19, poco después de que trascendiera el embarazo de Anna Kournikova, quien lograba nuevamente mantenerlo en secreto, hasta que '¡Hola!' publicó unas fotos de la pareja dando un paseo con su barco por Miami, donde residen.

Se repitió el mismo planteamiento que en el embarazo anterior, del que nacieron sus mellizos, Lucy y Nicholas, en diciembre de 2017. Unas semanas más tarde, su abuela materna, Isabel Preysler, comparecía ante los medios de comunicación en un desfile de Pedro del Hierro, firma a la que ha estado vinculada en los últimos años, y manifestaba, con su diplomacia habitual, que los rumores de que podrían haber nacido mediante gestación subrogada eran falsos: "Eso es una tontería", dijo sin que la expresión de su rostro cambiara un ápice.

Isabel Preysler mantiene una relación muy estrecha con su hijo. Como ya es sabido, una fecha clave en el año es cuando se reúnen todos en Miami para celebrar las Navidades, aunque, lógicamente, los siete mil kilómetros que separan Miami de Madrid imposibilitan que se vean todo lo que les gustaría y, ni que decir tiene, la vida errante de Enrique Iglesias, una estrella mundial, tampoco lo facilita. Sin embargo, cuando ha sido necesario y posible han estado juntos, como ella misma contó en 'El hormiguero' cuando acudió a presentar su nueva faceta de empresaria cosmética con My Cream en abril de 2015.

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En su entrevista con Pablo Motos, la pareja de Mario Vargas Llosa, con quien, por cierto, los hijos de la socialite están encantados, desveló que Enrique les solía prestar su avión privado cuando era necesario: "Es muy generoso". La viuda de Miguel Boyer aprovechaba también para desmentir que hubiera celos artísticos entre su primogénito, Julio Iglesias Jr., y el intérprete de 'Experiencia religiosa'.

Unas palabras que ha corroborado en numerosas ocasiones Julio, quien ha tenido también que suspender la gira de conciertos en la que iba a interpretar algunos de los grandes éxitos de su progenitor, quien, como desveló en una entrevista publicada en 'People en Español', considera que es la persona más apropiada para hacerlo: "Soy un hombre que lleva escuchando las canciones de su padre toda su vida. Un día me metí en el estudio y empecé a grabar unos cuantos temas a mi estilo. Mi padre siempre me dijo que yo era el perfecto heredero de ir cantando esas canciones que nunca mueren, que no se vencen, que siempre están en las mentes de la gente. Me encanta poder cantar esas canciones".

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Estas afirmaciones no hacían sino constatar lo que es un secreto a voces, que la relación de Julio Iglesias con su hijo mayor es mucho más estrecha que con Enrique, quien decidió emprender su carrera musical sin contar con su respaldo ni con su asesoramiento, una estrategia muy distinta a la que siguió Julio José cuando hace veinte años lanzó su primer disco, 'Under My Eyes', en Sony Music, la misma multinacional a la que sigue vinculado su padre. También contaba con el beneplácito de su abuelo paterno, el doctor Iglesias Puga, a quien el público llamaba cariñosamente 'papuchi', algo con lo que él estaba encantado, y que calificaba a su nieto como un Sputnik, una metáfora de la ascensión fulgurante que le vaticinaba.

Enrique Iglesias no ha abordado en demasiadas ocasiones el tema de su relación con su padre, pero hace unos meses, en diciembre, poco antes de su concierto madrileño en el WiZink Center, hizo una excepción con 'Icon', donde relató el duro proceso personal que vivió para convertirse en artista: "A los 18 años me separé de mi familia por completo. Y fue difícil. Me fui y durante diez años no tuve absolutamente ningún contacto con mi padre. Sufrí mucho, pero lo que sentía por mi música me daba fuerza. Y, sobre todo, perseguía el objetivo de hacerlo a mi manera". Y lo más importante que desvelaba es que habían hablado recientemente, que se había producido cierto acercamiento, cuando él mismo le llamó: "Enseguida cogió el teléfono. Tuvimos una conversación muy bonita. Estaba bien de ánimo. Fue una conversación de esas en las que eres consciente de que es especial. Me reconfortó mucho".

Fueron doce los años en los que Enrique y Julio vivieron bajo el mismo techo. Los tres hijos del matrimonio Iglesias-Preysler se establecieron con su padre después de que en 1983 el doctor Iglesias Puga fuera secuestrado por ETA (fue liberado 20 días después) y sus progenitores decidieran que estaban mejor lejos de España. A los 18 se mudó a Canadá para emprender su aventura musical y, según contó en su biografía Alfredo Fraile, cuando Enrique Iglesias le envió el disco que había grabado le dijo que no le gustaba nada y que no iba a llegar a nada. Comenzaban entonces un camino divergente que no ha acabado de converger, porque más allá de la mencionada llamada telefónica, no ha vuelto a haber una fotografía de ambos juntos ni ha trascendido que hayan mantenido ningún encuentro.